
Los ganadores de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Chile, Jeannette Jara y José Antonio Kast, iniciaron sus campañas de cara al balotaje de diciembre.
Jara, quien obtuvo una exigua victoria por 2,9 puntos porcentuales el domingo ante Kast, arrancó su campaña con un mitin con mujeres en el popular barrio de La Pintana, en el sur de Santiago. Allí atacó al ultraderechista: «Yo encuentro que (Kast) es una persona autoritaria, que denosta al que piensa distinto».
Jara aseguró que fortalecerá a las fuerzas policiales, recuperará los barrios dominados por el crimen organizado y perseguirá «el dinero sucio» ligado al narcotráfico mediante el levantamiento del secreto bancario.
«Yo me pregunto, ¿por qué Kast se opone a levantar el secreto bancario? El que nada hace, nada teme», sostuvo, y añadió: «Dejo algunas ideas para que veamos la diferencia entre los que de verdad tenemos la mano dura».
Por su parte, Kast, un abogado de 59 años quien es favorito para ganar el balotaje, eligió la ciudad de Temuco, 800 km al sur de Santiago, como punto de partida para su carrera hacia los comicios.
Capital de la Araucanía, esa región está militarizada desde 2022 debido a la violencia de bandas dedicadas al robo de madera, y de algunos grupos de indígenas mapuches, la mayor etnia chilena, que reivindican derechos sobre tierras hoy en manos privadas.
El ultraderechista se reunió con víctimas de ataques incendiarios contra bienes agrícolas.
«No queremos engañar a nadie, queremos recuperar Chile, pero eso va a implicar muchos sacrificios», sostuvo en declaraciones a la prensa.
En ese sentido, remarcó que «va ser difícil que Chile» vuelva a tener «fronteras seguras» y que pueda emplear «toda la fuerza y justicia» para combatir «al terrorismo», como alude a los grupos radicales que operan en la zona.
Kast basó su campaña en la promesa de deportar a 337.000 migrantes sin papeles y construir un «escudo fronterizo» con vallas metálicas, zanjas y más policías y militares.
T: Agencias





