Columnas

Lo que es necesario entender

Estamos en el marco de la 4ta. Guerra Mundial (1), ejemplificada por las agresiones de occidente a Rusia, seguida de las continuas provocaciones que ha hecho los EEUU y Europa, desde hace varios años a China basadas en el estatus de Taiwán.

Venezuela, ha estado bajo ataque, desde el inicio del primer gobierno del Comandante Eterno Hugo Chávez y particularmente desde 2013, un ataque basado en un esquema de Guerra Híbrida (2), muntidimensional, difusa o como se le desee llamar, que muchas y muchos no parecen terminar de entender, tal vez, por no haberse explicado lo suficiente desde las altas esferas del Estado.

A esto podemos sumar que Venezuela es un país con una dependencia económica altísima, un país que escasamente produce todo tipo de artilugios tecnológicos o simplemente de artículos de consumo que usamos a diario, entre los cuales se incluyen, alimentos en conserva, medicinas y equipos médicos, repuestos para la industria eléctrica y la petrolera, computadoras, celulares de cualquier tipo, vehículos, repuestos para automóviles, maquinarias industriales de todo tipo, equipos para la construcción y el mantenimiento de vías y estructuras civiles y un gran etcétera de todo lo necesario para la vida cotidiana moderna.

Debemos sumar al esquema de la dependencia económica, que nuestras reservas internacionales se encuentran confiscadas en el sistema financiero occidental, es decir, han sido robadas por la banca occidental bajo instrucciones del imperio decadente, estando el país bloqueado aún. Toda esta situación es dramática, tanto o más complicada de la vivida en tiempos de la primera independencia o cuando el bloqueo de 1902 por parte de potencias europeas.

Lo anterior, brevemente expuesto, se me hace difícil culpar al señor Presidente Nicolás Maduro Moros y a su equipo cercano de no seguir al pie de la letra, lo que algunas y algunos interpretan como el legado del amado Comandante Eterno, sin reparar en la difícil situación que ha tenido que manejar el Alto Mando Político y Militar del país, para garantizar la integridad territorial y la soberanía de la patria.

Algunas personas, hablan de la necesidad de repolitizar al país, como si se tratara solamente de confrontar algunos criterios dentro de la política doméstica. La verdadera repolitización a mi modesto juicio, debería orientarse a desnudar ante las y los venezolanos, la difícil situación mundial actual y la situación que ha vivido y vive Venezuela en tiempos recientes y presentes; el hecho de que no podemos esperar de todo de la cooperación internacional disponible pues esta también tiene sus propios problemas y limitaciones, de que es necesario producir todo lo que se pueda producir en el país para nuestro bienestar, privilegiando el abastecimiento nacional y no las potenciales exportaciones no tradicionales.

La necesidad de aplicar un verdadero plan de sustitución de importaciones esenciales es perentoria, orientado a satisfacer con recursos propios, nuestras necesidades materiales elementales y perentorias de bienes y servicios necesarios para la vida de todas y todos, entre los cuales, debe potenciarse los sectores como energía, agua (3), alimentos, medicinas y equipos médicos.

Todo esto pasa por lograr actualizar un sistema educativo nacional que permita combinar una educación orientada a producir en el país y a fortalecer el sentido de pertenencia y el compromiso de las y los venezolanos, para con nuestra nación.

Entender las lineas del Presidente Comandante Hugo Chávez van más allá de la utilización de la renta petrolera para satisfacer la inmensa deuda social que dejó la 4ta. República y más ahora, que contamos escasamente, con una fracción de no más de un 12% de la renta que obtuvimos en los años 2012 y 2013.

Ahora más que nunca, las finanzas del Estado venezolano deberían sostenerse, no solo de la renta petrolera, sino de la contribución de todas y todos, enfatizando el hecho de que quienes más ganan, más deben contribuir con su funcionamiento, independientemente, de que el Estado posea el control de la renta petrolera para sufragar la inversión social.

