Columnas

Retazos bélicos

El asedio económico que nos ha impuesto EEUU pareciera estar llegando a una tregua porque al norte no le ha funcionado el asedio, pero sí hay que apuntar críticamente que Venezuela tuvo tiempo suficiente para desamarrar la dependencia tecnológica con Estados Unidos y Europa, sobre todo por la solidaridad de Irán, China y Rusia en la aplicación del concepto multipolar que Chávez promovió intensamente.

Todo nos indica que los saltos tecnológicos en áreas estratégicas ya no son debilidades que puedan ser usadas para esta guerra financiera de Estados Unidos contra Venezuela, afortunadamente en lo militar ya los venezolanos dimos un gran paso de independencia tecnológica. Veremos en los próximos días un recrudecimiento de la crisis ucraniana y ello se refleja ya en nuestras costas con centenares de tanqueros petroleros que intentarán paliar el bloqueo impuesto a Rusia por parte de EEUU y la Unión Europea.

Toda la agresión antirrusa, con su brutal despliegue propagandístico, se les está devolviendo como un bumerang, de manera estrepitosa, y está afectando desde pequeños hasta grandes consorcios europeos y, sobre todo, a la población que es la que siempre tiene que pagar los errores de sus gobiernos. Ese globo de ensayo les explotará a los europeos tan solo en días.

La clase política norteamericana, incluso miembros del Partido Republicano, sabe que los ensayos de intervención en Venezuela no tuvieron los resultados que esperaban y que los proyectos que le han sido ofertados al presidente norteamericano en la esperanza de derrotar al bolivarianismo han fallado, fundamentalmente por la discapacidad mental de un sector de la oposición que básicamente se apropió criminalmente de los recursos venezolanos hurtados por el Gobierno de Estados Unidos, pero también por incapacidad del propio gobierno norteamericano para controlar su propia crisis y la subestimación del bolivarianismo como movimiento simbólico, masivo y movilizado con capacidad defensiva y ofensiva en una conjunción cívico militar que actúa como la mejor fortaleza de éste en un espectro territorial amplio y diverso.

Vimos recientemente un Partido Socialista Unido de Venezuela debatiendo su destino, gobernadores, alcaldes, diputados confundidos entre una militancia juvenil que le tocará asumir la rebeldía del pueblo y no la del cómodo puesto burocrático inconsciente.

Luego que el presidente Maduro expusiera las nuevas modalidades de aumentos salariales el partido, el gobierno y el pueblo organizado deben estar alertas con los especuladores monopolistas históricos y los que aguas abajo nos reducen el salario al aumentar los precios, incluso en dólares. Sobre la base de este tipo de agresiones al salario, hay derivaciones o «daños colaterales» a la población, que no son nuevas, puesto que en tiempo de guerra, el contrabando, la especulación y el acaparamiento se centrifugan y se convierten en una «metralla» de estridencias contra la población, como por ejemplo el aumento del precios en dólares que sufre alzas inusitadas de la noche a la mañana para atacar el bolsillo del pueblo, algo insólito e incomprensible, solo comparado a un sabañón que pica cada vez más.

Con estas medidas y el paulatino paso de la pandemia bajo control sanitario volveremos a la normalidad deseada, pero nunca a confiar en los confites y papelillos que el imperialismo ofrecerá para engañar y confundir ante una severa crisis energética que aumenta cada vez más y que los obliga a venir como corderitos cuando fueron los responsables de nuestra crisis.

Estamos hoy ante una recomposición mundial que con certeza no sabemos dónde y cuándo terminará y Venezuela como fuente de recursos estratégicos jugará un rol importante en ese nuevo reacomodo geopolítico, no olvidemos las experiencias pasadas cuando fuimos proveedores seguros del combustible que dio fuerza a los aviones y tanques norteamericanos e ingleses en la II Guerra Mundial. Tampoco, cuando en la crisis del Medio Oriente, durante los años 70, igualmente fuimos beneficiados por esa guerra de posiciones para dominar espacios y fuentes energéticas estratégicas bajo la influencia israelí.

Hoy la disputa y la amenaza de una conflagración mundial se juega en el corredor de Ucrania, bien hacia el este o hacia la zona de influencia rusa en su frontera sur, pero en realidad el conflicto es por el dominio de la Ruta de la Seda trazada por China como gran propósito estratégico desde hace muchos años y que pacientemente han construido. Poco les importa a los rusos que Occidente los bloquee o amenace con sanciones económicas, si tiene seguro su comercio energético con China a través de la inmensa frontera mongola.

Cada minuto se mueven las líneas de acción, amanecerá y veremos el mapa cambiado.

T/ Aldemaro Barrios Romero

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