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Fidel: Un hombre de todos los tiempos

En la noche del viernes 25 de noviembre del año 2016, la vida de Fidel se extinguió a los 90 años

Hay seres humanos que no languidecen jamás. Su impronta, con el paso del tiempo, se agiganta hasta alcanzar horizontes insospechados. Uno de ellos es Fidel Alejandro Castro Ruz, la fuerza que emana de su ejemplo posee tanto vigor que no puede ser reducida, o ignorada, ni aún por aquellos que se empeñan, en restarle méritos a su figura.

En la noche del viernes 25 de noviembre del año 2016, una noticia estremeció al mundo entero, a las 22:29 horas de Cuba, Fidel Castro Ruz ascendió a una dimensión inmortal. Tenía 90 años de edad.

Fidel se ganó una condición especial, ante los pueblos del mundo, aún antes del 1º de enero de 1959, para ser más exactos desde que encabezó el asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, el 26 de julio de 1953, los cubanos, en primer lugar, y luego hombres y mujeres de todas las latitudes, percibieron cómo irrumpía un nuevo gigante en el firmamento político.

Fidel, hijo del inmigrante español Ángel Castro -gallego- y de Lina Ruz, cubana residente en Pinar del Río, pero también de origen peninsular, nace en la localidad oriental de la isla Birán, un 13 de agosto del año 1926. Este hombre cambiaría el rostro de su país, de Latinoamérica y se constituiría en una de las figuras históricas más grandes del Siglo XX.

Educado en el estricto marco académico y disciplinario de colegios religiosos, tendrían especial influjo en él la formación jesuita recibida en el Colegio Dolores de Santiago de Cuba y; posteriormente, en el Colegio Belén de La Habana de la misma congregación.

Fidel un hombre de múltiples facetas

Fidel fue un amante del deporte -basquetbolista, beisbolista- refrendaría esta pasión a través de un apoyo sostenido de su gobierno al deporte cubano convirtiéndolo en el referente latinoamericano en materia de panamericanos y competencias olímpicas.

Unido a ese hábito por el deporte, encontramos en Fidel a un hombre ávido de estudiar, leer y formarse.

Un joven, que al ingresar a la Universidad de La Habana vería explosionar su interés por las causas sociales, acrecentadas al convertirse en dirigente de la combativa Federación de Estudiantes Universitarios – FEU – donde llegó a ocupar cargos dirigenciales.

Vocación Internacionalista

Su vocación internacionalista se hizo patente, cuando el año 1947, con apenas 21 años participó activamente en los intentos de derrocar al dictador dominicano Rafael Trujillo, incluso formando parte del desembarco por Cayo Confites, que al ser interceptado acabó en su disolución y el escape de Fidel a nado.

El año 1948, Fidel Castro, como delegado de la FEU, asistió a Colombia a la IX Conferencia Interamericana – que creara la actual Organización de Estados Americanos (OEA) – en el marco de revueltas sociales, que acabarían con la muerte del candidato a presidente Jorge Eliecer Gaitán, durante la rebelión conocida como El Bogotazo.

De vuelta en Cuba, la constatación que sólo la lucha activa y resuelta de la sociedad cubana podría derrotar a la dictadura de Fulgencio Batista, Fidel Castro Ruz junto a un grupo de 160 revolucionarios concretó lo que se conoce en la historia como El Asalto al Cuartel Moncada, el 26 de julio del año 1953.

Operación que terminó con la detención, tortura y muerte de gran parte de los combatientes en actos que merecieron la repulsa de la sociedad cubana, logrando que no se ejecutara extrajudicialmente a Fidel y terminara en prisión junto a algunos de sus compañeros.

Juzgado por el Poder Judicial de la dictadura de Batista, Fidel realizará su propia defensa legal, en un alegato final conocido como “La historia me absolverá” donde deja al desnudo las contradicciones del régimen y las desigualdades que explican y atienden la necesidad de alzarse contra la tiranía.

Fidel y el Che juntos para derrocar al tirano

El Che llegó a ser el amigo incómodo de Fidel para los soviéticos", el periodista Jon Lee Anderson responde a las preguntas de nuestros lectores sobre el guerrillero - BBC News Mundo

Fidel es liberado luego de 22 meses preso en la Isla de Pinos tras una amnistía en mayo del año 1955. Convertido en figura pública política cubana, se traslada a México donde comienza a preparar con un grupo de compatriota,  entre ellos el guerrillero argentino Ernesto Guevara de la Serna – CHE –, el desembarco de un núcleo combatiente que propiciara el derrocamiento de la dictadura de Batista.

Así, tras un año de preparación, 82 combatientes, a bordo del yate Granma zarpan del puerto mexicano de Tuxpan un 25 de noviembre del año 1956, recalando en las cercanías de la Playa de Las Coloradas en el Municipio de Niquero, en la actual Provincia de Granma una semana después.

