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El magnicidio frustrado y golpe de Estado a Cristina Fernández de Kirchner

Un hombre de 35 años accionó un arma de calibre 9mm en la cara de la dos veces presidenta de la República Argentina y actual Vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Indiscutiblemente, la mano de Dios estuvo presente para evitar el asesinato y salvar la vida de la mandataria, previniendo la desgracia que eso implicaría para la nación argentina y más allá, pues es un verdadero milagro que el arma no se haya accionado para segar su fructífera vida.

Este hecho se produce luego de una intensa campaña de más de una década donde la derecha argentina, desde los medios de comunicación propiedad de capitalistas y terratenientes, enquistada desde siempre en el Poder Judicial de esa nación, ha buscado mediante la propaganda y recientemente, mediante el «lawfare», los instrumentos  necesarios para presentar a la actual Vice-Presidenta como un reo de cuenta,  que debe pagar según el fiscal de esa nación, Diego Luciani, 12 años de cárcel – es decir, morir en la cárcel – y quedar inhabilitada de por vida para ejercer cargos públicos. La verdad que la derecha es cruel, en todos los países.

La Guerra Psicológica intentó cobrar una nueva víctima delante de todos, guerra psicológica que es uno de los instrumentos predilectos de los EE.UU. Un hecho de alta importancia que pudiera haber llevado a una violenta confrontación entre amplios sectores políticos de ese país e inclusive, haber dado al traste con el intento de democracia liberal que desde años lleva construyéndose en la Argentina, pueblo que sufrió el impacto de las brutales dictaduras militares, quienes amparadas por los más oscuros intereses de la derecha y las oligarquías de ese país, usurparon el poder durante décadas, las cuales por cierto, fueron apadrinadas por los más oscuros intereses estadounidenses en un intento por evitar cualquier gobierno de izquierda o al menos, progresista, al sur del continente americano.

Los recuerdos del Plan Cóndor están frescos. Las abuelas de la Plaza de Mayo aun llevan su pañal en la cabeza solicitando justicia ante las desapariciones de sus familiares (hermanos(as), hijos(as), esposos(as) y demás), víctimas de la atroz persecución realizada por cuatro Estados del sur del continente, para acabar con las tendencias progresistas en esa región.

Recordemos que la derecha en Argentina ha sido la que ha detentado el poder históricamente en esa nación, unas veces mediante dictaduras militares y otras, mediante políticos que han entregado la soberanía económica de una nación periférica alineada al occidente global, entre los que se cuentan Menen, Cavallo y para muestra reciente, Macri.

Una derecha política que defiende a los terratenientes y a los sectores opulentos, altamente influida por corrientes de pensamiento ultraderechista y reaccionario  internacional,  que llegó a tener en tiempos de la II Guerra Mundial, el partido nazi más grande de América Latina. Recordemos además, que aunada a otros países del Cono Sur más Brasil, allí fueron a parar muchos criminales de guerra nazis, luego de perder la contienda con la URSS, sectores los cuales, han influido en el pensamiento hegemónico de sus clases dominantes.

Por lo tanto, no es de extrañar que ante el indiscutible avance de una nueva candidatura de Cristina Fernández como alternativa en las venideras elecciones presidenciales en ese país, la derecha haya decidido eliminarla para imponer a cualquier candidato de su elección, tal como lograron imponer a Macri, luego de varios periodos presidenciales del progresismo peronista, periodo en el cual, salieron a relucir los desastres de una derecha desalmada, dispuesta a recurrir al asesinato masivo para retener el poder en esa nación.

Expresiones de rechazo

Diversos presidente de América Latina han mostrado su rechazo a lo sucedido, expresando su solidaridad con la mandataria.

El expresidente boliviano y líder, Evo Morales Ayma, hace señalamientos en contra de los Estados Unidos, por el atentado contra Cristina Fernández. Ha señalado que este hecho se produce cuando dicho país pierde hegemonía [a nivel global y particularmente], en la región suramericana, y por tal motivo, apela a la violencia para evitarlo. Recordemos que Estados Unidos muestra claros indicios de decadencia en el imperio global que ha construido luego de la II Guerra Mundial y no es de extrañar que la CIA y otras agencias de inteligencia de esa nación, pudieran estar implicadas en este bochornoso acto. Recordemos además que esa nación considera su «hinterland», «back yard» o «patio trasero» a toda la región latinoamericana y, por ende, nada de lo que sucede le es ajeno.

El Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, ha calificado de «golpe de Estado» el suceso, indicando que «se quiso eliminar al adversario«. Declaró además que «cuando no les alcanzan los votos, la oligarquía ha actuado de la misma manera. Tenemos que cuidarnos en el sur». Y lo dice con toda la razón habida cuenta de que ha sufrido al menos dos atentados en contra de su vida en tiempos recientes.

Indudablemente, el hecho en sí constituye un magnicidio en grado de frustración y un claro intento de golpe de Estado, llevado a cabo  por un individuo de mediana edad con claras señales de simpatizar con corrientes neonazis (tatuaje en un brazo) y que en la más ingenua de las hipótesis, ha sido objeto de la influencia de las «campañas de odio», guerra psicológica, que la derecha ha realizado en Argentina, haciendo uso de la gran prensa nacional en manos esos sectores. En el más leve de los escenarios, un tonto útil que se prestó para tan vil acción, demostrando su crasa ignorancia histórica respecto a los dramas sociales del país donde ha vivido, los cuales, evidentemente no parece conocer.

Un caso curioso

El formateo del celular del indiciado no luce como un error técnico, más si como un hecho premeditado. Allí debe haber habido información clave para determinar quiénes fueron los autores intelectuales de tan monstruoso crimen, destinado a segar la vida de Cristina Fernández y que gracias a Dios, milagrosamente no ocurrió.

El momento histórico y el cambio de táctica

Lo que sí es un hecho es que el imperio occidental y sus asociados en la periferia, ha variado de tácticas de acuerdo al momento histórico en que se vive. En tiempos de la 1ra. Guerra Fría, en Latinoamérica se produjeron hechos como la internacional de las espadas y los golpes de Estado, el Plan Cóndor, las desapariciones forzadas, los torturados y arrojados al mar y los escuadrones de la muerte. Las fuerzas armadas de los países cuyos mandos castrenses identificaban como enemigo a su propio pueblo; estas eran los principales instrumentos para reprimir los cambios sociales esperados históricamente por los pueblos de nuestro continente.

Luego de la caída de la URSS, un maquillaje de Derechos Humanos envolvió las acciones de la derecha internacional, enfatizándose en el uso de la Guerra de Propaganda, llamada luego, Guerra Mediática; mediante incesantes campañas, nacionales e internacionales, destinadas a ejercer presión para torcer la voluntad de aquellos pueblos que poco a poco han ido tomando conciencia de clase, conciencia política. Estos medios han mentido reiteradamente, acerca de las supuestos peligros de las candidaturas de izquierda o al menos progresistas en cada país de la región.

Al ver, que los resultados de las incesantes campañas mediáticas, no logran los niveles de resultados esperados y que el «lawfare» no parece dar los resultados requeridos con la celeridad necesaria, vuelven a recurrir a medios que les son pragmáticamente, más directos y efectivos, entre estos el asesinato.

En otras entregas, desarrollaremos otros considerandos sobre las repercusiones de lo acontecido en Argentina, con el intento de magnicidio sobre esa gran líder mujer llamada Cristina Fernández de Kirchner, la encarnación de Eva Duarte de Perón en tiempos actuales.

T/ Dr. Vladimir Adrianza Salas

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