Francia y Argelia sellan un acercamiento «irreversible» en plena crisis energética europea

El presidente argelino, Abdelmayid Tebboune y su homólogo de Francia, Emmanuel Macron, firmaron este sábado la denominada «Declaración de Argel», que certifica una «renovada asociación» y una «nueva dinámica irreversible» en las relaciones entre ambos Estados, 60 años después de la independencia de Argelia del colonialismo galo. Este pacto culmina el viaje oficial de tres días del mandatario francés.

Aunque no han trascendido acuerdos determinantes, la crisis energética ha sido uno de los grandes temas que han estado sobre la mesa. El acercamiento de Francia a Argelia llega en un momento de máxima presión en Europa para reducir su dependencia de los hidrocarburos rusos.

La Unión Europea busca desesperadamente nuevos mercados que sirvan como alternativa al petróleo, el carbón y, sobre todo, el gas ruso. En el caso de Francia, la distribuidora energética gala Engie negocia actualmente con el Gobierno de Argelia un aumento del 50% en el suministro de gas. La consejera delegada de la empresa, Catherine McGregor, acompañó a Macron en su viaje y pudo reunirse con el ministro argelino de Energía y de Minas, así como con Sonatrach, la empresa explotadora de gas y petróleo.

Tebboune consideró «excelente y exitosa» la visita de Macron a Argelia y aseguró que el acercamiento entre los dos países que «no habría sido posible sin la propia personalidad del presidente». Ambos líderes abogan por iniciar una nueva etapa en unas relaciones bilaterales complejas, marcadas por un período colonial (1830-1962) y una cruenta guerra por la independencia (1954-1962).

«Francia y Argelia, fuertes en los excepcionales lazos humanos que las unen y resueltamente determinadas a promover su amistad y consolidar sus logros en términos de cooperación y asociación, renuevan su compromiso de colocar sus relaciones en una dinámica de progreso irreversible acorde con la profundidad de sus lazos históricos y la densidad de su cooperación», ha anunciado el Gobierno galo en un comunicado.

Memoria para el futuro

Ambos países constituirán una «comisión mixta» de historiadores franceses y argelinos para estudiar sus relaciones en las distintas etapas de la edad contemporánea. El trabajo incluye «la apertura y devolución de archivos, bienes y restos de los combatientes de la resistencia argelina, así como los de las pruebas nucleares y los desaparecidos, respetando todos los recuerdos», explica el acuerdo.

Este renovado compromiso con el pasado tiene lugar a la vez que España ha cambiado su histórica neutralidad respecto a Marruecos y el Sáhara Occidental. Pedro Sánchez anunció en marzo su nuevo posicionamiento favorable a la marroquización de la antigua colonia española con la mira puesta en la gestión de los flujos migratorios, pero también en el hidrógeno verde.

El movimiento desembocó en un choque frontal con Argelia. Y mientras Rabat celebra el acercamiento de Madrid, parece irritado con su aliado tradicional en París, que se ha mantenido al margen y ahora estrecha relaciones con Tebounne.

El líder galo y el argelino también suscribieron cuatro acuerdos de asociación relacionados con el ámbito deportivo, científico y académico. Uno de los puntos fuertes es la creación de un Alto Consejo para la Cooperación a nivel de Jefes de Estado, el cual pretende «profundizar y diseñar, juntos en un espíritu de confianza y respeto mutuo, medidas adecuadas respuestas a temas bilaterales».

Esta ha sido la segunda visita de Macron al país argelino, tras viajar la primera vez en 2017, pero es la primera vez desde que Tebounne llegó a la presidencia. La seguridad en el Sahel, después de la retirada de las tropas francesas de Mali el pasado 15 de agosto, también ha estado sobre la mesa, aunque no han trascendido acuerdos determinantes, como se esperaba.

T/Diario Público/LRDS