El presidente de China y secretario general del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, señaló en la presentación de su informe ante el vigésimo Congreso del PCCh, que la nación asiática se dedica a promover una comunidad con un futuro compartido para la humanidad.
Tras enfatizar que la sociedad humana enfrenta desafíos sin precedentes, Xi pidió a todos los países que mantengan los valores compartidos de paz, desarrollo, equidad, justicia, democracia y libertad de la humanidad, y promuevan el entendimiento mutuo y forjen vínculos más estrechos con otros pueblos.
Coexistencia pacífica para la humanidad
Durante décadas, China se adhiere a los Cinco Principios de Coexistencia Pacífica en la búsqueda de amistad y cooperación con otros países. Está comprometida a promover un nuevo tipo de relaciones internacionales, profundizar y ampliar las asociaciones globales basadas en la igualdad, la apertura y la cooperación, y ensanchar la convergencia de intereses con otros países.
China también se adhiere al curso correcto de la globalización económica. Está comprometida a trabajar con otros países para fomentar un entorno internacional propicio para el desarrollo y crear nuevos motores para el crecimiento global.
Además, China juega un papel activo en la reforma y el desarrollo del sistema de gobernanza mundial. Defiende el verdadero multilateralismo, promueve una mayor democracia en las relaciones internacionales y trabaja para hacer que la gobernanza mundial sea más justa y equitativa.
Destino compartido en armonía con la naturaleza
Respetar, adaptarse y proteger la naturaleza es esencial para convertir a China en un país socialista moderno en todos los aspectos, sostuvo Xi.
Al describir las características únicas de la modernización china, Xi observó que esta es la modernización de una población enorme, de prosperidad común para todos, de avance material y cultural-ético, de armonía entre la humanidad y la naturaleza y de desarrollo pacífico.
En la práctica, China ha establecido objetivos ambiciosos y ha tomado medidas concretas para descarbonizar la economía, abordar la contaminación y proteger el ecosistema natural.
El país asiático, comprometido a unirse a la respuesta colectiva mundial al cambio climático, redujo su intensidad de emisiones de carbono en un 34,4 por ciento en los últimos 10 años, además del compromiso de tener un pico de emisiones de CO2 antes de 2030 y lograr la neutralidad de carbono antes de 2060.
Para transformar su estructura energética, China eliminó gradualmente el uso de carbón en la calefacción en más de 27 millones de hogares rurales en los últimos 10 años, al tiempo que ha acelerado el desarrollo de la capacidad instalada de energía renovable. El país está a la cabeza a nivel mundial en sus capacidades instaladas de energía eólica, fotovoltaica, hidráulica y de biomasa.
Las mejoras en el medio ambiente también se pueden observar en los principales indicadores de la calidad del aire y el agua, así como en los logros de conservación de los bosques, el mar y la biodiversidad.
T/ Xinhua/ LRDS
