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10 de mayo: Día de la Afrovenezolanidad

Haití se independiza formalmente de Francia el 1º de enero de 1804, siendo la primera nación de América colonial en hacerlo. Es la única vez en la historia que los esclavos negros abolieron por la fuerza la esclavitud, se liberaron e intentaron implantar los ideales ilustrados enarbolados por la Revolución Francesa, combatiendo y derrotando las potencias coloniales más poderosas de entonces: Inglaterra, Francia y España. Los esclavos sometieron sucesivamente a los blancos de la isla y a los soldados de la monarquía francesa, resistieron una invasión española, una expedición británica compuesta por 60.000 hombres y una expedición francesa de tamaño similar comandada por el cuñado de Napoleón Bonaparte.

Cuando en el año 2004 se cumplieron 200 años de este suceso, las élites blancas y sus rebaños endoracistas hicieron todo lo posible para que esta fecha no se celebrara. Una conmemoración habría significado levantar nuevamente las banderas de los jacobinos negros del siglo XIX: la libertad, la independencia y la justicia social.

Para entonces gobernaba Haití Jean- Bertrand Aristide continuador de las luchas libertarias de los negros insurgentes que abolieron la esclavitud y liberaron su patria. Ante la inminente conmemoración de los 200 años de la liberación, los enemigos de la negritud asestaron un golpe de Estado seguido de una cruenta represión contra el pueblo.

En memoria de la heroica gesta de Haití y como un acto de reparación histórica, ese año el presidente Hugo Chávez creó la Comisión Presidencial contra la Discriminación Racial. De este modo, la República Bolivariana de Venezuela, conmemoró la digna lucha del pueblo haitiano en el siglo XIX por su libertad e independencia. El Presidente recordó la frase de Toussaint Louverture dirigida a la Asamblea General de Francia en julio de 1792: “Somos negros, es cierto, pero dígannos, señores, ustedes que son tan juiciosos, ¿cuál es la ley que dice que el hombre negro debe pertenecer y ser propiedad del hombre blanco?”

En consonancia con la iniciativa del Comandante, en el 2005 históricos activistas por el reconocimiento de la cultura e historia africana en Venezuela propusieron el 10 de mayo como Día de la Afrovenezolanidad, a propósito de cumplirse 221 años de la rebelión de esclavos africanos encabezada por José Leonardo Chirino, desde el estado Falcón.

En efecto, en 1795, José Leonardo Chirinos (un zambo hijo de una indígena y un negro esclavo) con un grupo de esclavizados, tomó la hacienda Macanilla y luego El Socorro, en Curimagua, provincia de Coro, como acto de rebelión contra los colonizadores que los sometían a maltratos físicos y los trataban como mercancía. El movimiento fracasó y Chirino fue ejecutado por orden de la Real Audiencia de Caracas el 10 de diciembre de 1796.

El historiador José Marcial Ramos Guédez explica: “Esta insurrección estuvo vinculada con el movimiento de los Jacobinos Negros, que en esa época estaban en pleno apogeo en Haití, en Martinica y en Guadalupe. Esta lucha tiene que ver con la aspiración y los deseos de poner en práctica los famosos principios de la revolución francesa: libertad, igualdad, fraternidad”.

La historia de Venezuela está llena de insurrecciones como la Chirinos: la del Negro Miguel, en las minas de oro de Buría, cerca de Nirgua, estado Yaracuy, que se extendió desde 1553 a 1556; la de los negros perleros, 1603; incursiones en los hatos, 1726; la de Andrés López Rosario, Andresote, en los Valles de Yaracuy, en 1732; la de Guillermo Ribas, 1771; la de Miguel Jerónimo, alias Guacamayo, 1794, y muchas más, que dieron lugar a cimarroneras y cumbes. Como lo explica la investigadora Iraida Vargas: “Cuando los europeos llegaron y conquistaron a nuestros pueblos indígenas, y trajeron la mano de obra de origen africano, de inmediato los más rebeldes se levantaron, huyeron, y crearon los cumbes donde cimarrones hombres y mujeres hacían vida”.

Las luchas continúan a lo largo de toda la historia, hasta hoy. Alejo Carpentier en su obra Lo que el Caribe ha dado al mundo dice: “Si tuviéramos un mapa donde pudiera encenderse un bombillo rojo dondequiera que ha habido sublevaciones de esclavos negros en el continente, encontraríamos que desde el siglo XVI hasta hoy siempre habría un bombillo encendido en alguna parte.”

Por esta razón, la lucha por la revalorización del aporte africano a la cultura y la lucha, y las acciones contra cualquier forma de discriminación racial se profundizan en Venezuela. Durante el mandato del comandante Chávez se instala el Consejo Nacional para el Desarrollo de las Comunidades Afrodescendientes (Conadecafro); se promulga la Ley contra la Discriminación Racial (2011) y se crea el Instituto contra la Discriminación Racial (Incodir).

Esto no ha impedido el ataque racista contra nuestro pueblo por parte de la oposición interna, que provocó la muerte de decenas de hombres y mujeres de color durante las guarimbas, ni el ataque de parte de Estados Unidos , cuyos gobernantes supremacistas aplican medidas coercitivas que ocasionan daños irreparables entre el pueblo venezolano, conformado por un importante población de fenotipo negro africano.

Hoy el llamado es a seguir la senda que nos señaló Chávez: luchar contra la discriminación racial y por la conquista de un a sociedad justa e igualitaria. Un mandato atávico nos conmina a seguir luchando, porque fueron antepasados nuestros los que aún amenazados de muerte rompieron las primeras cadenas. Y este espíritu de rebelión que se hace tormenta libertaria forma parte del ser afrovenezolano: se halla en la esencia de todo proyecto igualitario, de toda propuesta de reforma social que aspiremos a impulsar.

T/ José Gregorio Linares

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