El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, informó este lunes que espera armamento, tecnología y entrenamiento por parte de Estados Unidos para enfrentar a las organizaciones criminales que han desatado una espiral de violencia en las últimas semanas.
Las más altas autoridades ecuatorianas tienen previsto recibir en las próximas horas a una delegación estadounidense presidida por el asesor presidencial Especial para las Américas, Christopher Dodd; la general del Ejército Laura Richardson y el subsecretario adjunto de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley, Christopher Landberg.
La comitiva, que permanecerá en territorio ecuatoriano hasta el 25 de enero, «busca acelerar la cooperación en materia de seguridad y analizar enfoques de colaboración para confrontar las amenazas de las organizaciones delictivas transnacionales”, precisó la embajada estadounidense en Quito.
La agenda de los funcionarios incluye reuniones con el presidente de Ecuador, Daniel Noboa; los ministros de Defensa, Gobierno, Relaciones Exteriores y Economía y Finanzas; con altos mandos militares y policiales; así como con representantes de la sociedad civil.
Esta será la segunda visita de Dodd y Richardson a territorio ecuatoriano en los últimos dos años, pues antes estuvieron durante el mandato del expresidente Guillermo Lasso, quien suscribió con Estados Unidos un acuerdo que permite la presencia de personal militar y civil norteamericano en territorio del país andino.
Sobre ese pacto, que aún depende de un pronunciamiento de la Corte Constitucional para entrar en vigor, Noboa afirmó este lunes en una entrevista con el canal Teleamazonas que espera el visto bueno de la institución judicial.
«Se necesita armamento, protección en fronteras, tecnología, entrenamiento a las fuerzas del orden y negar ese tratado sería retroceder», declaró el gobernante y anunció que habrá convenios similares con otros países para enfrentar el crimen organizado como parte del decreto de conflicto armado interno.
El convenio firmado por Lasso en octubre de 2023, a pocas semanas de dejar el cargo, otorga a Estados Unidos exenciones tributarias, amnistías, libertad de uso del espacio aéreo y terrestre, libre uso del espectro radioeléctrico ecuatoriano, el libre porte de armas y más.
Sobre la visita de la delegación de Estados Unidos, el jefe del Ejecutivo manifestó que Washington ha visto lo que está pasando en Ecuador y saben lo importante que es tener esta nación sudamericana protegida para la paz mundial.
“Ecuador se ha vuelto una pieza clave dentro de la estructura y rutas de los grupos narcoterroristas y si logramos tener el control total, la región mejora”, señaló el mandatario.
Acerca del apoyo estadounidense Noboa señaló que paralelamente Ecuador también necesita “algo esencial: refinanciamiento de deuda externa… para que mientras luchamos esta guerra no estemos ahorcados financieramente”.
El gobierno espera la aprobación por parte de la Asamblea de una ley de extinción de dominio para usar los bienes y el dinero de los grupos criminales en la lucha contra ellos.
Noboa insistió en la propuesta de liberar espacios en las cárceles mediante la repatriación de unos 1.500 presos, especialmente de Colombia y Perú, para lo cual dijo que mantiene contactos con los gobiernos de esos países. Además, confirmó que mantiene la propuesta de construir dos nuevas cárceles.
Asimismo, anunció que se aplicará una “semaforización” del toque de queda, que rige en el país desde el pasado 8 de enero.
En la entrevista, el mandatario avanzó que esta noche anunciará la medida con la que los cantones tendrán diferentes horarios de toques de queda y distintas regulaciones.
Con la medida, se apoya la reactivación de la economía pues, de lo contrario, no solo se da “un golpe” al turismo sino al pequeño empresario, al emprendedor, a la economía en general, añadió.
“No podemos tampoco permitir que estos grupos narcoterroristas destruyan nuestra forma de vivir y nuestro día a día trabajando”, comentó el gobernante.
Se refirió también a la posibilidad de ampliar por 30 días más el estado de excepción que rige por 60 días desde el pasado 8 de enero.
“Vamos a tener que extenderlo. El trabajo funciona y estamos dando golpes fuertes a grupos narcoterroristas, no podemos parar, no podemos creer que esto se ha solucionado en dos semanas”, precisó el jefe de Estado.
T: Prensa Latina/Agencias/LRDS
