Siete manifestantes han sido asesinados en Perú desde el inicio de las protestas por la destitución del presidente Pedro Castillo. Los hechos, que se encuentran bajo investigación, se produjeron en el contexto de una brutal represión que prodría agudizarse en las próximas horas.
Las contradicciones están a la vista en el gobierno peruano sobre el tratamiento a las protestas sociales. La presidenta Dina Boluarte afirmó que ella había dado la orden de no usar armas letales ni perdigones de goma.
Sin embargo, en declaraciones previas, el General de la Policía Víctor Zanabria dijo por el contrario que pensaban aumentar el nivel de respuesta utilizando perdigones de goma, dado el nivel de violencia.
Militarización del país
Además, el titular del Ministerio de Defensa, Alberto Otárola, anunció que se ha dispuesto la inmediata protección de las Fuerzas Armadas «de puntos estratégicos nacionales, (aeropuertos, centrales hidroeléctricas) infraestructura que sirve para asegurar la vida de todos los peruanos», agregó. No obstante, a partir de hoy los militares estarían tomando el control de las carreteras nacionales.
Hasta el momento no hay ningún anuncio del gobierno que parezca hacer ceder las distintas manifestaciones que se convocan en diferentes partes del país y que piden adelanto de elecciones, cierre del Congreso y respeto a los derechos del destituído Castillo.
La actual presidenta Dina Boluarte prometió presentar un proyecto de ley para convocar elecciones en 2024 sin embargo especialistas consideran que es un plazo largo. Ayer Boluarte dijo que podría revisar un proyecto para que las elecciones se realizaran el próximo año.
Entre los siete manifestantes asesinados hay niños
Los familiares de los estudiantes muertos durante las protestas en la región peruana de Apurímac protagonizaron ayer escenas de dolor en los exteriores de la morgue del hospital de Andahuaylas, donde pidieron que estos “crímenes” no queden impunes.
La mamá de uno de los menores de edad asesinados acusó de asesinos a los policías. “Quiero justicia. Es mi hijo”. El menor falleció por un disparo en los enfrentamientos del último domingo 11. Sus compañeros de colegio exclamaron: “Entregó su vida para salvarnos a nosotros los andahuaylinos. Le costó la vida”.
T/ La Radio del Sur/ La República
