Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) han acordado este viernes, recortes en el consumo de energía, especialmente en las horas de mayor demanda, y gravámenes extraordinarios para las empresas energéticas.
La reducción global voluntaria del 10 % del consumo bruto de electricidad y un objetivo de reducción obligatorio del 5 % del consumo de electricidad en las horas pico, será entre el 1° de diciembre de 2022 y el 31 de marzo de 2023.
⚡️ #TTE Energy | DEAL!👏 Ministers reached a political agreement on measures to mitigate high electricity prices: mandatory electricity demand reduction, cap on market revenues from inframarginal electricity producers and solidarity contribution from fossil fuels producers. pic.twitter.com/BLU4fxWNWj
— EU2022_CZ (@EU2022_CZ) September 30, 2022
Las medidas obedecen a la emergencia que afecta al mercado eléctrico del bloque comunitario europeo. El propósito es combatir la creciente inflación, que ha alcanzado en la UE cifras de dos dígitos por primera vez desde que se tienen registros, lastradas fundamentalmente por el precio de los combustibles fósiles y de la electricidad, especialmente de aquella generada con gas.
La decisión ha sido anunciada por la presidencia checa del Consejo de la UE, de cara a unos meses de invierno que se prevén complicados por los precios de la energía y su difícil acceso. Las medidas adoptadas este viernes «tienen carácter temporal y extraordinario«.
No se ha pactado el tope al precio del gas, medida demandada por una quincena de países pero rechazada por Alemania.https://t.co/FCOzv7S3jd
— RT en Español (@ActualidadRT) September 30, 2022
El acuerdo se produce tan solo un día después de que Alemania anunció un paquete de ayuda energética de 200.000 millones de euros, con la intención de proteger a sus consumidores más vulnerables.
Otros países del bloque ya hace algunas semanas que han anunciado medidas de ámbito nacional con el mismo objetivo, centradas la mayoría de ellas en la reducción del consumo interno. Sin embargo, muchos de los países llevaban tiempo pidiendo una coordinación europea y la toma de medidas consensuadas.
«Vivimos en tiempos excepcionales y estamos trabajando de manera excepcionalmente rápida, coordinada y solidaria para formar un frente unido contra el continuo armamento de los suministros de energía por parte de Rusia«, ha dicho el ministro checo de Industria y Comercio, Jozef Síkela.
Impuesto extraordinario
Una de las medidas tomadas ya fue anunciada hace dos semanas por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Se trata de gravámenes especiales en el sector de la energía que tendrían una recaudación prevista de 140.000 millones de euros.
Se establece una «contribución solidaria temporal obligatoria» sobre los beneficios excedentes de las empresas de combustibles fósiles (petróleo crudo, el gas natural, el carbón y las refinerías) obtenidos en 2022 o 2023.
Los Estados miembros de la UE pueden mantener medidas nacionales equivalentes siempre que generen ingresos al menos comparables, que serán utilizados «para brindar apoyo financiero a los hogares y las empresas y para mitigar los efectos de los altos precios minoristas de la electricidad», establece el acuerdo.
A la espera del tope al gas
Sin embargo, finalmente no ha sido posible introducir un tope al precio de gas importado, una medida que demandaban una quincena de Estados, entre los que figuran Francia, España, Italia o Polonia.
Esta propuesta se encuentra con la resistencia de países como Alemania y Austria, que esgrimen que ese tope a los precios puede dificultar el suministro, alentando a los productores a desviar sus envíos a destinos donde se encuentren mejor remunerados, agravando la situación en el viejo continente.
T/RT/LRDS
