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Mas vale tarde que nunca. Argentina desea restablecer relaciones diplomáticas con Venezuela

En la fecha en que se conmemora y celebra, el primer paso hacia la independencia de Venezuela y de Latinoamérica del destructivo imperio español, recibimos la agradable noticia que comentaremos a continuación.

En recientes declaraciones efectuadas por presidente argentino, Alberto Fernández, este ha manifestado que «Argentina quiere volver a recuperar su vínculo diplomático pleno con Venezuela». El presidente Argentino – Fernández – actual presidente pro tempore de la CELAC, convocó a todos los países de la región a revisar sus relaciones con Caracas.

Este hecho constituye una buena noticia y un paso en el sentido correcto, tendente a establecer plenas relaciones económicas, sociales y culturales, entre ambos países y sus pueblos.

Las declaraciones se han producido en el marco de la visita a Argentina del presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, señalando ambos mandatarios, que los países de la región deben procurar el bien común, mismo que solo la integración latinoamericana puede proporcionar.

En semanas recientes, de igual forma se manifestó el presidente chileno, Gabriel Boric, también en su visita a Argentina, primera visita que realiza al exterior en su calidad de Presidente en ejercicio de Chile. En una de sus primeras declaraciones sobre la política regional a desarrollar en su mandato, el actual presidente chileno señaló que «Latinoamérica tiene que recuperar una voz unida, si seguimos por separado, nos vamos a hundir por separado»; declaración que marca distancia a la política seguida por su predecesor, Sebastián Piñera, abierta y pragmáticamente opuesto a la integración suramericana.

Poco a poco, los tiempos del repudiable Almagro y del «Grupo de Lima», van quedando atrás. Ese grupo diplomático de países gobernados por la derecha genuflexa, subordinada a los intereses estadounidenses, intentó ser la plataforma diplomática que pretendía aislar y ahogar a Venezuela, intentando con diversas acciones o mas bien, agresiones, quebrar el hilo constitucional venezolano y derrocar al Gobierno legítimamente electo del Presidente Constitucional, Nicolás Maduro, cuya gestión se ha caracterizado por buscar la paz entre los(as) venezolanos(as). Vale la pena señalar que derogar la Constitución Bolivariana de 1999 en Venezuela, ha sido el interés de los EE.UU. desde los sucesos de abril de 2002 y antes.


Sin embargo, ha habido que esperar que mandatarios latinoamericanos y sus cancillerías, hayan visto la presencia de los enviados del gobierno estadounidense en Caracas. La administración Biden-Harris, ha mostrado pragmáticamente el interés que siempre ha tenido los EE.UU. en nuestros recursos naturales y particularmente, en nuestro petróleo, para que algunos gobiernos suramericanos, hayan podido dar un paso al frente en materia de relaciones diplomáticas con Venezuela.


Los mandatarios de turno, no tuvieron el valor para hacerlo cuando Venezuela mas necesitaba de la solidaridad del continente, para nuestra defensa ante el implacable azote de las agresiones coercitivas unilaterales de los EE.UU. hacia nuestro país, en al menos los ocho años recientes. Debemos recordar que sobre Venezuela ha sido aplicada una Guerra Híbrida y un salvaje bloqueo, con el objeto de convertirnos nuevamente en una neocolonia de la potencia en decadencia (EE.UU.).


Debemos recordar que gracias a países como la Federación de Rusia, la República Popular China y la República de Cuba, Venezuela pudo enfrentar y superar la pandemia que azotó al mundo entero y particularmente a la región, a la que se sumó todo un caudal de agresiones dirigidas desde Washington en contra de nuestro país y particularmente, de nuestro pueblo.

Por otra parte, el único país con capacidad en Sur América, para producir los fertilizantes indispensables para las economías agrícolas suramericanas, es Venezuela. Seguimos teniendo la reserva de petróleo pesado y extra-pesado más grande del planeta, la mayor reserva de gas natural de la región y una industria petroquímica que aunque maltrecha y dependiente, estará seguramente en capacidad de ayudar a superar en alguna medida, el impacto que ha producido el descomunal bloqueo que ha impuesto occidente a la Federación Rusa, principal proveedor de fertilizantes a la región.


