Columnas

Historia Viva/ Crímenes del esclavismo fascista

Por: Aldemaro Barrios Romero

Primero definamos qué es esclavismo, qué es fascismo y por qué consideramos que ambas categorías políticas son criminales. Convencionalmente se piensa que el esclavismo es una relación social de producción antigua en la que la fuerza trabajo del ser humano es usada de manera forzosa sin que la clase trabajadora reciba nada a cambio, a diferencia del capitalismo en la que el obrero o empleado, vende su fuerza de trabajo por un mínimo estipendio para que el propietario reciba beneficios de plusvalía (ganancias) por ser los dueños de los medios de producción (maquinarias, tierras, recursos etc.) o del capital de trabajo.

El fascismo como el nazismo fueron modelos de gobierno derivados de la I y II Guerra Mundial que aplicaron métodos esclavistas a miles de prisioneros a quienes de manera forzada obligaron a trabajar para la construcción de espacios defensivos, fabricación de bienes comercializables y otros medios de producción sin que estos recibieran a cambio ningún estipendio.

Durante la II Guerra Mundial el dictador español Francisco Franco usó a prisioneros de la República y militantes de izquierda para construir fuertes defensivos en áreas que ellos consideraron vulnerables como en los montes norteños de Los Pirineos en la frontera con Francia, donde llegaron a forzar sobre 100.000 hombres prisioneros como esclavizados para construir 1833 búnkeres, fosas y trincheras para artillería y ametralladoras desde 1938 hasta 1945, cuando concluyó la guerra, sin embargo miles de detenidos siguieron en campos de trabajo forzado esclavista hasta avanzado los años 50.

Lo extravagante de esta esclavización moderna es que estaba sustentada en normas “legales” que el Franquismo impuso para formalizar el sistema de penas por trabajo forzado. Lo mismo ocurrió en las ocupaciones nazis en Europa, los ejemplos de este modelo de esclavización moderna son muchos, baste con mencionar algunos campos de concentración como el de Auschwitz para mostrar cómo el uso de la fuerza laboral prisionera esclavizada era usada en la producción de material bélico para suplir los frentes de guerra.

A Venezuela le tocó recibir coletazos directos del nazismo por la presencia de agentes de la Gestapo en las principales ciudades de este país que realizaron operaciones secretas y de espionaje para sabotajes a cargueros petroleros durante la II Guerra Mundial y del Franquismo a través de grupos falangistas que se sembraron en predios católicos extremistas de la cúpula eclesiástica desde los años 30, así fue como nació el Partido Social Cristiano COPEI, algunos de estos militantes durante los años 80 se asociaron a la secta Familia Tradición y Propiedad, donde se formaron los líderes de la derecha extrema que derivaron en los partidos políticos Primero Justicia y Voluntad Popular.

El fundamento doctrinal de estos partidos, grupos o sectas tenían denominadores comunes: el racismo, el desprecio a los derechos humanos y sobre todo la violencia como arma para imponer de manera oculta, abierta o desproporcionada sus condiciones de gobierno o en su defecto la manera de actuar.

Las muestras de estas expresiones de racismo y violencia política han tenido múltiples formas de criminalidad con prácticas medievales como la quema de personas vivas por parecer chavistas, es decir por tener rostro de pueblo, negro o indio. No es un asunto estrictamente de la realidad política venezolana si no que es expresión de un tiempo político de crisis del capitalismo mundial que se encuentra en una circunstancia convulsiva epiléptica dado su incapacidad para buscar salidas ante la contradicción insoluble de la super acumulación de capital del Estado Profundo y las gigantescas demandas sociales que reclama la humanidad para vivir dignamente en un hábitat de justicia.

Venezuela es actualmente un inmenso laboratorio político social, donde por un lado el imperialismo en la personalidad administrativa del gobierno de Estados Unidos, ensaya fórmulas para derrocar a la Revolución Bolivariana, en el otro lado de la acera, que es ejemplo dignificante de aciertos para la reivindicación social como ejemplo mundial.

Hasta hoy ninguna de las 5 administraciones de EEUU que han cometido y promovido crímenes políticos en Venezuela, han tenido éxito, aplicando todas las formas posibles de injerencia, sabotaje, espionaje, agresiones y campañas sediciosas que no les han funcionado.

¿Por qué Estados Unidos no ha utilizado la fuerza bruta del fascismo militar para someter a Venezuela? Pudiera emitir una hipótesis, y tiene que ver con el hecho de que no tienen la seguridad de salir victoriosos de una arremetida de esa naturaleza, ellos hasta hoy han hecho todo tipo de pruebas de reacción, solo les falta un ataque como el que realizaron en Panamá en diciembre de 1989 con la invasión de 26 mil marines sobre territorio panameño donde doblegaron a un pequeño ejército de 12 mil hombres poco equipados, pero en Venezuela la situación es distinta.

El riesgo de una derrota militar estadounidense en Venezuela pudiera tener consecuencias negativas significativas para Estados Unidos, sin embargo son perseverantes en seguir siendo derrotados por las estrategias bolivarianas que en cada momento está enviando señales a los pueblos del mundo para que se respete su soberanía y dignidad republicana y democrática.

Mientras tanto seguimos estudiando y conociendo los componentes fundamentales de nuestras fortalezas y las debilidades de un enemigo interno y externo errático.

T: Aldemaro Barrios Romero

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