
La rebelión militar del 4 de febrero, encabezada por el comandante Hugo Chávez, hace hoy 33 años, dividió la historia de Venezuela en dos. Sin proponérselo, asegura la historiadora María de Jesús Daza, este militar con su operación Zamora y su por ahora, «cambió por completo el rumbo político del país y la vida de los venezolanos, marcando el rumbo para la construcción de una verdadera democracia y el nacimiento de la Revolución Bolivariana».
El 4 de febrero, dijo Daza en entrevista exclusiva para La Radio del Sur, «fue el punto de partida en la confluencia de dos épocas que se bifurcan: la democracia representativa-bipartidista en decadencia, apañada por un régimen neoliberal y un sistema inoperante y nefasto que aquel día se estremeció ante la rebelión de un militar que abrió paso a la Venezuela nueva concebida por el ideario bolivariano enrumbada a completar el proyecto de la justicia, equidad e inclusión social más tarde plasmado en la Constitución de la República Bolivariana de 1999».
“Compañeros: lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital”, expresó el comandante Chávez tras conocer que resultó frustrado el intento de la toma de Caracas, y ordenó a los que aún luchaban en Aragua y Valencia que se rindieran, «para evitar mayor derramamiento de sangre”.
En febrero de 2013 desde Cuba donde se trataba la enfermedad que le arrebató la vida un mes más tarde, Chávez envió una carta al pueblo venezolano en el que recordó que «quienes de la mano de Bolívar, Robinson y Zamora, nos levantamos en armas salimos aquella madrugada a jugarnos la vida por la patria y por el pueblo, teníamos plena conciencia de que en Venezuela había tocado fondo tres años atrás con la rebelión del 27 de febrero de 1989 que nos había marcado el camino; el pueblo en esa fecha ofrendó su vida combatiendo en las calles el neoliberalismo salvaje que Washington pretendía imponernos».
«Quienes estábamos en filas militares no queríamos seguir cargando la ignominia de ser una guardia pretoriana de una clase política tan opresora y corrupta como criminal, nunca más nos iban a utilizar para ahogar en sangre el justo clamor popular», continuó el mensaje.
La madrugada del 4 de febrero de 1992, el país «amaneció de golpe» en medio de una rebelión militar, que ese día, afirmó Daza, el Comandante eterno Hugo Chávez estimuló a un pueblo digno e hizo resurgir la esperanza.
Venezuela conmemora desde entonces, el Día de la Dignidad Nacional.