El Mundo

La izquierda abertzale inicia una etapa de apertura política tras el gesto histórico a las víctimas de ETA

La declaración leída el pasado lunes por Arnaldo Otegi y Arkaitz Rodríguez fue adoptada de forma unilateral por el movimiento independentista vasco, que busca ahora derribar "trincheras" y levantar puentes con sectores sociales y políticos con los que existen puntos en común. EH Bildu refuerza su papel e influencia en el ámbito de la política estatal.

Arnaldo Otegi acaba de vivir una semana especialmente intensa. Razones no faltan: el pasado lunes a las 11.03 de la mañana, el veterano dirigente independentista se paró delante de los micrófonos en el Palacio de Aiete para dar a conocer una declaración solemne de la izquierda abertzale que marcaría la agenda política en Euskadi y en el Estado. No en vano, Otegi y el máximo responsable de Sortu, Arkaitz Rodríguez, estaban a punto de leer un comunicado de carácter histórico.

«Donostia, 18 de octubre…». Así empezaba la declaración que primero Rodríguez en euskera y luego Otegi en castellano leyeron ante las cámaras y que en cuestión de instantes ocupó los principales titulares de los medios de comunicación y llenó de reacciones las redes sociales.

No era para menos. La izquierda abertzale, por primera vez, mostraba un reconocimiento oficial a las víctimas de ETA, y lo hacía en términos rotundos: «Queremos trasladarles nuestro pesar y dolor por el sufrimiento padecido. Sentimos su dolor, y desde ese sentimiento sincero afirmamos que el mismo nunca debió haberse producido, a nadie puede satisfacer que todo aquello sucediera, ni que se hubiera prolongado tanto en el tiempo. Debíamos haber logrado llegar antes a Aiete», leyeron Rodríguez y Otegi.

Fue un paso histórico, cargado de simbolismo. «Podríamos decir que la izquierda abertzale ha reafirmado el camino tomado hace 10 años», subraya a Público Asier Blas, director del Departamento de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad del País Vasco (UPV), quien destaca precisamente que ese sector «mostró sus compromisos en diferentes ocasiones» desde octubre de 2011, cuando se produjo el cese definitivo de la violencia por parte de ETA.

«Ahora, al hacerlo de forma solemne, ha apostado también por una declaración política que busca hacer frente a las críticas de PP y Vox en el Estado y también del PNV y PSE en Euskadi en torno a la condena de los actos de ETA. La declaración actúa como un escudo protector frente a esas críticas, lo cual no implica que no haya sinceridad en estas palabras», remarca Blas. En tal sentido, considera que la izquierda abertzale «volvió así a dejar claro cuáles son sus valores actuales y cuáles son sus posiciones respecto a la desaparición de ETA y también la necesidad de reconocimiento y memoria para las víctimas».

Según confirmaron a Público sus promotores, esta declaración surgió de forma absolutamente unilateral, fruto del análisis del momento actual y del foco que se generaba nuevamente sobre Euskadi al cumplirse el décimo aniversario del cese definitivo de la violencia por parte de ETA.

La oficial y solemnemente denominada Declaración del 18 de Octubre buscaba precisamente exteriorizar esos compromisos de la izquierda abertzale en torno a la paz y la convivencia, y lo hacía sobre uno de los puntos más sensibles que continúan sobre la mesa: el reconocimiento de las víctimas de ETA.

En realidad, el paso que se concretó el pasado lunes en Aiete había estado precedido por otras declaraciones: el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK, por sus siglas en euskera), por ejemplo, reconoció en 2013 «el daño y sufrimiento multilateral generado» y mostró su rechazo a la violencia. Sin embargo, la izquierda independentista cree que tales pasos no recibieron la atención merecida.

«Abrir puentes»

Así llegó la Declaración del 18 de Octubre, enfocada también en derribar «trincheras» que, según destaca la responsable de Acción Política de Sortu, «se habían generado entre sectores potencialmente aliados» de la izquierda soberanista, ya sea por compartir su proyecto social o por sus propuestas de «cambio político».

«Sin duda alguna, este tipo de declaraciones –continúa la representante independentista– nos pueden permitir seguir profundizando en abrir esos puentes y construir nuevas polarizaciones no ancladas en el ciclo anterior, sino en uno nuevo».

Es un tiempo de señales. Este viernes, cerrando una semana intensa, el secretario general de Sortu avanzaba en una entrevista en Radio Euskadi que el independentismo hará «lo que esté en su mano» para evitar que se produzcan nuevos recibimientos públicos a presos de ETA tras su salida de prisión, un punto que suele generar controversias y que aún alimenta críticas hacia el espectro abertzale.

T/Diario Público (España)/LRDS

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba