Tan sólo por la privatización del sector educativo y el rechazo a estudiantes en sexenios anteriores “se debería de juzgar a los gobernantes en el periodo neoliberal”, afirmó este sábado el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, al continuar con su gira por Guerrero, durante una reunión para evaluar el avance del programa Sembrando Vida.
Reunido con parte de su gabinete de Bienestar en las instalaciones del Instituto Tecnológico de la Costa Chica, en el estado de Guerrero, el mandatario sostuvo que no había en México un plan de desarrollo, y en cambio, cada administración federal presentaba uno para cumplir con el requisito, pero éste tenía que ver con las llamadas reformas estructurales y con la agenda que se imponía desde el extranjero.
No sucedió sólo a México, sino en todos los países del mundo. “Las reformas estructurales no fueron nada más aplicadas en México, se hizo en Europa, en países de América Latina, en todos lados”, agregó.
Adujo que la reforma fiscal, educativa, energética, o la de seguridad social, conforman “la política que se definió en los organismos financieros internacionales, la política que definía el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional”.
En México significó esa agenda la privatización del sector energético, la privatización en salud y educación, así como aumentar los impuestos, subrayó.
En su mensaje frente a funcionarios federales y el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, expuso como sus cuatro compromisos en materia de salud, el terminar los hospitales inconclusos y equiparlos bien; y como segunda prioridad: “conseguir los médicos y especialistas que se requieren, porque ese es un problema. Sólo por esa razón se debería de juzgar a los gobernantes en el periodo neoliberal, por Privatizar la educación, por rechazar a los jóvenes que querían estudiar, actualmente México no tiene el número de médicos y especialistas que se requiere”.
También agregó en la lista el resolver el problema de abasto de medicamentos, sobre lo cual reiteró que el próximo martes se presentar el plan para ello, y la basificación de 80 mil trabajadores del sector salud que se mantienen como eventuales.
El presidente López Obrador inició su mensaje recordando que la reunión no puede ser transmitida por redes sociales ni por algún otro medio oficial porque hay una veda electoral vigente como parte de la consulta ciudadana para enjuiciar a ex presidentes del uno de agosto.
Dicha disposición prohíbe no sólo la contratación de espacios en radio y televisión para hacer promoción de la consulta, de lo cual está a cargo el Instituto Nacional Electoral, sino también la difusión de programas gubernamentales.
El Jefe del Ejecutivo indicó que “se decidió por parte de las autoridades electorales guardar este tiempo y no dar a conocer ninguna acción gubernamental, por eso es un acto cerrado”.
No obstante, apuntó que el encuentro sirve para ir trabajando en este tema y recoger los sentimientos de la gente, esto luego de relatar que llegó a la reunión con más de una hora de retraso porque en todo el trayecto lo pararon personas para hacerle peticiones.
Pidió a los servidores públicos presentes “que se aplique para dar respuesta a algunas peticiones que nos hicieron en el camino que tienen que ver con pensión para adultos mayores, niñas y niños con discapacidad, la escuela es nuestra, becas, en fin, hay demandas”.
Al retomar su explicación sobre la planeación que hace su gobierno, detalló que la idea es tener pocos programas, pocas acciones gubernamentales, pero de mayor alcance en lo económico y lo social.
Antes “había infinidad de programitas que consumían presupuesto, porque se requería tener aparatos burocraticos para cada programita, porque necesitaba director, asesores, tenía que haber oficinas, viáticos, y se diluía el presupuesto”. Por eso no impactaba en mejorar las condiciones de vida.
“Ahora son pocas las acciones pero muy profundas. El programa de adultos mayores es para todos, no es para adultos mayores pobres, sino que es universal”.
También reiteró que durante 36 años prevaleció el modelo neoliberal con los sofismas de dejar al libre mercado y que el Estado no podía intervenir, lo cual perduró “hasta en la propia secretaría de Hacienda, ya que en nuestro gobierno había resistencias, porque estamos hablando de 36 años de un política pública que echó raíces”, y llegó a confundir.
A la vez, relató que está por terminar su próximo libro, del cual ya concluyó el borrador, y espera esté listo en agosto.
T/ La Jornada/ LRDS