El embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, informó que las autoridades del país latinoamericano se encuentran analizando las implicaciones de la colocación de «un muro acuático» en el tramo que separa a las ciudades de Eagle Pass, Texas, y Piedras Negras, Coahuila. Y, dijo, se presentarán las denuncias correspondientes.
El diplomático mexicano aseveró que la colocación de boyas con alambres y púas es violatorio de los acuerdos entre ambas naciones.
«Revisamos sus implicaciones bajo el Tratado de Aguas México-EUA y su impacto en la seguridad de migrantes, para que México pueda realizar las demandas procedentes», informó el diplomático mexicano.
En la reunión con el embajador participaron la comisionada Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos, Sección Mexicana, Adriana Reséndez y la cónsul de México en Eagle Pass, Vivian Juárez.
El 15 de julio, el Gobierno de México, por medio de su Secretaría de Relaciones Exteriores envió una nota diplomática al Gobierno de Texas, que dirige el republicano Greg Abbott, en donde advierte que la colocación de l «muro acuático» violaría el artículo 17 del Tratado de Aguas Internacionales de 1944, el cual señala que «el uso del cauce de los ríos internacionales para las descargas de aguas de avenida o de otros excedentes será libre».
Según la Secretaría de Relaciones Exteriores, México solicitó a Estados Unidos remover varios artefactos colocados en la frontera, entre los que se encuentran cercos con alambres de púas desde el pasado 26 de junio.
A inicios de julio, Abbott publicó en sus redes sociales imágenes de las boyas naranjas dispuestas en el río Bravo, presuntamente para detener el flujo migratorio desde México hacia Texas. Abbott ha hecho del combate a la migración irregular uno de sus principales ejes para ganar votantes, de cara a su reelección.
El «muro acuático» conformado por una serie de boyas abarcarán en una primera etapa unos 300 metros de largo en los alrededores de Eagle Pass.
T:Sputnik/LRDS
