
El primer ministro canadiense Justin Trudeau enfrenta la mayor prueba de su carrera política después de que la ministra de Finanzas Chrystia Freeland, desde hace tiempo una de sus funcionarias más poderosas y leales, renunció al gabinete el lunes.
La sorprendente medida generó interrogantes sobre cuánto tiempo más puede permanecer el primer ministro en el poder mientras su gobierno se apresura a lidiar con la llegada del presidente electo estadounidense Donald Trump.
Trudeau lleva casi 10 años en el cargo y su popularidad ha caído en picada debido a preocupaciones sobre la inflación y la inmigración.
Tras la renuncia relámpago de Chrystia Freeland por diferencias con Trudeau, algunos gobernantes canadienses de la oposición y del oficialismo comenzaron a pedir la renuncia de Trudeau.
Parte de miembros de su propio partido, entre ellos Sean Fraser, ministro de Vivienda y considerado una figura ascendente dentro del Partido Liberal, quien también anunció su dimisión el lunes, profundizando la crisis.
Jagmeet Singh, jefa del Nuevo Partido Democrático, que ha ayudado al Gobierno apoyando sus presupuestos y otras leyes, dijo que Trudeau debía dimitir.
En tanto, el dirigente de los conservadores, Pierre Poilievre, favorito para ganar las próximas elecciones, reiteró su petición de que el Gobierno de Trudeau disuelva el Parlamento y convoque una votación nacional.
Ante este panorama, algunas fuentes gubernamentales dijeron al medio canadiense CTV News que Justin Trudeau está considerando sus opciones como primer ministro.
La crisis política de Justin Trudeau se agravó, entre otras cosas, a la insatisfacción de muchos aliados y opositores acerca de cómo su Gobierno ha respondido a las amenazas arancelarias de Donald Trump, quien llegará a la Casa Blanca en enero próximo.
En su carta de renuncia, Freeland acusó a Trudeau de enfocarse en “estrategias políticas costosas” en lugar de abordar las amenazas graves que enfrenta el país, entre ellas la advertencia del presidente electo Trump de imponer aranceles del 25% a bienes canadienses y mexicanos si no se refuerzan las medidas contra la migración irregular y el narcotráfico.
Trudeau aseguró hace poco que cuenta con “el apoyo de la mayoría” de los 153 integrantes del Partido Liberal canadiense en la Cámara de los Comunes, pese a que algunos diputados de su partido firmaron una carta en la que pedían que dimitiera como primer ministro de cara a las próximas elecciones, recordó el medio británico.
Justin Trudeau, antiguo profesor de instituto e hijo mayor de Pierre Trudeau, uno de los primeros ministros más conocidos de Canadá, fue elegido en 2015 con una mayoría parlamentaria decisiva para su Partido Liberal. Luego ganó sucesivas elecciones en 2019 y 2021, pero su popularidad no ha dejado de caer desde entonces a medida que los canadienses se han ido frustrando con los escándalos políticos, las promesas incumplidas y la economía, entre otros problemas.
En este escenario, Trudeau enfrenta tres posibles caminos: Dimitir como líder del Partido Liberal, lo que daría inicio a un proceso interno de elección para reemplazarlo. En este caso, Freeland, a pesar de su renuncia, podría postularse como una de las principales contendientes, junto con figuras como la ministra de Relaciones Exteriores, Mélanie Joly.
La segunda opción sería que Trudeau convoque a elecciones anticipadas, algo que ha sugerido en repetidas ocasiones, aunque esta estrategia conlleva riesgos, ya que su partido está más de 20 puntos porcentuales por detrás del Partido Conservador en las encuestas.
Finalmente, Trudeau podría ignorar las demandas de su propio partido y de la oposición, permaneciendo en el poder hasta la fecha límite de octubre para convocar elecciones. Sin embargo, esta opción podría complicarse si el presupuesto interino del gobierno, conocido como la declaración económica, no obtiene el apoyo necesario en el Parlamento, donde los liberales no tienen mayoría y dependen de alianzas con partidos opositores.
Trudeau ha dicho que planea conducir al Partido Liberal a las próximas elecciones, pero muchos miembros del partido han dicho que no quieren que se postule para un cuarto mandato, y la renuncia de Freeland fue un golpe enorme.
Trudeau se reunió con sus legisladores el lunes por la noche. Más tarde, la mayoría de ellos pasó junto a los reporteros, negándose a decir qué se dijo en la reunión.
Para reemplazar a Freeland, Trudeau nombró rápidamente a su aliado de largo tiempo y amigo cercano Dominic LeBlanc, anteriormente ministro de seguridad pública, que recientemente acompañó al primer ministro en una cena con Trump en su mansión de Mar-a-Lago. Freeland no hizo ese viaje.
Después de ser juramentado, LeBlanc les dijo a los reporteros que él y Trudeau están enfocados en el costo de la vida que enfrentan los canadienses y en encontrar puntos en común con Trump sobre seguridad fronteriza y cuestiones económicas.
“No ha sido un día fácil”, declaró Trudeau más tarde a un grupo de simpatizantes del partido. Lo llamó uno de los “días más difíciles” de su partido, pero no indicó qué planeaba hacer.
Partido de Trudeau pierde elecciones parciales y aumentan presiones para que renuncie
T: Sputnik/Agencias