
Cuba reiteró su exigencia de ser retirada de la «lista de países patrocinadores del terrorismo», un documento unilateral que confecciona el Departamento de Estado de Estados Unidos y que en la isla se considera un acto de injusticia, precisa una declaración emitida por el Ministerio de Relaciones Exteriores.
El 15 de mayo, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, envió una notificación al Congreso estadounidense anunciando la salida de Cuba de la lista de países que no cooperan en la lucha contra el terrorismo (Not Fully Cooperating Country, NFCC por sus siglas en inglés), al determinarse que las circunstancias para la certificación de Cuba como país que no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas han cambiado de 2022 a 2023.
«Se trata de una lista absolutamente unilateral e infundada, cuyo único fin es calumniar y servir de pretexto para la adopción de medidas económicas coercitivas contra Estados soberanos, como las que despiadadamente se aplican contra Cuba», enfatiza el Ministerio de Exteriores cubano.
«No basta con reconocer que Cuba coopera plenamente con Estados Unidos. Lo hace también con la comunidad internacional en su conjunto. Es una verdad conocida y no se debe intentar confundir a la opinión pública. El presidente de los Estados Unidos cuenta con todas las prerrogativas para actuar con honestidad y hacer lo correcto», enfatiza el documento.
Cuba fue incluida por primera vez en la lista de patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado durante la administración del presidente Ronald Reagan en 1982, pero en 2015, el entonces mandatario Barack Obama dijo que esa designación no tenía mérito en el caso de la isla y la retiró.
Sin embargo, el 12 de enero de 2021, días antes de abandonar el cargo, Donald Trump dejó de herencia a su sucesor Joe Biden la reinclusión de Cuba en la lista de patrocinadores del terrorismo, algo que mantiene pese al reclamo para que rectifique esa postura en su política hacia la nación caribeña.
T: Sputnik/Prensa Latina/LRDS