Solo mantener la producción de combustibles y lubricantes que por décadas fueron baratos y abundante en el país, es todo un reto, tomando en cuenta que durante décadas, poco se hizo para depender cada vez menos de insumos importados para el funcionamiento integral de la industria petrolera. Ahora, debemos hacer esfuerzos con la ayuda de aliados internacionales, para mantener funcionando la industria, en medio de los permanentes ataques a la infraestructura de la misma y al Sistema Eléctrico Nacional (SEN).

El Estado, debe enfocarse a satisfacer las necesidades de salud integralmente hablando, a la construcción permanente de un sistema educativo de calidad, diversificado y orientado a la elevar la producción nacional en todo orden, así como una infraestructura verdaderamente operativa entre otros aspectos.

La salud, vista esta vez como parte de la Seguridad de la Nación, es de altísima importancia por lo cual, la producción de talento humano, servicios médicos, medicinas y equipos médicos, debe mantenerse como una de las prioridades nacionales por ser parte del derecho a la vida y fundamental para la defensa y desarrollo integral de la nación venezolana.

Es muy importante destacar que para que el Estado pueda cumplir con su obligación Constitucional de garantizar la Seguridad de la Nación y garantizar nuestra integridad territorial, es esencial disponer de una Fuerza Armada, bien moralizada, concienciada, entrenada, educada y dotada, de todo lo necesario para su perfecto funcionamiento en todo momento, lo que nos lleva a pensar de que es hora de que en el país, podamos producir un día no lejano, los equipos necesario para la defensa militar de la nación.

La repolitización es evidentemente necesaria, pero con un discurso que permita explicar las actuales circunstancias mundiales y que invite a salvar la patria, de todas las amenazas que sobre ella se ciernen. Estas amenazas no permiten proyectar objetivamente un futuro a largo plazo nuestro país, sin pasar por un horizonte de lucha para garantizar nuestra existencia como nación libre en el mundo.

Durante más de una década, estuvimos acostumbrados a que el Comandante Eterno nos indicara, domingo a domingo, las lineas a seguir. Ahora, cuando algunas personas lucen dormidas y no son capaces de entender la grave situación que vivimos, debemos llamarnos la atención, todas y todos, para hacer un sostenido esfuerzo por entender la cambiante situación que se presenta en el mundo contemporáneo, signada principalmente, por la batalla de la hegemonía occidental intentando sostener un mundo unipolar, en contra de un conjunto de naciones (4), que intentan salir adelante con nuevas soluciones que permitan construir un mundo contra hegemónico y multipolar.

La repolitización por tanto, es evidentemente necesaria, pero enfocada al rescate del patriotismo de todas y todos los venezolanos; rescatar el sentido de pertenencia, evitando que fenómenos políticos apátridas, como algunos de los que se han vivido a lo largo de nuestra historia y que tienen su mas cercana expresión en el dúo López-Guaidó, vuelvan a emerger, lo que puede llegar a suceder por la falta de una educación patriótica en valores nacionales basados en lo mas excelso del legado histórico que hemos recibido y que permita que las generaciones que se levantan, sientan el amor por la patria de Bolívar, el Libertador, patria que también les pertenece.

La lucha de clases es parte de la historia humana y esta se seguirá produciendo, con mayor o menor intensidad, mientras existamos sobre la faz de la tierra. La mejor forma actual de contener a las exageradas apetencias de la burguesía parasitaria, es garantizando la vigencia de la Constitución de 1999, la Bolivariana, para garantizar los derechos de las mayoría populares nacionales.

La prosperidad es necesaria para mantener nuestra constitución. No podemos distribuir lo que no somos capaces de producir. El trabajo de todas y todos es fundamental como medio para la superación en la vida y para garantizar el estado de bienestar social que todas y todos merecemos. Todo lo necesario para la vida, contemporáneamente hablando, requiere de recursos económicos, materiales y financieros, los cuales, no podemos esperar obtener mediante la renta petrolera, como fue durante décadas.

