Tras tomar posesión del cargo, este domingo, el presidente de Brasil Inacio Lula da Silva derogó más de una decena de decretos firmados durante el Gobierno de su antecesor, Jair Bolsonaro.
Con la medida dictada por Lula, se suspende la política de flexibilización para la adquisición de armas y el inmediato retiro del programa de privatizaciones de la petrolera Petrobras y la de logística Correios y la Empresa Brasileña de Comunicación (EBC), la red de medios públicos.
De igual forma, Lula ha indicado que la Controlaría General de la Unión (CGU) tendrá que reevaluar en un plazo de 30 días el secreto impuesto durante 100 años a documentos e información de la Administración Pública, decisión del Ejecutivo anterior.
También se restableció el Fondo Amazonia, una caja de donaciones internacionales comandada por Noruega y Alemania, destinada al desarrollo productivo de las comunidades amazónicas.
Este fondo había sido despreciado por el Gobierno de Bolsonaro.
El dirigente brasileño ha firmado varias medidas provisionales, una de ellas garantiza el pago de 600 reales brasileños (106 euros) a las familias inscritas en el actual programa Auxilio Brasil y que, a partir de ahora, pasa a llamarse Bolsa Familia.
La segunda amplía la exención de impuestos sobre los combustibles; y la tercera la reestructuración del Gobierno al aumentar el número de ministerios de 23 a 37.
Lula arranca su Gobierno con 17 reuniones bilaterales
En otro orden de ideas, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, inicia la primera jornada de trabajo de su nuevo Gobierno, reuniéndose con algunos de los jefes de Estado que acudieron a la ceremonia de toma de posesión en Brasilia.
Uno de los primeros en verse con el nuevo líder de Brasil fue el rey Felipe VI de España: «Hablamos sobre las relaciones Brasil-España, Europa y América Latina», informó Lula por Twitter.
T/Telesur/LRDS