Venezuela, con la ayuda de la República Islámica de Irán, ha dado pasos importantes para superar la dependencia de tecnología estadounidense, en nuestra industria petrolera y petroquímica. Convencido está el suscrito, de que con el apoyo de naciones como la República Islámica de Irán a la par de la Federación de Rusia y la República Popular China, Venezuela podrá superar las carencias tecnológicas impuestas por varias administraciones yankis.


Debemos recordar también que gracias a las naciones aliadas en otros continentes ya antes referidas y en adición, a la hermana República de Cuba, Venezuela ha podido dar una batalla exitosa al COVID19 en medio del salvaje bloqueo, logrando tener uno de los índices de morbilidad y mortalidad, más bajos de toda la región. De forma similar, lograremos superar el bloqueo que ha afectado y afecta, la producción de hidrocarburos, gas y fertilizantes en nuestro país.


Desde tiempos del Comandante Eterno, Hugo Chávez, Venezuela ha ido dando ejemplo de soberanía e independencia en sus relaciones internacionales, hecho que la derecha genuflexa latinoamericana, no ha visto con buenos ojos. Para ellos al igual que para Condolezza Rice (administración Bush-Cheney), Venezuela, el Presidente Comandante Hugo Chávez y ahora, el Presidente Nicolás Maduro, han sido malos ejemplos para la región, pues por todos los medios, los países gobernados por la genuflexa derecha suramericana, habían decidido seguir los pasos instruidos desde el norte, mismos que fueron sintetizados en la declaración de Pedro Pablo Kuczynski (ex-presidente de Perú), de ser «perritos falderos» de los Estados Unidos.


Fue Venezuela, bajo el liderazgo del Comandante Eterno, Hugo Chávez, quien inició el camino contemporáneo de integración regional inspirado en el legado de unión de El Libertador, Simón Bolívar. el ALBA, la UNASUR y la CELAC, son testimonio indudable de los esfuerzos de nuestro Gran Comandante que junto al inolvidable Comandante Fidel Castro Ruz, emprendieron pasos para lograr la integración de Latinoamérica, respetando la diversidad de nuestras naciones y pueblos.

En su momento, Luiz Inacio Lula Da Silva, indicó hace años, que no había viabilidad hacia el desarrollo individual de cada país de la región, que solo unidos lograríamos superar los inmensos obstáculos que han impedido el desarrollo integral de la misma y por ende, la defensa plena de la soberanía de nuestros pueblos. Lula, calificó a la UNASUR y a la CELAC, como «genuinas entidades de integración regional», contraria al ALCA que Estados Unidos intentó imponer a toda Latinoamérica.

Que bueno hubiera sido que en lugar de tanto pragmatismo y miedo, los Estados latinoamericanos hubieran dado con valor un paso al frente cuando el pueblo de Venezuela, estaba sufriendo todo tipo de vejámenes. Para muchos(as) venezolanos(as) el territorio regional siempre ha sido considerado como nuestra patria grande. De paso, vale recordar que de no haber sido por las tropas venezolanas, Sur América nunca hubiera logrado alcanzar la libertad e independencia política del imperio colonial español, hecho que parece olvidárseles a muchas y muchos partidarios de esa derecha latinoamericana genuflexa.

Aun así y pese a todo, más vale tarde que nunca. Bienvenido sea este «vuelvan caras». Que bueno ha sido ver que la Argentina intenta retomar los caminos indicados por el insigne suramericanista, el Presidente Nestor Kirchner, adalid en la lucha por la integración latinoamericana, la soberanía política, independencia económica y justicia social.

Por su parte, Venezuela siempre ha estado inmersa en la misión histórica de marcar indeleblemente, el camino que debe seguir toda la región latinoamericana en materia de lograr la unión y conquistar soberanía, con miras a construir juntos un mejor destino común, destino soñado por el Libertador, Simón Bolívar, y por el Comandante Chávez; destino al que tanto se han opuesto los bastardos intereses de la oligarquía imperial estadounidense y particularmente, la gran burguesía y las élites políticas (the stablisment) de los Estados Unidos de América del norte.

Continuemos dando pasos hacia la integración y de ser posible, la unión; seguramente, al final, ¡Venceremos !.

T/ Vladimir Adrianza Salas.

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