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Salvador Allende vive en la lucha de los pueblos de la Patria Grande

El 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet -en complicidad con los Estados Unidos- encabezó un golpe de Estado cívico-militar contra el Gobierno de la Unidad Popular

Salvador Allende es una de las personalidades más importantes y recordadas de la historia de Chile. Fue electo como presidente de ese país en 1970 para cumplir su mandato hasta 1976, pero el 11 de septiembre de 1973, Augusto Pinochet -en complicidad con los Estados Unidos- encabezó un golpe de Estado cívico-militar contra su Gobierno.

Esa mañana, el Presidente Allende murió en el palacio de La Moneda defendiendo «el mandato del pueblo», tal como dijera en sus últimas palabras.

La historia la hacen los pueblos

La llegada de Allende al poder marcó al país y a la sociedad chilena, transformándose hasta el día de hoy, para muchos de los seguidores de su legado, en el día más alegre de la historia de la nación. Sin embargo, su triunfo significaría también el inicio de una persecución política que no sólo acabó con el mandato del pueblo, sino también dañó profundamente a varias generaciones, hasta hoy.

Allende tenía como convicción de que el socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas, sobre esa base promovió importantes reformas políticas, económicas y sociales que transformaron al país, entre ellas  la nacionalización de la minería del cobre y la profundización de la reforma agraria.

Por primera vez, el pueblo tenía en sus manos su propio destino. La igualdad de oportunidades y derechos eran una realidad palpable y la vida digna y justa estaba siendo garantizada por Allende.

Durante el Gobierno de la Unidad Popular la cultura chilena floreció profundamente en referentes políticos y artísticos como el cantautor Víctor Jara (asesinado por la dictadura el 16 de septiembre de 1973) o el poeta Nobel de Literatura 1971, Pablo Neruda, quien falleció el 23 de septiembre, asediado por una enfermedad que se aceleró por la tristeza del golpe de Estado, doce días después de la muerte de Allende.

Sus medidas revolucionarias eran abiertamente opuestas al orden establecido por Estados Unidos en la región y afectaban a los intereses de la oligarquía y de los sectores de la derecha del país, quienes comenzaron una campaña de desestabilización económica contra el Gobierno.

Este 11 de septiembre se conmemoran 47 años del Golpe de Estado a Salvador Allende en Chile - Standard Digital News | Noticias verdaderas de Venezuela y el Mundo

Estados Unidos y Pinochet para derrocar a Allende

El 11 de septiembre de 1973, las Fuerzas Armadas de Chile comandadas por Augusto Pinochet bombardearon el Palacio de La Moneda, la sede presidencial de Chile. Tomaron por asalto las principales dependencias del poder estatal, así como las fábricas, barrios populares y centros de estudio. El sangriento golpe de Estado fue organizado por las patronales chilenas junto a la embajada norteamericana y las Fuerzas Armadas, con el objetivo de cortar el proceso revolucionario que se desarrollaba entre los trabajadores, tal como lo revela el informe “Actividades de la CIA en Chile”, que deja claro el suministro de ayuda a grupos militantes de extrema derecha para debilitar al presidente y generar una atmósfera de tensión.

El Presidente Salvador Allende se encontraba en el interior del palacio. Pese a los intentos de sus familiares y de su círculo amistoso y político más cercano para llevarlo a un lugar seguro, el Mandatario no quiso abandonar su lugar. Asimismo, rechazó el ofrecimiento de Pinochet de «rendirse» y abordar un avión fuera del país. (grabaciones posteriores delatarían las verdaderas intenciones del militar, quien pretendía derribar la aeronave en pleno vuelo).

«Yo no voy a renunciar. Pagaré con mi vida la lealtad del pueblo» dijo en sus últimas palabras, registradas para siempre en un discurso histórico transmitido por la Radio Magallanes. Se montó al hombro el fusil que le regalase meses atrás su amigo Fidel Castro. Murió arma en mano, combatiendo a los militares que traicionaron a la Patria.

