Brasil: Declaran calamidad pública en Rio Bonito do Iguaçu tras paso de devastador tornado
En Paraná el paso de un tornado de magnitud F2 ha dejado seis muertos y 750 heridos además de la destrucción casi total de la ciudad

Las autoridades del estado brasileño de Paraná declararon estado de calamidad pública en el municipio de Rio Bonito do Iguaçu tras el paso de un tornado de magnitud sin precedentes que dejó al menos seis personas fallecidas, más de 750 heridas y aproximadamente 10.000 desplazadas en 14 municipios del estado, fronterizo con Argentina.
El fenómeno, ocurrido la noche del viernes 7 de noviembre, devastó cerca del 90% del territorio de Rio Bonito do Iguaçu —la localidad más afectada, con cinco de las víctimas mortales—, mientras que la sexta muerte se registró en la zona rural de Guarapuava. Una persona continúa desaparecida y más de 50 bomberos continúan operativos de rescate.
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Clasificado preliminarmente como F2 en la escala Fujita —equivalente a vientos entre 180 y 250 km/h—, el tornado estuvo acompañado de intensas lluvias y granizo. La Defensa Civil de Paraná señaló, sin embargo, que en algunas zonas los vientos podrían haber superado los 250 km/h. Los daños incluyen el colapso de techos y estructuras, el derrumbe de más de 250 postes eléctricos y tres torres de alta tensión, y severas afectaciones a la red vial.
Cerca del 75 % de los clientes de la compañía eléctrica Copel permanecen sin suministro, mientras que Sanepar, la empresa estatal de saneamiento, implementa un plan de emergencia para garantizar agua potable ante el colapso del sistema principal.
El gobernador Carlos Massa Ratinho Júnior visitó la zona el sábado, anunció la creación de un grupo de trabajo para la reconstrucción de viviendas y decretó tres días de duelo oficial. Además, se suspendió la aplicación del Examen Nacional de Educación Media (Enem), programado para este domingo en Rio Bonito do Iguaçu.
El gobierno federal respondió con el envío inmediato de equipos coordinados por la ministra de la Casa Civil, Gleisi Hoffmann, incluyendo personal de los ministerios de Salud e Integración y Desarrollo Regional, técnicos de la Defensa Civil Nacional y profesionales del Sistema Único de Salud (SUS).

Brasil en urgencia: presidencia de la COP30 debe responder a la crisis climática
La tragedia en Paraná coincide con el desarrollo de la COP30 en Belém, cuya presidencia estará a cargo de Brasil a partir del lunes 10 de noviembre. Para el ambientalista Carlos Rittl, director global de la Wildlife Conservation Society, este escenario subraya la urgencia de respuestas concretas frente a la crisis climática. “Vivimos en la era de los extremos, por lo que la COP debe ofrecer respuestas. Brasil debe facilitar la negociación para que este proceso impulse compromisos más firmes”, declaró a periódico Brasil de Fato.
Rittl señaló que el tornado forma parte de un patrón global de desastres cada vez más frecuentes e intensos. “Este proceso debe dar respuestas a las víctimas en Paraná, a las familias que sufrieron pérdidas en Jamaica por el huracán más fuerte jamás registrado allí y a todas las comunidades afectadas por fenómenos extremos”, enfatizó.


El ambientalista identificó dos prioridades clave: acuerdos más ambiciosos para reducir emisiones de gases de efecto invernadero —“cada décima de grado de calentamiento que evitemos salva vidas y ecosistemas”— y triplicar los fondos internacionales para la adaptación climática, especialmente en países en desarrollo altamente vulnerables.
Además, insistió en la necesidad de planes locales coordinados. “Las ciudades deben identificar sus vulnerabilidades —climáticas, sociales y económicas— y adoptar medidas preventivas frente a tornados, lluvias extremas o sequías”, concluyó. En medio de la emergencia, Brasil enfrenta no solo una catástrofe humanitaria, sino también un llamado global a convertir su liderazgo climático en acción concreta.
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