El ultraderechista José Antonio Kast ha ganado este domingo en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile, derrotando a la candidata de la coalición de centro-izquierda Jeannette Jara, quien se comunicó con su rival para desearle éxito en su gestión.

El fundador del Partido Republicano ganó en las 16 regiones del país, incluido bastiones de izquierda como Valparaíso y la Región Metropolitana, que alberga la capital, y arrasó en las zonas mineras del norte y las agrícolas del sur. «Hace unos minutos recibimos la llamada de Jara», dijo Arturo Squella, mano derecha de Kast y presidente del Partido Republicano.

Analistas señalaron que la victoria de Kast, un formal regreso del pinochetismo al poder, es una derrota para la gestión del presidente Gabriel Boric, que no logró una movilización de la izquierda y la articulación de un discurso coherente frente a Kast. Es la segunda victoria más amplia desde el retorno de la democracia a Chile, después del triunfo por 24.3 puntos de la expresidenta progresista Michelle Bachelet ante la conservadora Evelyn Matthei, en 2013.

Kast, que hizo campaña en el plebiscito de 1988 a favor de la continuidad de Agusto Pinochet (1973-1990), es el primer pinochetista en llegar al Gobierno desde el retorno de la democracia. Antes, Sebastián Piñera (2010-2014 y 2018-2022) había sido el único derechista en lograrlo, pero en 1988 votó contra la permanencia del dictador.

Progresismo y ultraderecha pugnan por la presidencia de Chile

Kast recibirá la banda presidencial el 11 de marzo de manos de Boric

En su tercer intento (2017 y 2021), Kast recibirá la banda presidencial el 11 de marzo de manos de Boric, que lo derrotó hace cuatro años. Su énfasis en la seguridad y la migración irregular hicieron que estos fueran temas preponderantes en la campaña electoral, aun cuando Chile sigue siendo uno de los países más seguros del continente, con una tasa de homicidios de seis por cada 100.000 habitantes.

El católico ultraconservador quedó segundo (23.9%) en la primera vuelta de las presidenciales, pero la misma noche en que se dieron los resultados recibió el apoyo sin condiciones de la derecha tradicional y de otra extrema derecha aún más radical, sumando así más del 50%.

Kast, que inmediatamente felicitado por Santiago Abascal (Vox, España) y por el presidente argentino, Javier Milei, Kast, tiene fuertes vínculos con otros líderes ultraderechistas de la región y en su plataforma electoral han destacado la expulsión masiva de migrantes, la tipificación de la migración como un delito o la construcción de cárceles de máxima seguridad con aislamiento total para líderes del narcotráfico.

En su gestión en la Moneda deberá lidiar con un Legislativo sin fuerzas mayoritarias, donde el bloque de derecha y ultraderecha está a dos diputados de la mayoría en el Congreso (76 de 155) y empatado con la izquierda en el Senado.

Unas perlas sobre el presidente electo

Las credenciales ultras de José Antonio Kast le vienen de familia. Su hermano Miguel fue el primer ministro civil a las órdenes de Augusto Pinochet.

Su padre, Michael Kast (Alemania, 1924-Chile, 2014) militó en el partido nazi en la Segunda Guerra Mundial, como reveló una investigación de la agencia Associated Press (AP).

 Kast, la gran figura de la ultraderecha en Chile, devenido hoy en presidente no es alguien que viva a disgusto con el pasado.

Tras el revuelo mediático que causó la noticia de AP en 2021, Kast acabó reconociendo la presencia de su padre en las filas de Adolf Hitler, pero dijo que lo hizo “obligado por las circunstancias”. Con la dictadura chilena ha tenido menos remilgos: en una entrevista llegó a afirmar que si Pinochet estuviera vivo, lo votaría, y ha defendido públicamente a un miembro del Ejército condenado a más de 800 años de cárcel por secuestros y desapariciones.

Con información de Telesur y AP

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