
Los demócratas solicitaron que se investiguen los recortes realizados por la administración de Donald Trump en el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA), en un momento en que el número de muertos por las inundaciones repentinas en el centro de Texas, ha llegado a 104.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, pidió a un organismo de control gubernamental que «abra de inmediato una investigación sobre el alcance, la amplitud y las ramificaciones de si la escasez de personal en las estaciones locales clave del NWS contribuyó a la catastrófica pérdida de vidas y propiedades durante las mortales inundaciones».
Los puestos clave de previsión y coordinación en dos oficinas del NWS en el centro de Texas estaban vacantes cuando se produjeron las inundaciones la madrugada del 4 de julio, remarcó Schumer citando información del periódico The New York Times.
«Estos son los expertos responsables de modelar los impactos de las tormentas, monitorizar el aumento de los niveles de agua, emitir alertas por inundaciones y coordinar directamente con los administradores de emergencias locales sobre cuándo advertir al público y emitir órdenes de evacuación», subrayó Schumer.
Mientras que en el FEMA, el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) de Elon Musk recortó alrededor de un 20% de la plantilla de gestión de emergencias.
El senador por Nueva York planteó la pregunta de si las vacantes de personal habrían contribuido a retrasos, lagunas o menor precisión de las previsiones relacionadas con las inundaciones del pasado viernes.
Sin embargo, preguntado por si investigará el impacto de estos recortes en la tragedia, Trump respondió que no hace falta, porque no tuvieron nada que ver.
El condado de Kerr fue el más afectado, con al menos 84 muertos, informaron las autoridades el lunes por la noche. Según las mismas fuentes, aún permanecen desaparecidas 10 niñas y una monitora de Camp Mystic, un campamento cristiano de verano para niñas que cuenta con 99 años de antigüedad y está situado a orillas del río Guadalupe.
Otros cuatro condados del centro de Texas informaron de al menos 20 fallecimientos hasta el lunes.
Los meteorólogos han advertido de más inundaciones debido a las lluvias que caen sobre terrenos saturados, lo que complica las labores de rescate con helicópteros, barcos y perros. Se espera que el número de víctimas siga en aumento.
T: Xinhua/Agencias