Hace más de un año la población civil de las regiones rusas limítrofes con Ucrania, como Belgorod y Kursk, es sistemáticamente castigada con ataques criminales de las fuerzas militares ucranianas, que incapaces de vencer en el frente de batalla, toman represalias, como típicos nazis, asesinando a la población civil rusa.
Misiles, bombas, drones con explosivos son arrojados a lugares residenciales civiles. En estos días los titulares son: “Una persona perece en la región rusa de Kursk tras el ataque de un dron ucraniano”, “un ataque con dron ucraniano deja muertos y heridos en la región rusa de Belgorod”, también; “la ciudad rusa de Rovenki en Lugansk es atacada con misiles Atacms suministrados por EEUU, con el saldo de cuatros muertos y ocho heridos”, “varios muertos y heridos deja como saldo un ataque ucraniano con misiles Himars de origen de EEUU contra distritos de Donetsk”. Son crímenes ejecutados por la junta fascista de Kiev con la complicidad de occidente. A las denuncias del gobierno ruso sobre estos crímenes en occidente se han hecho sordos.
No obstante, ante la noticia que el 10 de mayo el ejército ruso desarrollaba actividades ofensivas en toda la línea del frente y en especial en el norte de la ciudad de Járkov, gran zona estratégica desde la cual los fascistas ucranianos lanzan sus ataques a la población civil de las ciudades rusas limítrofes, Kiev y occidente se han escandalizado por los “feroces ataques rusos”. El payaso presidente ucraniano, Zelensky apareció ante cámaras angustiado y medio lloroso anunciando las acciones ofensivas rusas.
Otro émulo de payaso, el presidente Macron amenazaba a Rusia: “Si van demasiado lejos, entonces no descartaré intervenir”. En la Casa Blanca cundía el pánico y aprobaban de inmediato un paquete de ayuda militar a Ucrania de 400 millones de dólares, al tiempo que se le vendía urgentemente a Alemania tres unidades de lanzacohetes Himars para suministrarlas a Ucrania. ¿Acaso en occidente pensaron que se podía asesinar impunemente a civiles rusos?
El ejército ruso ha roto la primera línea de defensa ucraniana y ya se desplaza a la segunda. Zelensky tiembla, sabe que se le va acercando su hora para responder por sus horrendos crímenes.
T: Juan Miguel Díaz Ferrer/ Profesor del Instituto de Altos Estudios Diplomáticos Pedro Gual y fundador del Movimiento Rusófilo en Venezuela/Últimas Noticias
