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ALBA-TCP se solidariza con expresidente Manuel Zelaya

EL bloque denunció un campaña contra su liderazgo que busca presionar a Honduras a renunciar a su soberanía

La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) expresó su solidaridad con el expresidente de la República de Honduras, José Manuel Zelaya Rosales, quien es objeto de «una sofisticada campaña de desinformación y desprestigio».

La organización regional denunció en un comunicado que dicha campaña “busca empañar la honorabilidad de su exitoso liderazgo” del político en su nación.

“Por más de una década, (Zelaya) fue capaz de dirigir la resistencia popular contra las dictaduras y las luchas sociales que condujeron a la recuperación de la democracia hondureña”, subrayó el secretario Ejecutivo de la ALBA-TCP Jorge Arreaza, al leer el texto.

El secretario Ejecutivo sostuvo que los ataques actuales al honor y la buena reputación de Zelaya, su entorno y del Gobierno que dirige la presidente Xiomara Castro, son un castigo por desobedecer a Estados Unidos, cuando falta poco más de un año para que el país centroamericano celebre las elecciones presidenciales, previstas para noviembre de 2025.

“Es un castigo a través de prácticas extorsivas, frecuentemente utilizadas por las agencias de EEUU que consisten en conservar durante años evidencias de supuestos delitos, cuya comisión ha sido inducida por esas mismas agencias con la intención de hacerlas públicas en el momento en que más convenga dañar a los involucrados”, destacó el documento.

El organismo recordó que Zelaya, quien por más de 40 años en la vida política ha seguido una conducta de servicio público desinteresado, que en 2006 le valió el triunfo electoral presidencial, «ha sido perseguido por haber tenido la audacia de promover la Ley de Participación Ciudadana, que dio voz al pueblo hondureño sobre asuntos que durante décadas solo decidía la clase política de ese país, así como por el coraje de impulsar la incorporación de Honduras a la Alianza Bolivariana, inaugurando con ello una era relevante de su país en el ámbito internacional, cuyo liderazgo contribuyó decisivamente al levantamiento del agraviante veto que la OEA mantuvo por casi 50 años contra Cuba».

La Alianza Bolivariana ratificó su defensa a la libre determinación de Honduras, la no injerencia  e intromisión en sus asuntos internos y la continuidad del sistema democrático de ese país, que «fue rescatado 12 años después del último golpe de Estado, cuando se instauró un régimen afín al narcotráfico».

«La honorabilidad del compañero Mel Zelaya, de su partido y del aguerrido movimiento social y popular que lo sostiene, no será puesta en duda mediante patrañas cuya verdadera intención es presionar a este digno país a renunciar a su soberanía. La dignidad de América Latina y El Caribe siempre prevalecerá» advierte el comunicado.

El pasado martes, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, denunció que existe en marcha un plan para destruir su Gobierno socialista y democrático, y alertó que «las fuerzas oscuras de 2009 con la mediática nacional e internacional se reorganizan».

Previamente, el canciller Enrique Reina, había denunciado un intento de división en las Fuerzas Armadas (FF.AA.) hondureñas, provocado por comentarios de la embajadora de Estados Unidos en su país, Laura Dogu, quien pretendió vincular al jefe de las FF.AA. con un presunto narcotraficante.

El hecho obligó a la jefa de Estado a redoblar esfuerzos para preservar la unidad de las FF.AA., y decidió finalizar el tratado de extradición entre Honduras y EE.UU.

Zelaya desmiente acusaciones

Por su parte, Zelaya asegura que no ha recibido dinero del narcotráfico y cuestionó «la conducta abominable» de otras personas, incluyendo familiares, en alusión a un vídeo de 2013 que muestra a su hermano, Carlos Zelaya, reunido con narcotraficantes.

«No tengo delitos ni dinero proveniente del narcotráfico en mis 72 años de vida. Quien afirme lo contrario lo hace con un mezquino interés y está mintiendo», subrayó Zelaya, quien ahora es asesor de su esposa, la presidenta  Castro.

En un mensaje en la red social X, Zelaya indicó que su «vida de lucha en las calles por más de 44 años siempre será un testimonio moral y un ejemplo para las presentes y futuras generaciones».

Advirtió a sus adversarios que «pueden dar rienda suelta a sus ataques en las redes sociales o en los medios corporativos, pero no cambiaré mi compromiso con el socialismo frente a las políticas equivocadas e imperiales de Estados Unidos que se implementan en Honduras».

 

 

T: AlBA-TCP/Telesur/LRDS

 

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