La crisis ucraniana fue provocada en gran medida por la agresiva expansión de la OTAN hacia el este. El bloque es el culpable. En lugar de reflexionar sobre sí misma, la OTAN presiona a otros países para que la apoyen contra Rusia. Esto es poco razonable y bastante siniestro.
“China debería unirse al resto del mundo para condenar enérgicamente la brutal invasión de Ucrania por parte de Rusia”, dijo el martes el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. “La invasión rusa de Ucrania es una flagrante violación del derecho internacional, por lo que pedimos [a China] que condene claramente la invasión y, por supuesto, que no apoye a Rusia. Y estamos vigilando de cerca cualquier señal de apoyo de China a Rusia”.
La OTAN es una marioneta de Estados Unidos, un bloque militar de la Guerra Fría manipulado por Estados Unidos. La obsoleta organización militar ha lanzado muchas agresiones militares despiadadas y ha desencadenado los correspondientes desastres en los que la población local sufrió grandes sufrimientos. La campaña de bombardeos aéreos de la OTAN contra la República Federal de Yugoslavia en 1999, durante la guerra de Kosovo, es un ejemplo.
OTAN debería estar desmantelada
Las manos de la OTAN están manchadas de sangre y el propio bloque ha sido una gran amenaza para la seguridad mundial y local. ¿Está la OTAN capacitada para criticar a otros países? Esta organización debería haber sido desmantelada hace tiempo.
“La OTAN es la máquina de guerra más grave que viola el derecho internacional y pone en peligro la soberanía y la integridad territorial de otros países desde el final de la Guerra Fría. ¿Desde cuándo se ha convertido en un defensor del derecho internacional? Si es un defensor del derecho internacional, ¿podría primero pedir disculpas por su bombardeo de Yugoslavia? ¿Podría compensar primero el bombardeo de la embajada china en Yugoslavia en 1999, que dejó tres periodistas muertos y más de 20 heridos? Stoltenberg no está cualificado y no tiene derecho ni base moral para hacer tales comentarios”, dijo Shen Yi, profesor de la Escuela de Relaciones Internacionales y Asuntos Públicos de la Universidad de Fudan, al Global Times.
Occidente ha caído en la locura extrema, y esto es bastante enfermizo. También es un síntoma de la creciente anormalidad de la comunidad internacional bajo la coacción de EEUU y sus aliados. La retórica de Stoltenberg suena como si intentara etiquetar a China como “cómplice” de Rusia. En cuanto a las tensiones entre Rusia y Ucrania, no hay un bien y un mal absolutos, ya que la geopolítica, la historia y la cultura entre ambos son demasiado complicadas. Sus tensiones son un problema difícil de resolver. En este contexto, presentar su conflicto militar como el bien contra el mal no es racional y es perjudicial para abordarlo.
El embajador chino en Estados Unidos, Qin Gang, dijo en un artículo de opinión en The Washington Post que rumores como que “Rusia estaba buscando ayuda militar de China” son “pura desinformación”. Todo esto es una guerra de información iniciada por EEUU. La OTAN está tratando de utilizar este tipo de guerra de información para intimidar a China, y para coordinar a Washington, en un intento de ocupar el terreno moral sobre la crisis de Ucrania.
“Al hacer tales declaraciones, la OTAN está tratando de distorsionar el enfoque de la comunidad internacional de criticar su expansión hacia el este a la supuesta coordinación de China con Rusia”, dijo Zhang Tengjun, Director Adjunto del Departamento de Estudios de Asia-Pacífico en el Instituto de Estudios Internacionales de China. “La OTAN está eludiendo deliberadamente su papel y su responsabilidad. Está tratando de cambiar la culpa y confundir al público. Esto es muy siniestro”.
T/ Global Times/ LRDS
