
Alemania celebra elecciones legislativas el domingo con los conservadores liderados por Friedrich Merz como favoritos para gobernar un país inmerso en una profunda crisis.
Después de tres años de un gobierno de coalición encabezado por el socialdemócrata Olaf Scholz que colapsó en noviembre, los conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU/CSU) lideran claramente los sondeos con una intención de voto del 30%, seguidos de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD, 20%).
La extrema derecha se sitúa ahora segunda en los sondeos, con clara ventaja sobre los socialdemócratas del SPD o sus aliados en el gobierno, los Verdes.
La elección anticipada se lleva a cabo en un contexto de crisis económica, de cuestionamiento del modelo industrial y geopolítico sobre el cual el país prosperó y de fragmentación del paisaje político.
A diferencia del talante centrista de la excanciller Angela Merkel, Friedrich Merz promete un fuerte giro a la derecha para aplacar los miedos de la ciudadanía hacia la migración irregular que alimentan a la extrema derecha.
Pero para llegar al gobierno, este exabogado de inversiones de 69 años deberá formar una coalición, un proceso que incluso en tiempos menos tóxicos y turbulentos toma varias semanas o meses.
Aunque recientemente buscó su apoyo para aprobar una simbólica y controvertida moción parlamentaria para endurecer la política migratoria, Merz ha descartado con vehemencia un gobierno con la ultraderechista Alternativa para Alemania.
Por su parte, el canciller Olaf Scholz, llega a las elecciones anticipadas con todas las encuestas en contra. Salvo una improbable remontada de última hora, el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz perderá las elecciones y todo apunta incluso a que caerá a la tercera posición.
El actual canciller esperaba poder recuperar posiciones en las encuestas, como ya hizo en las elecciones generales de 2021, cuando el SPD se mantuvo durante mucho tiempo en tercera posición en los sondeos para acabar remontando y ganar por poco más de un punto de diferencia al bloque conservador.
En medio de turbulencias geopolíticas, la lista de deberes del próximo gobierno es extensa, empezando por redinamizar una economía que antaño era envidiada en el mundo.
Ahora, su crecimiento está estancado desde antes de la pandemia e incluso se ha contraído en los últimos dos años al mando de Sholz.
T: Agencias