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A Puerto Rico le tocará afrontar sus peores dos meses con la pandemia del COVID-19

Con 1.032 muertes reportadas por COVID-19 hasta el día de ayer, Puerto Rico se enfrentará, en los próximos dos meses, a la peor parte de la pandemia. Pero, los expertos vislumbran que el sol empezará a salir en el 2021.

A un año desde del primer caso reportado de COVID-19 en la provincia de Wuhan, en China, y a ocho meses de que se confirmara el primer contagio por este virus en suelo boricua, la isla atraviesa un peligroso repunte de esta enfermedad.

Aunque las personas de 20 a 29 años lideran los contagios en Puerto Rico, el 88% de las muertes ha sido en personas mayores de 60. Entre los mayores de 90 años o más, 319 personas han sido contagiadas con el virus. De esos, el 31.3% han fallecido.

De los 161 decesos por esta enfermedad reportados en lo que va noviembre, hasta ayer solo 83 ocurrieron en este mes. Los otros 78 realmente ocurrieron entre julio y octubre, pero fueron informados de forma tardía.

Así se desprende de un análisis realizado por el gerente de investigación del Fideicomiso de Salud Pública, Marcos López Casillas, quien anticipó que Puerto Rico se enfrenta a dos desafíos que podrían dificultar el panorama actual: el cambio de gobierno y las fechas festivas venideras.

“Hay que ver cómo se va a dar el cambio de gobierno porque va a entrar un grupo nuevo”, dijo, al advertir la importancia de que se le dé continuidad a iniciativas que han demostrado ser trascendentales, como el Sistema Municipal de Investigación de Casos y Rastreo de Contactos (SMICRC) que dirige la doctora Fabiola Cruz López.

López Casillas, catedrático del Departamento de Física y Química de la Universidad de Puerto Rico en Humacao, resaltó que la Navidad coincide con estos días de pandemia. En ese sentido, urgió a la conciencia ciudadana por tratarse de una fecha en la que las familias se reúnen.

Datos del SMICRC reflejan que del 12 de octubre al 12 de noviembre se reportaron 468 brotes, principalmente en la región de Bayamón (128). Le siguen Ponce (91), Arecibo (78), Caguas (62), el área metropolitana (56), Mayagüez (36) y Fajardo (17). Según este informe, el 66% de los brotes reportados fue de origen familiar, mientras el 19% salió de un escenario mixto, 9% por contactos laborales, 4% en un entorno social y 0.4% por viajeros.

Sin embargo, López Casillas advirtió que se anticipa que Puerto Rico recibirá más viajeros para las celebraciones navideñas, principalmente familiares del exterior, por lo que urgió a que se fortalezcan los controles en el aeropuerto.

Las festividades pueden disparar el virus

De hecho, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), activó este fin de semana un alerta de viaje nivel cuatro para Puerto Rico, el más alto, por el alto riesgo de contagio de COVID-19 que hay en la isla. Específicamente, el CDC advierte evitar todo viaje a Puerto Rico.

“Con un 66% de los brotes saliendo del entorno familiar, tenemos un gran reto. Si logramos parar ese punto de partida de los contagios (los brotes familiares, por entorno social y de viajeros), controlamos el COVID”, aseguró López Casillas.

Hasta ayer, en Puerto Rico se habían reportado 46.923 casos, con 607 hospitalizados por este virus. Mientras, los pueblos con más casos confirmados son San Juan, Bayamón, Caguas, Carolina, Guaynabo, Toa Alta, Toa Baja, Vega Baja, Arecibo y Trujillo Alto.

El presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos, coincidió en que urge reforzar los controles de llegada a la isla, porque la transmisión comunitaria se desarrolló por viajeros contagiados que llegaron al país a visitar familiares. Lo mismo, anticipó, volverá a ocurrir en diciembre.

“Hay que dejar lo que está montado, porque tumbar lo que hay costaría vidas”, sostuvo Ramos, al recomendar que, el próximo año, el Municipio de San Juan entre al SMICRC para que haya uniformidad en los sistemas de rastreo de los 78 municipios.

La evolución del conocimiento sobre el virus también se ha convertido en un reto, pues los ciudadanos lo ven como incongruencias en las recomendaciones médicas, señaló el infectólogo Miguel Colón.

“La información que ha salido del COVID, desde el principio, ha sido incongruente. Todo ha sido un cambia, cambia. Primero, decían (en Estados Unidos) que las mascarillas no protegían (del contagio del virus), después que sí. Que si (la transmisión era) por ‘droplets’ (microgotas al toser, estornudar o hablar) y luego que si ‘airborne’ (aerotransportada)”, destacó Colón.

“Hoy, por ejemplo, no tenemos nada para el paciente críticamente enfermo, el bien malo en ventilador. Ese es uno de los problemas grandes: no tenemos nada que salve la vida de esos pacientes”, señaló Colón.

Otro “fracaso”, dijo, ha sido que muchos no entienden lo crítico que puede ser el virus hasta que alguien cercano o la misma persona se contagian.

T/ Nuevo Día/ LRDS

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