Su fallecimiento luego de 49 años aún se encuentra bajo un manto de sombras. El suicidio acometido con su propio fusil al verse rodeado por los golpistas, es la teoría que más cobra fuerza, sin embargo existen versiones que indicarían que fue asesinado en su despacho presidencial mientras repelía los ataques.

El fin de su Gobierno significó la instauración de la dictadura de Pinochet, que duró 17 años y dejó más de 3.000 detenidos desaparecidos y ejecutados políticos,  además de otros miles de torturados, exiliados y exonerados esto según cifras oficiales, pues posteriores investigaciones dan cuenta de una cifra cercana a los 40 mil muertos.

Cada 11 de septiembre, el pueblo chileno rinde homenaje a su vida, su obra, su legado y sus enseñanzas, bandera de lucha de las causas populares. Muchos artistas tanto nacionales como internacionales, le han dedicado sentidos homenajes, recordándolo en sus creaciones.

Algunos de ellos son el poeta Mario Benedetti con «Hombre de la paz», el trovador cubano Silvio Rodríguez, «Santiago de Chile» o el cantautor venezolano Alí Primera con «Canción para los valientes».

«Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición».

Breve semblanza de un líder

Salvador Allende nació el 26 de junio de 1908, en el seno de una familia de clase media de Valparaíso. De niño viajó por el país a causa de las actividades laborales de su padre, un abogado que ocupó varios cargos políticos en Chile.

En 1924 ingresó a estudiar Medicina a la Universidad de Chile. Llevado por su profunda vocación social, en 1929 integró el grupo político universitario «Avance», siendo un importante referente estudiantil. A los 25 años se convirtió en el primer secretario regional del Partido Socialista de Chile.

Al obtener su título de médico cirujano, Salvador se dedicó a la medicina social, dejando como legado diversos trabajos sobre salud pública. Antes de cumplir los 30 años, fue electo Diputado por Valparaíso y Quillota.

En 1951, junto a comunistas, radicales doctrinarios y la izquierda socialista, participó en la fundación del Frente Nacional del Pueblo (FRENAP), alianza calificada como una «conciencia en marcha». Un año después se postuló por primera vez para presidir el país.

Luego de tres intentos, el 4 de septiembre de 1970, Salvador Allende fue electo presidente de Chile, apoyado por la histórica coalición de partidos de izquierda llamada «Unidad Popular».

Cinco frases para recordar a Salvador Allende

  1. “La historia es nuestra y la hacen los pueblos”.
  2. “Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”.
  3. “Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.
  4. “Algún día América tendrá una voz de continente, una voz de pueblo unido. Una voz que será respetada y oída; porque será la voz de pueblos dueños de su propio destino”.
  5. “Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás de que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada”.

A 49 años del cruento golpe de Estado el pensamiento político y humano de Allende continúa vigente en su pueblo, en los pueblos de América Latina y el mundo, que luchan por una sociedad más justa, equitativa y soberana.

Chile hoy después de Allende 

A 49 años del golpe y muerte de Allende los chilenos continúan su lucha por dar al traste con la Constitución vigente heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, la que obedece a los intereses de los sectores pudientes y poderosos del país austral en detrimento de las grandes mayorías.

El domingo 4 de septiembre, más de 13 millones de chilenos (de los 15 millones que estaban habilitados) acudieron a las urnas para «aprobar» o «desaprobar» el texto constitucional de 488 artículos, y 57 artículos transitorios redactado por los 155 convencionales constituyentes.

En la consulta, o plebiscito, alrededor del 62% de chilenos y chilenas dijeron No Apruebo al texto y un 32% optó por el Apruebo.

Alega el analista Itzamná Ollantay que el Gobierno «progresista» de Gabriel Boric, deberá concertar, con las fuerzas políticas y sociales de Chile, una auténtica Asamblea Constituyente Popular, Plurinacional, Paritaria y Originaria con plenos poderes para incorporar todos los temas, que las y los convencionales no lograron incorporar en el texto constitucional rechazado.

Salvador Allende: Hombre de acciones justas que vive en el corazón de los pueblos

Fuente: Con información de Telesur/ Laizquierdadiario.com

Foto: Memoria Viva y archivo

 

 

 

 

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