
Caracas, 21 de diciembre de 2025.
El 21 de diciembre de 2025, fuerzas aeronavales de los Estados Unidos de América del Norte, incautaron un segundo buque petrolero en aguas cercanas a las costas venezolanas.
La primera incautación fue realizada el 11 de diciembre de 2025, de forma similar. Según Pam Bondi, secretaria actual de «Justicia» de los Estados Unidos, el tanquero había sido «sancionado» por Estados Unidos, es decir, como si se tratara de la ONU, durante varios años “debido a su participación en una «red ilícita de transporte de petróleo que apoya a organizaciones terroristas extranjeras”, en las que participan, supuestamente, Venezuela e Irán.
Debemos decir en primer lugar, que el único organismo facultado en el derecho internacional público, para imponer sanciones, es la Organización de Naciones Unidas (ONU). A los Estados Unidos nadie los ha autorizado para implantar sanciones, es decir, aplicar «medidas coercitivas unilaterales» a ningún país del mundo y menos, que los faculte a ROBAR sus recursos naturales.
En segundo lugar, no podemos caer en el chantaje, en la narrativa que pretende imponer la dirigencia mas mentirosa de nación alguna en el mundo, los Estados Unidos. Afirmar que Venezuela o Irán son naciones que practican el terrorismo, lo cual es falso de toda falsedad.
Tampoco Cuba lo ha sido aunque Donald Trump la haya vuelto a incluir a inicios de año en esa lista; como tampoco lo fue Nicaragua y en particular, durante los 1980s, cuando recibió todos los ataques de Washington, mediante los contras sembrados en su territorio. Como tampoco es un país terrorista o narcotraficante, mi amada Venezuela.
En los momentos actuales, ha quedado corroborada una verdad dicha a voces desde hace bastante tiempo. Los Estados Unidos han sido por décadas, el factor de desestabilización de un largo número de naciones en el mundo. Ha sido una nación cuyas fuerzas armadas y organismos de inteligencia, han llevado la muerte a muchas naciones y a sus líderes, basado en su supuesto excepcionalismo.
Excepcionalismo, es una forma de decir IMPERIALISMO
Lo que hace la Administración Trump-Vance, no es mas que la continuación de las agresiones que esa nación ha perpetrado hacia nuestro país durante ya 26 años. No difiere esta posición de las agresiones perpetradas por los Estados Unidos a diversas naciones del mundo, desde el siglo XIX hasta acá.
No se trata solo del afán de controlar todo el Continente Americano, como su principal área de influencia, intensiones hechas públicas por Thomas Jefferson en 1776 y que ratificara James Monroe en 1823.
Se trata de que la potencia imperialista del norte del continente, ha tratado de controlar el planeta entero, como lo han intentado hacer reiteradamente desde mediados del siglo XX.
Ahora, que ha iniciado su decadencia, aun intenta imponer su voluntad, es decir, la voluntad de sus clases dominantes, para hacerse “de gratis” de inmensos recursos naturales, tal como lo hizo en Venezuela particularmente, durante todo el siglo XX.
El delirio de grandeza de las élites de esa nación, generación tras generación, transitó por el intento de detonar una bomba nuclear en la luna, durante el 3er cuarto del siglo XX; hecho que afortunadamente, no llegó a suceder para beneficio de la estabilidad de nuestro planeta y posiblemente, de nuestro sistema solar.
Una «Política de Estado» continuada por sucesivas administraciones o gobiernos de ese país, enfatizada desde inicios del siglo XX y que quedara de manifiesto en 1944, en tiempos de la conferencia de Bretton Wood, desde donde impusieron el dolar como divisa mundial.
Ahora, cuando muchos analistas, propios y foráneos, exponen tesis sobre su decadencia, la actual administración hace lo posible por disimular su grave problemática, intentando hacerse de los recursos naturales de naciones cercanas como Venezuela para tapar la inmensa deuda externa, 38 billones (millones de millones) de dólares, considerada «impagable» por muchos renombrados economistas.
Obsesión y delirio
El megalómano (persona que posee la creencia delirante de superioridad, omnipotencia y una obsesión patológica por el poder y la grandeza), que dice dirigir actualmente la Casa Blanca, Donald Trump, ha ordenado el abordaje y secuestro de embarcaciones petroleras y sus tripulaciones, que han zarpado con cargamentos de petróleo desde puertos venezolanos.
