En Riad, Arabia Saudita, se desarrolló este lunes la Cumbre Extraordinaria Árabe e Islámica, donde los representantes de 50 naciones de la región urgieron el cese de las agresiones israelíes al pueblo palestino y al Líbano. En su intervención, el presidente palestino Mahmoud Abbas, instó a congelar la membresía de Israel en las Naciones Unidas a menos que respete el derecho internacional y ponga fin a sus crímenes. Por su parte, el primer ministro interino de Líbano, Najib Mikati, condenó la escalada militar israelí y los efectos económicos que aumentan el volumen de la tragedia.
Por su parte, el rey de Jordania Abdullah II denunció que Tel Aviv fue demasiado lejos en su escalada en Palestina y desató una guerra contra Líbano, ante la incapacidad de la comunidad internacional. A criterio del monarca, resulta necesario intensificar los esfuerzos para romper el asedio a Gaza, detener la escalada en Cisjordania, apoyar la soberanía de Líbano y detener la guerra.
Demanda de Sudáfrica
En la cita, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, indicó que el gobierno de Benjamín Netanyahu trabaja para aumentar la tensión militar contra Irán y continúa sus ataques contra Líbano. Al respecto, Erdogan convocó a aislar a Israel a nivel internacional, unirse a la demanda de Sudáfrica y alentar a más países a reconocer el Estado de Palestina.
Por su parte, el vicepresidente de Irán, Muhammad Reza Arif, aseguró que debido al apoyo ilimitado de la administración de Estados Unidos a la entidad israelí, la comunidad internacional es débil. En su discurso, llamó a tomar medidas para evitar la repetición de las agresiones israelíes y abogó por una coordinación urgente a nivel internacional para proporcionar ayuda humanitaria en Gaza y Líbano. Según divulgó la red panárabe Al Mayadeen, el proyecto de resolución de la Cumbre de Riad pidió a todos los países prohibir la exportación o transferencia de armas y municiones a Israel.
T: Prensa Latina/LRDS
