Comienza juicio a expresidente de Perú en medio de expectativa
Junto al expresidente, son juzgados su primera ministra, Betssy Chávez, presa desde junio de 2023; su consejero, Aníbal Torres; y su ministro del Interior, Willy Huerta

El juicio al expresidente peruano Pedro Castillo, por rebelión y otros delitos, por los cuales la Fiscalía pide una condena de 34 años, empezará este martes en el presidio para altos funcionarios en el que está encerrado desde hace más de dos años.
La acusación sostiene que el exmandatario merece semejante castigo por su frustrado intento de disolver el Parlamento adverso e intervenir los órganos de justicia, el 7 de diciembre de 2022, lo cual fracasó por falta de apoyo militar y policial.
Ese mismo día lo detuvieron por la Policía cuando se dirigía a la Embajada de México, para asilarse, según la Fiscalía, y para pedir protección y asilo para su familia, según Castillo.
Asimismo, se dio a conocer que, junto al expresidente, son juzgados como cómplices o coautores, quienes eran su primera ministra, Betssy Chávez, presa desde junio de 2023; su consejero, Aníbal Torres, y su ministro del Interior, Willy Huerta, en libertad con restruccuibes (condicional).
También el general Manuel Lozada, el comandante Jesús Venero, y el teniente Eder Infanzón, los tres de la Policía Nacional y acusados del mismo cargo, pero también en libertad condicional.
Fiscalía peruana sostiene que el expresidente dio a las Fuerzas Armadas la orden del golpe
En este sentido, la Fiscalía solicita 25 años de cárcel para los demás acusados, salvo Torres, para quien plantea 15 años de encierro.
Sobre los cargos, los defensores delexgobernante argumentan que la rebelión solo se comete, según el código penal, con un alzamiento armado colectivo, lo que no ocurrió, mientras la Fiscalía sostiene que Castillo dio a las Fuerzas Armadas la orden del golpe.
La ex ministra de la Mujer de la administración de Castillo durante algunos meses, Anahí Durand, sostiene que el acusado no dio un golpe de Estado, pues no tuvo apoyo militar ni policial, sino una acción desesperada ante el asedio de la oposición política y mediática, afanada por destituirlo.
Igualmente, la activista de izquierda afirma que, por el contrario, la actual mandataria, Dina Boluarte, conspiró contra Castillo junto al Congreso opositor, asumió la presidencia elegida por el Parlamento de mayoría opositora y desde entonces ejerce un gobierno de línea contraria al de su antecesor.
Cabe recordar que la sucesión dio pie a protestas sociales que dejaron un saldo de medio centenar de civiles muertos y la nueva presidenta registra desde entonces bajos índices de aprobación que, según una reciente encuesta privada, alcanza solo a 4 por ciento de la población.
T/Prensa Latina y LRDS