En una misiva bien documentada, dirigida al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, la cual fue entregada a la representación en Colombo del organismo internacional, los firmantes advirtieron que, de llevarse a cabo el ilegal ataque contra el país sudamericano, ello podría escalar a un conflicto global más amplio y poner en grave peligro la paz y el bienestar de los pueblos de todo el mundo.

Los representantes del Foro Nacional Antiimperialista, del Frente Nacional de la Libertad, del Partido Lanka Sama Samaja, del Partido Comunista, Frente de Izquierda Democrática, la Federación de Organizaciones Nacionales y del Movimiento Patriótico Nacional, apelaron a la misión de Naciones Unidas de mantener la paz y la seguridad internacionales como una responsabilidad sagrada e ineludible.

Este deber tiene un peso moral aún mayor considerando que los 33 Estados miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) han declarado formalmente a la región de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, puntualizaron.

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En la carta reiteraron que los planes de Washington se están llevando a cabo bajo falsos pretextos de la lucha contra el narcotráfico y que carecen de pruebas creíbles sus acusaciones de presunta vinculación del Gobierno legítimo de Venezuela y su presidente Nicolás Maduro con organizaciones criminales dedicadas al tráfico ilícito de drogas.

Refirieron informes como el de la Administración de Control de Drogas de los Estados Unidos (DEA) que aseguran la no participación de las autoridades venezolanas con la ilegal actividad.

También mencionaron el reporte del 2025 sobre el comportamiento de la droga en el mundo, el cual, agregaron, identifica a Estados Unidos como el mayor mercado ilícito de drogas con extensas redes de narcotráfico internas y un importante flujo de dinero lavado dentro de la economía estadounidense vinculado a esas actividades.

Los firmantes denunciaron las ejecuciones extrajudiciales vinculadas con las acciones de la armada de Estados Unidos en las costas cercanas a Venezuela y elogiaron la actitud de Caracas de notable moderación y paciencia ante esos actos indiscriminados de agresión.

Condenaron la entrega del Nobel de la Paz a María Corina Machado

También condenaron la entrega del Nobel de la Paz a María Corina Machado, decisión que consideraron parece a alinearse con los objetivos geopolíticos de Estados Unidos por aislar y desestabilizar Venezuela. Recordaron que Machado ha pedido públicamente, en numerosas ocasiones, la intervención militar directa de Estados Unidos contra su país; apoya las sanciones unilaterales impuestas por Washington contra el pueblo venezolano, y respalda acciones que constituyen la apropiación indebida de los activos soberanos de Venezuela en el extranjero.

Manifestaron también su preocupación por las conexiones de larga data y bien documentadas de la opositora venezolana con grupos narcoparamilitares colombianos y su exlíder, el expresidente Álvaro Uribe, así como su aliento moral y político a grupos violentos responsables de actos de disturbios y asesinatos selectivos en Venezuela.

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