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Ruptura total entre Elon Musk y Donald Trump

De insinuaciones y desmentidos, el quiebre entre el presidente de EEUU y el multimillonario pasó a insultos y amenazas

Donald Trump y Elon Musk consumaron su ruptura pública. Desde que la semana pasada Musk criticara duramente el megaproyecto de ley presupuestaria del presidente de Estados Unidos, el divorcio entre el hombre más rico del mundo y el más poderoso era cuestión de tiempo.

El enfrentamiento, que fue escalando este jueves, comenzó con las declaraciones de Musk atribuyéndose el hecho de que Trump ganara las elecciones presidenciales y las consiguientes respuestas del mandatario. Así, el cruce de palabras entre el presidente estadounidense y su antiguo asesor Elon Musk fue creciendo y de insinuaciones y desmentidos, el quiebre pasó a insultos y amenazas.

Trump aseguró en su red Truth Social que el empresario se había «vuelto loco» por una decisión desfavorable a los vehículos eléctricos.  «La forma más fácil de ahorrar dinero en nuestro presupuesto, miles y miles de millones de dólares, es rescindir los subsidios y contratos gubernamentales de Elon», amenazó Trump al jefe de Tesla en un mensaje. «Cualquier cosa», contestó Musk a esto.

Así, el presidente amenazó con eliminar las subvenciones y contratos federales del magnate tecnológico, lo que pondría en peligro el modelo de negocio de Tesla y unos 22.000 millones de dólares de ingresos públicos de SpaceX, dos de sus empresas.

Pero, el empresario fue más lejos, afirmando que, sin su ayuda, Trump «habría perdido las elecciones» presidenciales de noviembre, para las que Musk desembolsó casi 300 millones de dólares.

Además, no dudó en dar golpes bajos, afirmando que el nombre del presidente figura en el expediente de Jeffrey Epstein, el financiero estadounidense acusado de delitos sexuales que se suicidó en prisión en 2019. En respuesta, la Casa Blanca describió los ataques de «lamentables».

La acusación de quien era considerado un gran aliado de Trump hasta hace unos días siguió a un par de publicaciones del mandatario en la red social Truth, creada por él, en las que aseguraba: «Elon se estaba agotando, le pedí que se fuera» y «¡Simplemente se volvió loco!».

Por otro lado, Elon Musk anunció desde su propia red social, X, que SpaceX «comenzará a desmantelar inmediatamente su nave espacial Dragon», utilizada por la NASA para transportar astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS) ante las amenazas presidenciales.

La pelea, a la vista de todo el mundo, hundió la cotización de Tesla, que perdió decenas de miles de millones de capitalización en Wall Street y cerró con una caída de -14,26 por ciento.  Solo en esta jornada, perdió más de 100.000 millones de dólares de capitalización bursátil, borrando buena parte del repunte que había logrado en las últimas semanas.

No es la primera vez que la fortuna del hombre más rico del mundo se ve afectada por su relación con el gobierno de Donald Trump. Las ventas de Tesla en Europa cayeron en 49% en abril con respecto al mismo periodo del año anterior, como una expresión del rechazo a la participación de Musk en la administración de Trump.

El magnate sudafricano había salido aparentemente por la puerta grande de la Administración de Trump, quien le agradeció con un homenaje el 30 de mayo en la Casa Blanca su aporte como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), con el que hizo controvertidos recortes en agencias federales.

En esa oportunidad se confirmó que seguiría colaborando con el Gobierno de Trump en calidad de asesor en temas de tecnología y política industrial.

El cruce de reproches y acusaciones también ha sacudido la frágil coalición entre los populistas del movimiento de Trump «Haz que Estados Unidos vuelve a ser grande otra vez», más conocido por las siglas en inglés MAGA, y los líderes tecnológicos afines a Musk. En el Congreso, los republicanos piden una tregua en la disputa, calificada por los medios estadounidenses de «choque entre titanes».

Los congresistas conservadores respaldaron mayoritariamente al presidente y defendieron su plan fiscal, una de las causas de la ruptura.

El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, se refirió al propietario de X como «un amigo», pero dijo este viernes que los ataques que este lanzó a Trump fueron «sorprendentes y decepcionantes».

Los asesores de ambos líderes se esfuerzan por intentar contener la onda expansiva de un folletín que está en boca de todos y preocupa a muchos por sus posibles repercusiones.

T: Agencias

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