
El vicepresidente sectorial de Política, Seguridad Ciudadana y Paz, Diosdado Cabello, aseguró que Venezuela alcanzó un índice de 1.92 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Asimismo, ratificó el compromiso del Gobierno Bolivariano de luchar contra las bandas criminales, de acuerdo a las instrucciones del presidente Nicolás Maduro.
Desde la Asamblea Nacional, el ministro Cabello invitó a buscar números similares en otros países. «Que nos atacan por el tema de la inseguridad, para ver qué números tienen», expresó.
En ese contexto, ilustró con el ejemplo de Ecuador, cuyo índice es de 64 asesinatos por cada 100 mil habitantes.
De hecho, Ecuador cerró el primer semestre de 2025 con la cifra más alta de asesinatos: 4.619 homicidios, 47% más que 2024; y se posiciona como el país más violento de América Latina.
En segundo lugar, está Colombia (25,4%), seguido de Honduras (25,3%), y en Venezuela se observa una tendencia a la baja en la tasa de homicidios en los últimos años.
«Hacemos esto para vivir en paz y tranquilidad», señaló tras recordar que 2025 «es el año contra las bandas, sean de narcotraficantes, conspiradores o delincuencia común».
«¡Vamos por ustedes!, ¡Pónganse las pilas!, ¡Entréguense que están rodeados!», expresó a las narcoband, al afirmar que Venezuela es un país seguro y el Gobierno Bolivariano trabaja para garantizar la paz.
Las cinco fases del Golpe suave
El ministro Cabello asistió a la Asamblea Nacional para participar en el debate sobre las amenazas extremistas y terroristas contra la paz y la estabilidad del país.
Durante su intervención invitó a los parlamentarios a leer “De la dictadura a la democracia. Manual del golpe suave”, del politólogo norteamericano Gene Sharp. Suerte de libreto para tumbar presidentes en el siglo XXI, convertido en revista de cabecera de la ultraderecha fascista nacional.
Cabello, grosso modo mencionó las cinco fases del golpe suave. Una primera, que realizan acciones para convencer a la gente de que vive en una dictadura. Luego, se desarrollan campañas de constantes acusaciones contra el gobierno.
La tercera y cuarta fases se enfocan en la promoción de manifestaciones y protestas violentas en las calles, desconociendo y amenazando a las instituciones. Se centra en operaciones de guerra psicológica y desestabilización del gobierno.
La etapa final, forzaría la renuncia del presidente a través de revueltas callejeras, y se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil.
Dicho manual fue empleado de manera profunda en Libia, Siria, y en Venezuela se desarrolla en la actualidad.
«Nuestro pueblo es sabio, sabe lo que tiene que hacer», puntualizó el ministro Cabello.
Fuente. AN