
El ex-jefe de seguridad del presidente Luis Lacalle Pou, Alejandro Andrés Astesiano, no sólo formaba parte de una red delictiva, sino que también puso en riesgo la seguridad nacional de Uruguay, denunció este viernes el Partido Comunista de Uruguay (PCU), en su medio oficial El Popular.
Alias El “Fibra” Astesiano, junto a extranjeros y un escribano uruguayo, dirigió una banda delictiva que se dedicó a falsificar los datos de ciudadanos rusos, para hacerles aparecer parentescos con ciudadanos uruguayos y darles cédulas y pasaportes de Uruguay.
La banda a cargo del jefe de custodia de Lacalle Pou, utilizó despachos oficiales, acceso a las bases de datos de la Dirección Nacional de Identificación Civil y de Cancillería, cobraban unos 50 mil pesos por cada trámite.
La maniobra fue alertada hace años por la comunidad rusa en México y el vicecónsul de la embajada rusa en Montevideo colaboró con la justicia y aportó información.
“Fibra” fue detenido en la propia residencia presidencial, la noticia fue de alto impacto a nivel internacional, el daño provocado a la imagen de nuestro país es enorme», señala el PCU.
«El escándalo adquiere ribetes de espectáculo, pero es necesario trascender la anécdota y analizar a fondo un hecho de enorme gravedad institucional», agregan.
Problema de seguridad nacional
Para los comunistas uruguayos, el país sudamericano se encuentra «ante una falla de seguridad nacional muy grave. Falló el presidente; fallaron todos los servicios de inteligencia; fueron penetrados los bancos de datos de la Dirección Nacional de Información Civil y de Cancillería; falló la seguridad para otorgar documentos. Una banda criminal utilizó infraestructura de Presidencia de la República para montar un esquema delictivo de alcance internacional«.
El presidente Lacalle Pou, compareció en una de sus acostumbradas ruedas de prensa y dijo que no tenía “indicios” y que le confiaba a “Fibra” su familia. Dijo que el desempeño como funcionario de “Fibra”, jefe de una banda criminal que expuso la seguridad nacional, fue “intachable”. Parece broma, no lo es.
Contrariamente a lo que dijo Lacalle Pou, “Fibra” tiene un profuso legajo de antecedentes; tiene procesamientos, fue indagado en dependencias policiales de cuatro departamentos uruguayos: Montevideo, Colonia, Canelones y Maldonado.
Lo indagaron más de treinta veces por varios delitos, entre ellos estafa, hurto, apropiación indebida y daños.
Se sabía aunque Lacalle lo negaba
Todo esto se sabía desde hace mucho tiempo. Hubo información de prensa y también acciones parlamentarias. El 14 de abril de 2020, el diputado de la 1001, Unidad para los Cambios y el Frente Amplio, Gerardo Núñez, realizó un pedido de informes sobre el personal asignado al Servicio de Seguridad Presidencial.
El pedido de informes, dirigido al Ministerio del Interior, fue varias veces reiterado, incluso con el respaldo de toda la bancada del Frente Amplio. Hubo contactos personales tanto con Jorge Larrañaga como con Luis Alberto Heber, nunca fue respondido.
El 28 de agosto de 2020, el medio Caras y Caretas publicó una nota del periodista Víctor Carrato que revelaba las numerosas anotaciones que tenía “Fibra” Astesiano.
En septiembre de 2021 Radio Sarandí realizó una nota al respecto. El 8 de septiembre de 2021, El Popular publicó una nota de Rolando Arbesún, recordando el pedido de informes sin respuesta y las revelaciones hechas hacía más de un año por Caras y Caretas. El 10 de septiembre de 2021, Caras y Caretas publicó una segunda nota de Víctor Carrato y una segunda tapa sobre el tema con el título: “Los chicos malos” y el complemento: “La custodia del number one está pa´l crimen”. La Diaria también informó de la situación.
El presidente Lacalle Pou, no puede decir que no había indicios. Había mucho más que indicios. Tampoco se puede hablar de un tema personal de Luis Lacalle Pou, ni se arregla diciendo “no sabía”. Es un caso de enorme gravedad institucional.
El PCU advirtió que no se está «hablando de un guardaespaldas que dio un mal paso, como la prensa oficialista intenta presentarlo. Como Jefe del Servicio de Seguridad Presidencial. “Fibra” tenía entre sus atribuciones la de recabar información de cualquier agencia de inteligencia o seguridad, nacional o extranjera, en consideración a potenciales riesgos para el presidente, su familia u otra persona que él determine».
Preguntas pendientes
La confianza de Lacalle Pou en “Fibra” se puede explicar en que este tiene una larga vinculación con el Partido Nacional y con la familia Lacalle. En 1999 fue custodio de Sergio Abreu, candidato a la vicepresidencia por la fórmula del Partido Nacional, que encabezaba Luis Alberto Lacalle Herrera.
Algunas de las preguntas pendientes, que van más allá de la propia investigación judicial que continúa, son estas: ¿Lacalle Pou no leyó ninguna de las notas con las denuncias? ¿Si el presidente no es muy dado a leer, no tiene nadie que le lea las noticias?
¿En los reportes diarios de Inteligencia ni siquiera le hicieron un relevamiento básico de prensa al presidente? ¿A nadie se le ocurrió consultar al Sistema de Gestión de Seguridad Pública y ver si la información era cierta? ¿Le informaron e igualmente siguió manteniendo su “confianza” en “Fibra”?
¿Cómo ahora parece, preguntó y le informaron mal desde el Ministerio del Interior, por qué? ¿Qué hizo Álvaro Garcé desde su Secretaria de Inteligencia del Estado no se dio cuenta de que había un esquema criminal? ¿Qué hicieron los servicios de Inteligencia Militar y Policial, este último acusado recientemente de espiar periodistas y policías sindicalizados, no tuvieron ningún indicio? ¿No hay ningún mecanismo de contrainteligencia o al menos de control mínimo sobre el accionar de quienes componen el círculo más cerrado de la seguridad presidencial y tienen acceso a información delicada?
T/ El Popular/ LRDS