Papa León XIV concluye visita al Líbano con llamado a la paz y al diálogo

El papa León XIV concluyó este martes su visita al Líbano tras tres días de encuentros, oraciones y llamados a la paz, un amplio recibimiento popular y encuentros con las principales autoridades del país.

Antes de partir de Beirut, el Sumo Pontífice llamó a ceser “los ataques y las hostilidades” que han afectado al Líbano, blanco de numerosos bombardeos de “Israel” pese a los acuerdos de alto al fuego vigentes desde hace más de un año.

Igualmente sostuvo que la lucha armada “no trae beneficios” y pidió a todas las partes optar por la negociación y el diálogo. “Las armas son letales, pero la mediación es constructiva. Elijamos todos la paz como camino, y no solo como objetivo”, señaló.

También instó a los cristianos de Medio Oriente a mantener la valentía frente a los desafíos regionales. Enfatizó que la región necesita nuevos enfoques para superar la violencia, las divisiones sociales y las tensiones políticas, y avanzar hacia la reconciliación.

El presidente Aoun agradece el mensaje de esperanza del papa

Para despedir al ilustre visitante, el presidente libanés, Joseph Aoun, afirmó que su presencia “quedará grabada en la memoria del Líbano y de su pueblo”, destacando que el mensaje espiritual del líder católico transmitió esperanza en un país golpeado por crisis sucesivas.

Durante su discurso en el aeropuerto de Beirut, Aoun detalló que el papa recorrió distintas regiones del país y se reunió con libaneses de todas las confesiones, quienes lo recibieron “con gran amor”, reflejando el anhelo colectivo de paz y estabilidad.

El mandatario agradeció al Pontífice por “confiar al Líbano el mensaje de paz” y expresó su deseo de que el país permanezca presente en sus oraciones.

Subrayó que el pueblo libanés “rechaza la muerte y la partida” y continúa luchando por un futuro seguro.

Oración en el convento y homenaje a las víctimas de la explosión del puerto

Para cerrar su agenda en el Líbano, León XIV visitó en la mañana de este martes el Convento de las Hermanas de la Cruz en Jal el-Dib, al norte de Beirut.

Allí se reunió con el personal del hospital y con pacientes. Recordó que la institución nació por iniciativa del padre Jacob, “por amor a los débiles y a los enfermos”, y animó a sus responsables a continuar su misión, “porque es una obra grande a los ojos de Dios”.

Después del encuentro, el Pontífice se dirigió al puerto de Beirut para ofrecer una oración silenciosa en memoria de las víctimas de la explosión del 4 de agosto de 2020.

Lo recibieron familiares de los fallecidos, el mandatario Aoun, el presidente del Parlamento Nabih Berri y el primer ministro Nawaf Salam, además de líderes políticos y numerosos ciudadanos.

El papa conversó con las familias, las acompañó en el recorrido del lugar y entregó recuerdos en un acto cargado de solemnidad.

Durante la misa celebrada en el paseo marítimo de Beirut, el papa afirmó que “la belleza del Líbano se evidencia desde aquí, en un mensaje de paz para todo el mundo”.

Sin embargo, lamentó que esa belleza esté “empañada por muchos problemas, desde la economía hasta la violencia y los conflictos, hasta la decepción”.

Dirigiéndose a los libaneses, pidió no desanimarse ni ceder ante el mal. Invitó a la sociedad a unir esfuerzos para “restaurar la gloria de esta tierra” y proclamó: “Oh Líbano… levántate y sé una casa de justicia y fraternidad, y una profecía de paz para todo Oriente”.

Actividades interreligiosas y encuentros oficiales

El papa León XIV llegó a Beirut el domingo por la noche desde Turquía, primer destino de su gira. Fue recibido por altos funcionarios libaneses encabezados por el presidente Joseph Aoun. Su primera parada fue el Palacio Presidencial en Baabda,  donde se reunió con Berri y Salam.

El lunes presidió una misa en el Santuario de Nuestra Señora del Líbano en Harissa. Más tarde encabezó un diálogo ecuménico con líderes espirituales de las confesiones religiosas del país, reafirmando la importancia de la convivencia en una nación reconocida por su diversidad.