
El próximo 9 de mayo se celebrará en la capital de Rusia el 80 aniversario del Ejército Rojo sobre la amenaza fascista y expansionista del III Reich alemán. En Caracas, Venezuela, el pasado 3 de mayo se efectuó una marcha popular que reafirma a la nación latinoamericana como abanderada de la lucha antifascista en la región.
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Esta ceremonia se efectúa cada año en los muros del Kremlin y en otros países del mundo; y consiste en que los representantes del Frente Popular trasladan partículas de la «llama eterna» a más de 130 ciudades de Rusia y al menos a 21 países de Europa, Asia y África.
Este año, Venezuela fue el primer país en recibir la llama, entregada al embajador de Venezuela en Rusia, Jesús Salazar Velázquez, para luego emprender el viaje hacia la ciudad de Caracas en manos del representante del Frente Popular, Pavel Berezhansky.
Anastasia Feonova, representante del Frente Popular, ofreció declaraciones al corresponsal de teleSUR en Moscú: «Estamos muy contentos de tener la oportunidad de tomar este fuego, que es el símbolo de la victoria de nuestro pueblo. Un símbolo que une a muchas personas y muchas familias; y llevarlo a tantos diferentes países con los que tenemos lazos amistosos. Contar como nuestros héroes del pasado, que son recordados y honrados en Rusia».
Por su parte, Pavel Berezhansky apuntó: «Este año llevo la llama de la memoria a Venezuela y realmente, espero que ese pedazo de la llama eterna ayude a la gente a recordar su historia».
Eugenia Medvedeva, ciudadana rusa en Caracas, comentó a teleSUR: «Agradecemos mucho a Venezuela por darnos esa posibilidad de rendir homenaje a nuestros ancestros, a nuestros abuelos, que todos han participado en la II Guerra Mundial. Fueron 20 millones de personas fallecidas. Una fecha muy importante para todos nosotros y queremos que la historia nunca se olvide».
Con pancartas, imágenes que reflejaban el rostro de los caídos, así como banderas de Venezuela, Rusia, Bielorrusia y sobre todo de la Unión Soviética, los participantes se concentraron y marcharon en nombre de la memoria de esos hombres y mujeres que cambiaron la historia de la humanidad.
La ciudadana rusa-venezolana, Vera Ridaiknika, también compartió su testimonio: «Mi papá participó en la II Guerra Mundial. Salió vivo, estuvo combatiendo en la seguridad de Kerch. Fue herido muy gravemente; fue evacuado en ese momento y todos los compañeros que se quedaron, murieron».
Al final de la marcha fue montada una tarima en plaza pública, en el Paseo de los Próceres, donde artistas tocaron canciones soviéticas de la II Guerra Mundial y se presentaron danzas típicas de la cultura eslava. Representantes de Venezuela, Rusia y Bielorrusia hablaron al público presente, sobre la importancia de ese día.
El Embajador de Rusia en Venezuela, Sergey Mélik-Bagdasárov, sentenció: «Esta es la memoria de los soldados que derrotaron al fascismo y un recordatorio de que la lucha, por la paz, por la verdad y por la libertad, continúa. Son justamente estos valores: el antifascismo, el anhelo de libertad, de independencia y de justicia los que siguen uniendo hoy a Rusia y Venezuela«.
A propósito del acontecimiento, Rander Peña, viceministro para América Latina y el caribe, pronunció: «La Revolución Bolivariana sabe que tiene una enorme responsabilidad en Venezuela, y en América Latina más; que tiene una enorme responsabilidad ante el mundo. Tenemos al pueblo venezolano organizado a saber detener el fascismo que intenta tomar el poder político ante cualquier circunstancia en Venezuela. Debemos impedirlo».
El Gobierno venezolano organiza estas actividades para demostrar el compromiso del país, que también mantiene en alto la lucha internacional contra el fascismo, así como la cercanía y amistad entre sus pueblos en la búsqueda de un mundo más justo y multipolar.
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