Estas acciones de piratería se han iniciado en este mes de diciembre. Los tanqueros han sido abordadas militarmente, en aguas cercanas a las costas venezolanas. Evidentemente, es un acto de guerra y una práctica de piratería marítima, ejecutado por los Estados Unidos, una nación que a todas luces, no respeta el Derecho Internacional Público.
Los Estados Unidos, ha realizado ataques como este y peores aun, a diferentes países de la periferia occidental por más de 120 años, valiéndose usualmente de diversas excusas. Ayer, su excusa fue «la lucha en contra del comunismo» en tiempos del ideólogo George Kennan. Luego, la guerra contra el terrorismo, la lucha por la democracia y ahora, el narcotráfico; mas bien podemos decir, que el ataque perpetrado contra Venezuela, es una mezcla de todas estas excusas, mentiras organizadas sistemáticamente, para proyectar la megalomanía de un
Los Estados Unidos, ha realizado ataques como este y peores aun, a diferentes países de la periferia occidental por más de 120 años, valiéndose usualmente de diversas excusas. Ayer, su excusa fue «la lucha en contra del comunismo» en tiempos del ideólogo George Kennan.
Luego, la guerra contra el terrorismo, la lucha por la democracia y ahora, el narcotráfico; mas bien podemos decir, que el ataque perpetrado contra Venezuela, es una mezcla de todas estas excusas, mentiras organizadas sistemáticamente, para proyectar la megalomanía de un mandatario y de un régimen imperial decadente, de naturaleza similar al que soñara Adolfo Hitler para la Alemania nazi, el riegh de los1000 años.
Antes, a inicios de la colonización de Norte América en el siglo XVII, fueron los puritanos, liderados por John Winthrop y los cuaqueros liderados por William Penn, los que hablaban respectivamente, de la «ciudad sobre la colina» y del «experimento sagrado», mientras los colonos europeos e inmigrantes, arrebataban tierras norteamericanas a los pueblos originarios de esas latitudes. Y lo citamos, pues de allí provienen los orígenes del supremasismo, el excepcionalismo, es decir, el pensamiento imperialista de la clase dirigente de los Estados Unidos.
En tiempos de la guerra fría
Durante la segunda mitad del Siglo XX, George Kennan fue el artífice intelectual de la doctrina en contra de la expansión del comunismo, un modelo político y económico, contrario a los intereses de las clases dominantes estadounidenses y de occidente.
Bajo esta excusa, gobiernos como el de Jacobo Arbenz en Guatemala (1954), le fue impedido realizar una reforma agraria en favor de su pueblo, debido a que dicha reforma afectaba los intereses de la United Fruit Company, transnacional estadounidense, hoy Chiquita Brands International.
Los hermanos Dulles de los Estados Unidos, John Foster, Secretario de Estado y Allen, Director de la CIA, impulsaron la agresión bajo la excusa del comunismo, cuando en realidad, defendían el «latifundio» de esa empresa en Guatemala.
Hoy, Donald Trump, arguye que un país como Venezuela, un país periférico y dependiente, que fue una neocolonia petrolera estadounidense durante el siglo XX, controlada por el Grupo Rockefeller, le ha arrebatado a la nación mas poderosa de estos tiempos, petróleo y tierras, sin explicar realmente como lo hizo y lo que es peor, como ellos, los Estados Unidos, lo permitieron.
Todo esto no es mas que una vil mentira, destinada a forzar al gobierno venezolano, a aceptar las condiciones que seguramente desea imponer la ExxonMobil, para retornar a Venezuela, pues de todos es sabido la relación existente entre el actual presidente de los Estados Unidos y esa empresa, hecho que se hizo evidente cuando Rex Tillerson, presidente de esa transnacional, fue nombrado Secretario de Estado en la primera presidencia de Trump.
Lo cierto es y no hay dudas de ello, que a Venezuela le ha sido arrebatado la propiedad de CITGO en tiempos recientes, así como, permanece bloqueado el oro depositado en la banca del Reino Unido y los depósitos bancarios colocados en la banca portuguesa y el hecho de que en estos momentos, sufrimos un bloqueo marítimo y aéreo, luego de 26 años de agresiones continuadas.
