
La Corte de Apelaciones de París ordenó este lunes la puesta en libertad del expresidente francés Nicolas Sarkozy, quien llevaba 21 días encarcelado tras su condena en el juicio por el financiamiento libio para las elecciones presidenciales de 2007 que llevaron al Elíseo.
Durante el examen de su solicitud en una audiencia pública de unos 50 minutos la Fiscalía General pidió su liberación bajo control judicial. Sarkozy compareció por videoconferencia desde la prisión de la Santé. El tribunal le impuso una amplia prohibición de contacto, incluyendo con el ministro de Justicia Gérald Darmanin, y una prohibición de salir del territorio nacional.
El tribunal dictaminó el lunes que «no existe riesgo de ocultación de pruebas, presión o colusión (…). No se justifica el mantenimiento de la detención», añadió la Fiscalía.
«La prisión es dura, muy dura, seguramente lo es para cualquier detenido. Diría incluso que es agotadora», testificó Sarkozy, quien siguió el debate con rostro serio.
«Estoy luchando para que la verdad triunfe», dijo también el ex presidente, de 70 años, quien apeló su condena a cinco años de prisión por asociación de malhechores, dictada el 25 de septiembre.
Sarkozy insiste en que es inocente y ha recurrido su condena. En el marco de su recurso, su estancia en prisión se considera detención preventiva, y no ejecución de la sentencia. Se espera que el nuevo juicio de apelación sea en marzo de 2026.
El próximo 26 de noviembre, el expresidente conocerá la sentencia del Tribunal Supremo sobre otra condena de un año de cárcel (reducida a seis meses) por una trama de facturas falsas para financiar actos electorales en la campaña para su reelección de 2012, algo que pudo cumplir con un brazalete electrónico y sin entrar en la cárcel. También fue condenado a un año de cárcel por corrupción y tráfico de influencias, también con la posibilidad de hacerlo en arresto domiciliario.
T: Agencias