Ese desembarco, generó la pérdida de armas y combatientes lo que obliga a reagruparse y marchar hacia la Sierra Maestra, marcando así el inicio de la lucha guerrillera del Movimiento 26 de julio. Fuerza rebelde, encabezada por Fidel Castro Ruz, que triunfará en la Guerra de liberación sostenida contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Durante 3 años el Ejército Rebelde, combatió contra un ejército apoyado por los Estados Unidos conformado por 70 mil hombres -y que terminará con el triunfo de las Fuerzas Guerrilleras el 1º de enero del año 1959- marcada por la huida del dictador Batista.

Terminada la lucha comienza la revolución en un Estado que sufriría enormes transformaciones y que cambiaría la cara, no sólo de Cuba como “Territorio Libre de América”, sino que del conjunto de Latinoamérica y ejemplo a seguir por los Movimientos de Liberación en África, Asia y las organizaciones políticas, que encontraron en la revolución cubana el faro y guía que necesitaban como referencia.

Fidel y Chávez inician la nueva era revolucionaria

El histórico abrazo entre Hugo Chávez y Fidel Castro acaecido un 13 de diciembre de 1994 en el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, Cuba, marcó el inicio de una nueva era revolucionaria. Dos gigantes de Latinoamérica se encontraron por primera vez para extender lazos de una hermandad solidaria, indestructible y para toda la vida.

Chávez fue invitado por el historiador de La Habana, Eusebio Leal, para dictar una conferencia magistral acerca del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200. El líder de la Revolución Bolivariana tras su llegada fue recibido por el propio Fidel Castro. A la mañana siguiente se reunieron en el Aula Magna de la Universidad de La Habana.

“Esperamos venir a Cuba en condiciones de extender los brazos, y en condiciones de mutuamente alimentarnos en un proyecto revolucionario latinoamericano”, fueron las palabras de Chávez al llegar a Cuba. Luego de cinco años de aquel encuentro, Fidel Castro viajó a Venezuela para asistir a la toma de posesión del mandatario Hugo Chávez.

Es así como Chávez y Fidel comenzaron a consolidar una alianza estratégica entre Venezuela y Cuba, la cual más allá de la empatía, coincidencias ideológicas y amistad personal, se transformó en una esperanza para unir a los pueblos latinoamericanos.

“Fidel es para mí un padre, un compañero, un maestro de estrategia perfecta”, dijo Hugo Chávez en el 2005, refiriéndose a su estrecha relación con el mandatario cubano.

En el 2004, los dos líderes revolucionarios fundan la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) como instrumento de Liberación del siglo XXI, mecanismo con el cual se derrotó al ALCA. Así se enrumbó a América Latina hacia la unidad y una nueva independencia, un legado excepcional que dejan para los pueblos y el futuro.

Fidel vive en los pueblos del mundo

Fidel, como energía viva, anda junto a su pueblo, en cada una de las batallas por la subsistencia y el desarrollo. Su obra está en los barrios y comunidades transformadas, y en las gestas en función de hacer más duradera, justa e invencible la epopeya socialista.

Fidel renace, brota, crece, vive, y ello se traduce en que continúa enseñándonos, y estimulándonos, en esta lucha incesante por la dignidad humana. Los agradecidos que sentimos su presencia, tenemos la certeza de que sus aportaciones serán cruciales. Necesitaremos de Fidel para sobreponernos a los entuertos que aún no se divisan, y cualquier desafío que se presente.

Por eso tenemos la obligación de que su voz nos siga llegando límpida y que la imbriquemos, en completa armonía, con el pensamiento de nuestro tiempo y las ideas por aparecer. Fidel no nos permitiría quiebres ni divisiones. Su orden se escucha con nitidez: hay que sumar, unir y multiplicar esfuerzos y acciones. Tenemos la oportunidad, y el deber, más que de prometerle cumplir, de hacerlo realidad a partir de nuestra entrega desde cada trinchera. Ese será el mejor homenaje a su sobrevida.

«No hay más que un medio de vivir después de muerto, haber sido un hombre de todos los tiempos o un hombre de su tiempo»

José Martí

Cenizas de Fidel Castro reposan junto a José Martí | Video | CNN

Cementerio de Santa Ifigenia donde reposan los restos de Fidel lugar que se ha convertido en sitio de peregrinación del pueblo cubano que rinde homenaje a su líder histórico.

Fuente: La Jiriibilla.cu Fidel y su siembra permanente

Telesur Blog de  Pablo Jofre Leal : A cinco años de la partida de Fidel

Ciudad sin cerrojos: José Martí sobre la muerte y los mártires, Orlando Guevara Núñez

Fotos. Archivo .

T/Magdalena Valdez

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