Donald Trump planificó construir un foso lleno de caimanes en frontera con México
Según el New Yok Times, durante la administración republicana los principales asesores del mandatario valoraron la idea de enviar 250 mil soldados a la región
Altos cargos del gobierno del expresidente Donald Trump presionaron para la incursión de militares estadounidenses en México con vistas a actuar contra cárteles de la droga, reveló el diario The New York Times.
Según la versión digital del rotativo neoyorquino, durante la administración republicana, los principales asesores del mandatario valoraron la idea de enviar 250 mil soldados a la frontera, algo que desechó el jefe del Pentágono Mark T. Esper.
En la primavera de 2020, el secretario de Defensa, se alarmó al enterarse de una idea que se estaba discutiendo en el alto mando militar y en el Departamento de Seguridad Nacional para el envío de hasta 250 mil uniformados -más de la mitad del Ejército estadounidense en activo, indicó el Times.
Funcionarios de Defensa admitieron que se discutió mandar las fuerzas para sellar la frontera sur en medio de la pandemia y bloquear así la entrada de inmigrantes.
Sobre la frontera sur el informe destacó la obsesión de Trump quien incluso »había exigido levantar un muro con púas para perforar la carne, había reflexionado repetidamente sobre construir un foso lleno de caimanes y había pedido que se disparara a los inmigrantes en la pierna cuando cruzaran la frontera».
Al mismo tiempo que los funcionarios consideraban el enorme despliegue en el lado estadounidense de la frontera con México, Trump también presionó a sus principales ayudantes para que enviaran fuerzas al propio México para cazar a los carteles de la droga, dijeron los funcionarios.
Señaló el Times que el presidente dudó sólo después de que sus ayudantes sugirieran que para la mayor parte del mundo, las incursiones militares dentro de México podrían parecer que Wshington cometía un acto de guerra contra uno de sus aliados más cercanos, que es también su mayor socio comercial.
De forma general, indicó el rotativo, las ideas que se debatieron esa primavera subrayan la visión de la administración de las fuerzas armadas como una herramienta de la presidencia que podría ser esgrimida en nombre de la agenda política interna de Trump en un año electoral.
Indicó el diario que esos planes revelan la brecha entre Trump y sus principales altos jefes militares, que trabajaron entre bastidores para evitar lo que consideraban los peligrosos instintos del presidente.
En «Peril», un libro recientemente publicado por los reporteros del Washington Post, Bob Woodward y Robert Costa, el general Mark A. Milley, el jefe del Estado Mayor Conjunto bajo el gobierno de Trump, fue caracterizado diciendo que le preocupaba que el presidente pudiera volverse rebelde y que había disminuido mentalmente.
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