Repolitizar si, con un discurso que permita explicar las actuales circunstancias y las amenazas reales que se ciernen sobre el país. Tal como decía Samuel Moncada en su reciente intervención en la AN, Venezuela se encuentra amenazada y debemos estar conscientes de ello y por ende, actuar en consecuencia para garantizar su defensa en el tiempo, a lo cual, el suscrito agrega, para dar la vida si es necesario para defenderla, lo cual, solo se lograría con la plena conciencia de lo que hemos sido, somos y debemos ser.

Las y los venezolanos, salieron a inicios del siglo XIX a dar la libertad a todo un continente. En tiempos recientes, las masas progresistas venezolanas, la unión cívico-militar, han librado con éxito la defensa de nuestro país ante la agresión imperialista de los Estados Unidos y las naciones Europeas, que han utilizado a las burguesías genuflexas de naciones suramericanas, en una suerte de «Guerra Proxy» (5) en contra de nuestra nación.

El legado rescatado por el Comandante Eterno, basado en la indeleble huella del Libertador, Simón Bolívar, debe inspirarnos a alcanzar el Desarrollo Integral, vital para garantizar la Seguridad de la Nación y su Defensa Integral.

Como dijo Moncada ayer, Venezuela está amenazada motivado a su riqueza mineral y posición geoestratégica. La existencia del país en las próximas décadas está cuestionada por diferentes motivos, desde una invasión extranjera hasta por la falta de formación en asuntos de la patria, de las generaciones jóvenes y adolescentes y de otros no tan jóvenes.

Más leña al fuego no es conveniente echar en estos momentos, explotaríamos todos en una lucha social que puede conducirse Constitucionalmente. Una confrontación abierta podría llevarnos a una guerra civil lo que permitiría a los EEUU justificar una invasión, que es lo que sus élites desean. Esta invasión aún se encuentra en sus planes, no ha salido de su agenda, inclusive, en el marco de la guerra de occidente en contra de la nación Rusa.

Hay mucho pero mucho más que decir, espero pronto abordar otros temas con más detalle.

T/ Vladimir Adrianza Salas.

Notas de pié de página

(1). El suscrito comparte con Noam Chomsky el concepto de que la 3ra. Guerra Mundial fue la llamada Guerra Fría, entre los EEUU y occidente y la URSS.

(2). Guerra Híbrida. Tipo o esquema de guerra que se realiza haciendo uso de la diplomacia, la economía y las finanzas, la tecnología de información y comunicaciones, el financiamiento de disturbios, la mediática privada nacional e internacional, fuerzas irregulares, fuerzas especiales y por último, la fuerzas convencionales de la potencia o potencias, interesadas en perjudicar a un determinado país para someterlo a sus intereses geopolíticos y económicos.


(3). Nos referimos en este caso a las tecnología e infraestructura necesaria para dotar del vital líquido, a hogares e industrias en el país.

Muchas de las tecnología utilizadas en los sistemas hídricos, son tecnologías maduras, del área de la mecánica, la electricidad o la electrónica, que pudieran ser producidas en Venezuela, justificadas por la necesidad de garantizar la Seguridad de la Nación, ante la embestida imperial.


(4). Naciones bajo medidas coercitivas unilaterales mal llamadas «sanciones», impuestas arbitrariamente por occidente para evitar su desarrollo y obstaculizar su crecimiento, lo que llevaría a una evolución mas rápida del orden mundial existente.

(5). Una Guerra Próxy o Guerra Subsidiaria, es un tipo de guerra que se produce cuando dos o más potencias utilizan a terceros países como sustitutos, en lugar de enfrentarse directamente entre estas.

Un ejemplo, es la guerra que realiza los EEUU y los Estados Occidentales en contra de la Federación Rusa en estos momentos.

Otro ejemplo, es la guerra que ha llevado a cabo los EEUU en contra de Venezuela, haciendo uso del territorio colombiano y de otros países de Sur América, para enfrentarse a Venezuela.

Una guerra subsidiaria fue en parte la guerra de Vietnam, Laos o Camboya, hechas por occidente en contra de la URSS y de la República Popular China en esos momentos.

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