
El secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamado a favor de la «eliminación» de los combustibles fósiles en la inauguración de la COP28 en Dubai. Guterres ha anticipado el que posiblemente sea el punto más polémico de la cumbre del clima: la inclusión en el acuerdo final de una referencia explícita a la necesidad de dejar atrás la producción de carbón, petróleo y gas.
Más de 70.000 delegados de 197 países convergen desde este jueves en Emiratos Árabes Unidos (EAU), entre renovadas críticas contra el país anfitrión por su doble rasero ante el cambio climático.
Dado que los combustibles fósiles representan casi el 90% de las emisiones de dióxido de carbono que provocan el cambio climático, muchos han argumentado que existe un conflicto de intereses al tener a productores de petróleo y gas al frente de las conversaciones sobre el clima.
El sultán Ahmed Al Jaber, presidente de la COP28 y de la petrolera Adnoc, ha tenido que defenderse de entrada y calificar como «falsas» las revelaciones de la BBC sobre sus supuestos planes para llegar a acuerdos de gas y petróleo con al menos 15 países durante la cumbre.
Al Jaber vaticinó que en Dubái se lograrán «resultados sin precedentes» para mantener al alcance el objetivo de un aumento máximo de las temperaturas de 1,5 grados. El sultán, que dirige también la empresa estatal de energías renovables Masdar, garantizó que la COP28 fijará «una fuerte hoja de ruta» para recortar las emisiones de aquí al 2030 y aseguró contar con el apoyo de los grandes productores de petróleo como Arabia Saudita.
Al Jaber quiso marcar de hecho el inicio de la cumbre con un primer acuerdo para la financiación del fondo de daños y pérdidas creado en la COP27 de Sharm El Sheij. El texto estaba listo desde primera hora del jueves, a la espera de llegada de los líderes mundiales y con las primera lista de países dispuestos a aportar fondos de ayuda a los países vulnerables, encabezados por Dinamarca, Alemania y Países Bajos.
El anuncio sobre el fondo de financiación marcará la agenda en el cónclave de líderes mundiales que se celebra el viernes.
António Guterres en un videomensaje abrió el fuego en cualquier caso con su llamamiento a favor de la «eliminación» de los combustibles fósiles en el acuerdo de la COP28, a sabiendas de que se librará un pulso final comparable al de la COP26 de Glasgow cuando se mencionó por primera vez el carbón.
Los líderes globales deben «triplicar las energías renovables, doblar la eficiencia energética y comprometerse a abandonar los combustibles fósiles», conminó Guterres.
«Sería una pena si al final nos quedáramos en una vaga referencia a la reducción», cuyo significado «no sería obvio para nadie», advirtió el secretario general de la ONU.
«Necesitamos también triplicar la capacidad de las renovables, duplicar la eficiencia energética y garantizar energías limpias para todos el el 2030», recalcó el secretario general de la ONU, a la hora de anticipar otros puntos que aspiran a incorporarse al acuerdo final.
Según la organización, esta “es una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta”.
En el evento de este año, se realizará un balance del progreso establecido por el Acuerdo de París, firmado en 2015, el cual obliga a todos los países que se sumen al pacto a acometer recortes de gases de efecto invernadero, así como trazará el plan de acción para reducir las emisiones de forma drástica y proteger vidas y sustentos.