El Mundo

Miles de personas reclaman en Madrid unas subidas salariales acordes a la inflación

Varias manifestaciones han recorrido el centro de la capital española con motivo de un Día Internacional de los Trabajadores marcado por la inflación y los efectos de la reforma laboral.

Subida de los costes de la vida, un menor crecimiento económico que supondrá menos empleo remunerado, no derogación de la reforma laboral de Rajoy, siniestralidad y precariedad laboral, estancamiento de los salarios… Estos son algunos de los tradicionales y nuevos motivos para salir a la calle en el Día internacional de la clase trabajadora. En Madrid, una multitud de organizaciones ha mantenido viva un año más la tradición reivindicativa del Primero de Mayo con varias protestas a lo largo de la ciudad en un día primaveral casi veraniego.

La más masiva, más de 50.000 según los organizadores, ha sido la manifestación de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de los Trabajadores (UGT), que ha recorrido la Gran Vía bajo el lema 1 de mayo. La solución: Subir salarios. Contener precios. Más igualdad.

Ha contado con miembros del Gobierno como la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz; la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez; el ministro de Consumo y coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, y la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, además de al menos dos secretarios de Estado.

A diferencias de en las otras manifestaciones del Primero de Mayo, las dos centrales sindicales han defendido la reforma laboral de Yolanda Díaz por apostar por «el mantenimiento y la estabilidad en el empleo». También han «saludado» las medidas del Gobierno para afrontar las consecuencias generadas por la invasión rusa de Ucrania, pese a ser «insuficientes», y han solicitado lograr un reparto equilibrado del ajuste entre todas las rentas. CCOO y UGT han pedido una negociación colectiva que «frene la dinámica de pérdida del poder adquisitivo de los salarios» que evite que «se genere un polvorín social» que ponga «en riesgo la recuperación económica».

«Sindicalistas disputando plusvalías cada día», «el pueblo unido funciona sin partidos» y «a igual trabajo, igual salario» han sido algunos de los cánticos en la habitual protesta sindical.

Ángeles Balué, secretaria de la Federación de Servicios de CCOO Madrid, ha destacado a Público que «considera imprescindible una subida salarial porque no se están ajustando los sueldos a la inflación» y ha asegurado que «los trabajadores han sido los principales pagadores de la pandemia».

La secretaria general de UGT Madrid, Marina Prieto, se ha solidarizado desde el escenario con los trabajadores de Ucrania y con las madres, dado que este domingo también era su día: «Para combatir la desigualdad tienen que pagar más los ricos y no las clases trabajadoras». Le ha seguido Paloma López, secretaria general de CCOO Madrid, quien, como Prieto, también ha criticado las políticas del Gobierno madrileño y ha señalado que la clase trabajadora es quien genera la riqueza.

El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha considerado «multitudinarias» las manifestaciones del Primero de Mayo en todo el país y celebrado pasar de «contratos basura a contratos con derechos» gracias a la reforma laboral. Álvarez ha señalado a la patronal por bloquear la negociación colectiva y ha avisado de que no habrá convenios colectivos si no se revisan los salarios acorde a la subida de precios. También ha saludado la lucha del sector del metal en Cádiz, pese a que UGT y CCOO firmaron el convenio con una subida salarial inferior a la inflación en 2021 y en lo que va de 2022.

Por su parte, Unai Sordo, secretario general de CCOO, ha destacado que, gracias al diálogo social y los recursos públicos, se ha salido de la pandemia salvando empleo. «Las empresas repercuten el aumento de los costes de la vida en el bolsillo de los ciudadanos para mantener sus márgenes de beneficios», ha destacado Sordo. Si no hay acuerdo para subir salarios, el secretario general de CCOO ha avisado de que habrá «tensionamiento en la negociación colectiva». También ha señalado que «no se toca ni una coma» de la reforma de las pensiones que liga su revalorización al coste de la vida. Ha cerrado el acto La Internacional.

La más madrugadora de las protestas ha sido la interseccional y de clase bajo el lema Consumir menos. Repartir todo. Vivir con dignidad. Convocada por organizaciones de base, sindicatos de clase y colectivos antirracistas, ecologistas, feministas y de personas migrantes, ha salido pasadas las 11.30 horas desde la Plaza Mayor. Repite así la iniciativa que une la tradicional lucha obrera en homenaje a los Mártires de Chicago y su lucha por la jornada laboral de ocho horas con la de vivienda, la de la sanidad pública y el antirracismo.

La marcha pedía la aplicación inmediata del convenio 189 de la OIT que garantice a las trabajadoras del hogar y de los cuidados «condiciones laborales iguales a las del resto de la población asalariada», regularizar a personas migrantes en situación administrativa irregular y condiciones dignas para las jornaleras y los jornaleros, la mayoría migrantes, que «trabajan en el campo en situaciones de semiesclavitud», entre otras exigencias.

Tras la lectura de un manifiesto en Las Vistillas que pedía desertar «en masa de un capitalismo depredador y extractivista, explotador y asesino» que se «lucra con nuestras enfermedades, nuestro sufrimiento y nuestra precariedad» y «nos chantajea con el precio de la vivienda y de los bienes esenciales, que niega la luz y el calor a barrios enteros», la marcha se ha cerrado con conciertos de grupos como Tremenda Jauría y Alademoska.

Entre los convocantes, además de los sindicatos CGT y CNT, estaban la Coordinadora de Vivienda de Madrid y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), los ecologistas de Fridays for Future Madrid, el Sindicato de Manteros, el Sindicato de Trabajadoras del Hogar y los Cuidados, Territorio Doméstico, el centro social La Ingobernable y colectivos LGTBIQ como Orgullo Crítico, Plataforma de Encuentros Bolleros y el Movimiento Marika.

A la misma hora que la manifestación convocada por CCOO y UGT, el Bloque Combativo se manifestaba a lo largo de la calle Atocha para acabar en la Plaza Jacinto Benevante, con el eslogan Todo para la clase obrera. Los sindicatos Solidaridad Obrera, Alternativa Sindical de Clase (ASC) y Co.Bas, apoyados por otras organizaciones como el Partido Comunista de los Pueblos de España (PCPE), han pedido la derogación de las tres últimas reformas laborales, de la ley Mordaza y la defensa de los servicios públicos.

Uno de los participantes ha sido el diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid e integrante del Sindicato de Manteros, Serigne Mbaye, que según ha explicado a Público, ha venido para «acompañar a todo al colectivo de trabajadores sin distinciones y solidarizarme con la lucha de las trabajadoras del hogar y se aplique el convenio de la OIT. Nativa o extranjera, la misma clase obrera».

Los desfederados de la CNT que se apropiaron de su sede en Tirso de Molina han recorrido parte de la calle Bravo Murillo, el tradicional recorrido anarcosindical desde Valdeacederas hasta Cuatro Caminos. Su consigna ha sido «Que no te la cuelen el Estado y la patronal ¡No a la reforma laboral!».

T/Diario Público/LRDS

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