
El Tribunal Supremo de España rechazó este lunes perdonar el delito de malversación que atribuye al expresidente catalán Carles Puigdemont, quien se encuentra fuera del país para evadir la justicia desde la fallida secesión de Cataluña, en 2017, y a dos exconsejeros, Toni Comín y Lluis Puig, y acordó mantener las órdenes nacionales de detención en su contra.
El juez instructor de la causa sobre el ‘procés’ independentista, Pablo Llarena, argumentó «que los comportamientos atribuidos en la causa a los tres procesados incurren plenamente en las dos excepciones que prevé la Ley para amnistiar delitos de malversación, que son que se hayan realizado con propósito de obtener un beneficio personal de carácter patrimonial y que afecten a los intereses financieros de la Unión Europea (UE)».
Además, mantuvo la inhabilitación para ejercer cargo público por su responsabilidad en el proceso independentista catalán de otros líderes, entre ellos, el exvicepresidente de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Oriol Junqueras, y los exconsejeros Raul Romeva, Jordi Turull y Dolors Bassa.
Igualmente, envió a consulta del Tribunal Constitucional la validez de aplicar la ley de amnistía en el caso del delito de desobediencia por el que fueron sentenciados varios líderes independentistas.
Por su parte, la jueza Ana Ferrer suscribió un voto particular discrepante y apoyó plantear una cuestión prejudicial al Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
A mediados de junio, la Fiscalía sostuvo que no hubo enriquecimiento patrimonial ni se afectó a los intereses de la UE y pidió que se aplicara la ley de amnistía a los condenados y amnistiados.
Esta decisión supone un duro golpe para el Gobierno, porque en un principio todas esas causas deben estar cubiertas por la amnistía aprobada por el Congreso de los Diputados, una normativa que fue exigida por los partidos independentistas catalanes como requisito para apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Ejecutivo el pasado noviembre.
Nada más conocerse la noticia, Puigdemont publicó un mensaje en la plataforma X.»La Toga Nostra», escribió irónicamente en catalán en referencia a la mafia siciliana «La Cosa Nostra».
El exconsejero Puig también se pronunció en redes con un escueto: «Cuesta creer».
Por su parte, la portavoz de ERC, Raquel Sans, aseguró que no hubo «ninguna sorpresa». «Es una falta de respecto hacia la democracia, del poco respeto hacia la separación de poderes, hacia la ciudadanía en general», consideró.
T: RT Actualidad/Agencias/LRDS