
“Cuando la maten, voy a estar camino a la costa”, fue la frase que un testigo escuchó decir al dirigente y parlamentario del macrismo Gerardo Milman. momentos antes de que se ejecutara el atentado contra la vicepresidenta argentina Cristina Fernández. Ayer, dos de las asesoras de Milman acudieron a declarar ante la justicia y más sombras se ciernen entorno al diputado del partido PRO (derecha).
Una de las mujeres, Ivana Bohdziewicz, dejó sin palabras a quienes la escuchaban cuando dijo con mucha soltura que había borrado todo el contenido de su teléfono. “Me asesoré”, aseguró ante la mirada azorada de los abogados de la vicepresidenta.
La otra asesora, Carolina Gómez Mónaco, no desentonó tampoco en la declaración: aportó su celular pero tuvo que aclarar que era un aparato que había comprado la semana pasada. Lo que parece ser un nuevo paso de comedia de las dos empleadas de Milman muestra un patrón: cuando habían declarado el 26 de octubre pasado ni siquiera recordaban haber estado en la confitería Casablanca; la memoria se les activó cuando les mostraron sus imágenes.
Hace más de un mes que la querella de Fernández venía reclamando el secuestro de los celulares –que fueron borrados o cambiados– como forma de reconstruir cuánto sabía Milman del ataque contra la vicepresidenta. El abogado José Manuel Ubeira, adelantó que denunciará a la jueza federal ante el Consejo de la Magistratura.
El interés de la fiscalía y de la querella estuvo centrado en cuatro elementos:
- El proyecto que Milman presentó el 18 de agosto en el que se preguntaba por la custodia de CFK y hablaba de un “autoatentado”;
- Si Milman tenía relación con los tres detenidos por el intento de homicidio, Sabag Montiel, Brenda Uliarte y Nicolás Carrizo;
- Si Milman tenía contacto con Revolución Federal o con Hernán Carrol, el referente de Nueva Centro Derecha (NCD);
- Qué información circuló sobre el atentado en el grupo que trabaja junto con el diputado del PRO –cuyo paradero es desconocido por estos días–.
Una trama poco clara
La declaración de Gómez Mónaco fue bastante más extensa. La abogada de 32 años lleva siete años trabajando con Milman. Según declaró, empezó a trabajar con él en el Ministerio de Seguridad, que conducía Patricia Bullrich, en 2015 por recomendación de un colega –no dijo quién–. Según trascendió, la exmiss Argentina estuvo a cargo de la Escuela de Inteligencia Criminal durante la gestión Cambiemos y su hermana estuvo a cargo de la administración de fondos. Actualmente, Gómez Mónaco ejerce como jefa de despacho.
Gómez Mónaco también debió disculparse por su mala memoria para recordar su estadía en Casablanca con el dirigente del macrismo, pero los recuerdos terminaron aflorando: dijo que, en ese momento, estaba planificando un viaje a Mar del Plata que Milman haría en octubre. “Estaba organizando la agenda”, dijo. En realidad, Milman viajó inmediatamente a Pinamar después de la reunión del 30 de agosto. Con su declaración, ella sugiere que podrían haber estado hablando acerca de otra localidad de la costa, lo que termina dándole veracidad a la declaración de Abello.
A Gómez Mónaco le preguntaron si conocía a los integrantes de la banda de los copitos o a los miembros de Revolución Federal, pero dijo que no. A ella le incluyeron otro nombre, el de Fernando Villares. Dijo que le sonaba porque había un tal “Teco” Villares que había sido el jefe de gabinete de Milman, su jefe.
Gómez Mónaco aparece ella misma dentro de una red que conduce a Uliarte y a Sabag Montiel. Estaba asociada a Alejandra Mroue, panelista del programa de Crónica en el que apareció el dúo. La asesora dijo que la había conocido de casualidad porque fue a hacer unas fotos con un fotógrafo conocido al centro de estética, Luxa, que ella tiene desde marzo de 2020 en Corrientes al 1100. El encuentro fue, según Gómez Mónaco, en mayo o junio de este año. La química fue instantánea y ella le sugirió asociarse. “Quedó trunco”, dijo, porque Mroue se asustó al verse involucrada en la trama que casi termina en el asesinato de la vicepresidenta.
El punto más inquietante de la declaración de Gómez Mónaco fue cuando le consultaron por los proyectos que presentó el diputado del macrismo Milman sobre la seguridad de la vicepresidenta. Ella venía diciendo que redactaba sus proyectos o preparaba sus reuniones, pero en ese punto le soltó la mano. Dijo no tener nada que ver. “Era personal del diputado”, afirmó sin despejar ninguna duda sobre las habilidades como clarividente de Milman. Según ella, fue el propio Milman quien presentó la iniciativa desde su correo personal.
T/ Página12/ LRDS