Quién le pone el cascabel al gato
Quedará para otras oportunidades, comentar la cantidad de atropellos efectuados por los Estados Unidos, en contra de múltiples pueblos en el planeta. La pregunta sigue siendo, ¿ quién le pone el cascabel al gato ?, es decir, qué nación u organismo en el mundo, estará en la capacidad de detener las monstruosidades perpetradas por una nación, cuya burguesía no ve límites en sus actuaciones y que ha hecho pasar a sus dirigentes, de generación en generación, sus ansias megalómanas de dominación mundial.
Debemos entender que bajo la presidencia de Donald Trump, esta nación depredadora no tendrá escrúpulo alguno, en intentar alcanzar sus objetivos. Con el mayor desparpajo, hacen públicas sus intensiones. Han manifestado abiertamente que quieren nuestros recursos naturales, lo han dicho abiertamente desde hace años (Gen Laura Richardson, Comando Sur). Han querido imponer al pueblo venezolano, un gobierno títere que no ha elegido, llámese Guaidó o María Machado, y para ello, no les importa amenazar con una masacre a nuestro pueblo para conseguirlo.
Su objetivo
La administración Trump-Vance, persigue la reindustrialización de los Estados Unidos para poder competir con la República Popular China, que ha sobrepasado con creces las capacidades productivas del imperio decadente. Ahora, Estados Unidos intenta retomar los preceptos de la Doctrina Monroe y convertir la geografía estadounidense, de acuerdo al planteamiento geográfico del Tecnato de Norte América, para lograr ese propósito.
Su dirigencia no ha aprendido a negociar con naciones soberanas, exigiendo subordinación a los intereses imperiales.
Si la ONU realmente funcionara, los Estados Unidos de América del Norte, deberían haber sido declarados «una nación terrorista y genocida» desde hace tiempo, considerando la cantidad de muertos que han causado sus intervenciones en diferentes países.
Debería haber sido “sancionada” por haber puesto en riesgo la paz mundial en no pocas ocasiones, por la cantidad de desmanes realizados en tantas guerras que ha librado, usualmente contra naciones mas pequeñas, que no disponen de las capacidades industriales, militares y de recursos de inteligencia, necesarios para frenar su arremetida imperial.
Petróleo y deuda externa
Han quedado claro los motivos de la agresión de los Estados Unidos hacia Venezuela. Han quedado atrás, excusas como el “Tren de Aragua”, el supuesto tráfico de drogas, la invasión de los venezolanos a su territorio y otras excusas inventadas. Su interés es nuestro petróleo, nuestro oro, nuestra agua dulce, nuestras reservas del coltán, torio, uranio, cobre, bauxita, tierras raras y pare usted de contar en la lista de minerales de su interés.
Pero lo que es peor, quieren llevárselo de gratis como lo hicieron sus empresas en tiempos de la Apertura Petrolera en los 1990s. Por esto, desean disponer de un gobierno entreguista y genuflexo que les facilite el robo de nuestros recursos naturales, tal como los tuvieron en tiempos de la IV República.
Vale decir que Venezuela, posee la reserva de petróleo más grande del mundo, mucho mayor que la que ha sido probada y certificada hasta el momento. Esta reserva, le vendría de maravilla a la potencia imperial, que mas consume hidrocarburos en el mundo, la cual, es a la vez, la mas endeudada del planeta (38.5 billones de dólares) [1].
Ayudaría sin dudas, al juego financiero necesario para saldar una deuda que muchos economistas occidentales consideran impagable, claro está, a costa del pueblo venezolano.
Concienciar a las nuevas generaciones es altamente necesario para detener las pretensiones de la potencia imperialista o mas bien, potencias imperialistas occidentales, que intentan frenar su decadencia robando activos a las naciones del Sur Global.
He allí el reto planteado para políticos, economistas e historiadores, la divulgación de estos hechos históricos entre las nuevas generaciones. Esto es vital, para que al fin, algún día, se pueda hacer justicia en este mundo y frenar tanto atropello.
Dr. Vladimir Adrianza Salas.
Doctor en Seguridad, Defensa y Desarrollo integral.
Referencias.
[1] US Debt Clock. URL: https://www.usdebtclock.org/





