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Derrame petrolero: Repsol culpa a oleajes anómalos, pero la Marina peruana la desmiente

Trabajadores, guardaparques y voluntarios –con mascarillas, botas y mamelucos impermeables blancos– siguieron encontrando la misma imagen desoladora con la que se vienen enfrentando desde el último sábado: muchas aves muertas, otras especies moribundas y enormes manchas negras sobre el mar de Grau. Así se desarrolló el quinto día del desastre ecológico más grande de la historia de Perú producido por los 6 mil barriles de petróleo derramados por una refinería de la empresa Repsol.

Según el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) de Perú, la extensión del área afectada es de un millón 739 mil 950 metros cuadrados en el litoral y un millón 186 mil 965 metros cuadrados en el mar, desde la refinería La Pampilla (Ventanilla) hasta la playa Peralvillo (Chancay). Esto es similar a 250 estadios de fútbol. Pero podría ser mayor, conforme siga avanzando la mancha negra hacia el norte chico. Hasta ayer había 21 playas contaminadas y se temía que el daño llegara hasta Chimbote (norte del país), lo que ya genera un grave riesgo en contra de las poblaciones que viven cerca, alertó el Ministerio de Salud.

Pese a todo este daño ambiental, la empresa Repsol, propietaria de la refinería La Pampilla, continuó con su postura de lavarse las manos en torno al derrame, el cual –dijo– fue ocasionado por un fenómeno marítimo “imprevisible para la compañía” tras la erupción volcánica en Tonga. Repsol no dijo nada sobre la cifra inexacta que brindó, según el OEFA. Y es que esta es la segunda vez que incurre en lo mismo desde el 2013.

Lo que sí reiteró es que activó su “plan de contingencia” y desplegó una serie de acciones, como la implementación de barreras de contención, de lanchas con brigadas y de maquinarias correspondientes (desnatadores tipo skimmer y material absorbente especial).

No obstante, otra vez habría mentido. Anoche, la premier Mirtha Vásquez reveló que, según las primeras investigaciones de la Marina, el derrame de petróleo no habría sido generado por los oleajes anómalos.

Vásquez agregó que, según lo observado, las acciones de la empresa no han sido ejecutadas de la mejor manera. “Nos parece que faltó mayor responsabilidad y reacción. Le hemos expuesto los puntos en los cuales ha fallado. Desde el momento que se hace el reporte, el posible daño, la tardía reacción para implementar un plan de contingencia hasta la falta de una mayor diligencia del cumplimiento de cronograma de actividades”.

Se esperan sanciones

La jefa del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), Miriam Alegría, aclaró que, ante las posibles inacciones de Repsol, le están exigiendo que les envíe un reporte actualizado de sus labores en mar y tierra. “No nos va a temblar la mano para imponer sanciones”. A su vez, el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, señaló que la empresa será multada si se comprueba que no contaba con personal ni equipos necesarios para aplicar su plan de contingencia. “Las sanciones van hasta las 30 mil UIT (138 millones de soles)”.

Ramírez dijo que se evalúa la emergencia ambiental con un componente social porque se ha degradado flora y fauna y perjudicado a poblaciones. “Las labores de limpieza durarán tres o cuatro semanas”, dijo.

“No quedará impune”

Más temprano, tras firmar el decreto supremo que declara de interés nacional la emergencia climática, el presidente Pedro Castillo condenó el desastre ambiental. “Se han dispuesto las acciones penales, civiles y administrativas a fin de cautelar la soberanía y bienestar del país”, aseveró. Enfatizó que el Estado no dejará que pisoteen impunemente “nuestros ecosistemas”. Más tarde, la premier reiteró que el caso no quedará impune.

T/ La República/ LRDS

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