El Sur

Destituido por corrupción, Martín Vizcarra relanza su carrera política con la filtración de una canción que vincula a su supuesta amante

"Mi bebito fiu fiu", el hit paródico que navega por las redes sociales que oculta la otra vida del expresidente peruano.

Subido al masivo éxito de este tema musical, que está en boca de todos, el exmandatario saca provecho de la popularidad de una canción lanzada para ridiculizarlo.

Convertido en “mi bebito fiu fiu” el expresidente Martín Vizcarra busca relanzar su figura política para intentar retornar a la presidencia del Perú. Subido al masivo éxito de este reciente tema musical, que lo tiene como protagonista central, como el “bebito fiu fiu” que está en boca de todos, el exmandatario saca provecho de la popularidad de una canción lanzada para ridiculizarlo, que hace burla de su vida privada, que pretende golpearlo incidiendo en su supuesta infidelidad, pero que en la impredecible política peruana puede terminar ayudándolo en la candidatura presidencial que ha empezado a construir. Todos hablan del “bebito fiu fiu”, por lo tanto hablan de Vizcarra. Cuando aparece en público le gritan “bebito fiu fiu” y se quieren tomar fotos con él. Vizcarra sonríe y hace campaña.

“Caramelo de chóclate

Empápame así

Como un pionono de vitrina

Enróllame así

Con azúcar en polvo, endúlzame

Y es que tú eres mi rey

Qué lindo eres tú

Eres mi bebé

Mi bebito fiu fiu”

Así empieza el éxito musical que ha barrido en reproducciones en Spotify al ser lanzado en la primera semana de julio y que se hizo viral en Tik Tok. La letra hace alusión a unos mensajes atribuidos al expresidente, casado y con cuatro hijos, y una supuesta amante, divulgados por un programa de televisión. La invasión a la privacidad de Vizcarra divulgando esos mensajes pretendía dejarlo tan mal parado como para enterrar sus posibles pretensiones de volver al primer plano de la política nacional, pero el efecto ha comenzado a ser el contrario. La parodia musical a esa supuesta infidelidad le ha dado un importante impulso a la popularidad del expresidente, que se mantenía en segundo plano con una imagen golpeada por denuncias de corrupción y su vacunación en secreto contra la covid 19 cuando era presidente.

Conversaciones privadas

A fines de mayo, en medio de una grave crisis política, un reportaje de televisión dedicó largos minutos para acusar a Vizcarra de tener una amante. El objetivo era claro: desacreditarlo y enterrar sus futuras pretensiones políticas. El reportaje difundió conversaciones privadas entre el exmandatario y su supuesta amante. En esos chats privados la excandidata al Congreso Zully Pinchi le escribe a Vizcarra: “No sabes cuanto te extraño. Eres mi bebito y mi rey”. El expresidente le manda una foto y Pinchi le responde: “Fiuuu, fiuuu”. Ahí nació lo de “mi bebito fiu fiu”, con memes que invadieron las redes sociales. En las elecciones de abril de 2021, Pinchi postuló sin éxito al Congreso por el partido de centroderecha Somos Perú, la misma agrupación por la cual en esas elecciones el exmandatario se candidateó al Congreso por Lima y salió electo pero no pudo asumir su banca porque el Congreso lo inhabilitó por el vacunagate.

Días después de divulgadas esas conversaciones privadas, el productor musical Tito Silva buscó aprovechar la popularidad que rápidamente había ganado lo de “mi bebito fiu fiu” y tomó partes de esos diálogos y los juntó con algunas frases de un poema escrito hace unos años por Zully Pinchi -de ese poema “Las noches que te soñé” vienen expresiones como “caramelo de chocolate” o “enróllame así como azúcar en polvo en un pionono de vitrina”- para componer la letra de una canción que, cómo no, tituló “mi bebito fiu fiu”. Sin hacerse problemas por caer en plagio, le puso la música de la canción ‘Stan” de Eminem. En pocos días la canción “mi bebito fiu fiu” se había hecho viral. Conocidas figuras del espectáculo, como Bad Bunny, hablaron de esa canción. Se convirtió en el hit musical del momento. Y así Vizcarra se colocó en el centro del escenario nacional. Si el objetivo era ridiculizarlo, terminaron popularizando a un personaje político que pasaba por su peor momento.

Vizcarra era un político de perfil bajo hasta que en marzo de 2018, un día antes de cumplir 55 años, se convirtió inesperadamente en presidente de la República. No fue elegido por el voto popular, llegó a la jefatura del Estado luego de la renuncia del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, de quien era su vicepresidente. Kuczynski, un gestor de negocios muy cercano a grandes grupos de poder económico y transnacionales, había ganado las elecciones de 2016 y antes de cumplir dos años de gobierno renunció a la presidencia en medio de acusaciones de corrupción relacionadas con el mega escándalo de la constructora brasileña Odebrecht. Vizcarra asumió la presidencia sin partido político propio y sin una bancada parlamentaria que los respalde -había postulado a la vicepresidencia como independiente invitado por Kuczynski-, con lo que su gobierno se inició en una situación de debilidad. Sin embargo, pudo fortalecerse con el respaldo popular que logró al enfrentarse a la mayoría parlamentaria controlada por el fujimorismo, que se había dedicado a blindar la corrupción y ha generar inestabilidad, y con su respaldo a los procesos judiciales anticorrupción.

En guerra con el fujimorismo

La guerra de Vizcarra con el fujimorismo y el Congreso llegó a su punto culminante en septiembre de 2019 cuando haciendo uso de las facultades que le da la Constitución disolvió el Parlamento unicameral y convocó nuevas elecciones legislativas. Su popularidad llegó al 80 por ciento. En un grave error político, Vizcarra no presentó candidatos en las nuevas elecciones legislativas y su debilidad se mantuvo en el nuevo Congreso, que quedó polarizado en una decena de bancadas, con la diversas fuerzas de derecha haciendo mayoría. El nuevo Congreso mantuvo el enfrentamiento contra Vizcarra y en noviembre de 2020 lo destituyó acusándolo de incapacidad moral. La acusación se basaba en una denuncia contra Vizcarra de cobrar coimas para otorgar obras públicas cuando era gobernador de la pequeña región de Moquegua entre 2011 y 2014. Esta denuncia todavía está en investigación en la fiscalía.

Vizcarra salió obligado de la presidencia con un alto nivel de popularidad, que bordeaba el 70 por ciento, pero meses después se supo que se había vacunado en secreto contra la covid 19 cuando su gobierno no había comprado vacunas. En un país muy afectado por la pandemia -el Perú tiene el nivel percapita de mortalidad por covid más alto del mundo- el escándalo del vacuna-gate fue un durísimo golpe a la credibilidad y la imagen de Vizcarra. A pesar de eso, le alcanzó para ser elegido congresista por Lima en 2021, pero el Parlamento que meses antes lo había destituido de la presidencia lo inhabilitó para asumir su banca por haberse vacunado en secreto.

Inhabilitado y con su imagen muy golpeada por el vacuna-gate, Vizzcarra pasó a un segundo plano, hasta que “el bebito fiu fiu” relanzó su popularidad. Vizcarra ha aprovechado el momento para reaparecer en eventos públicos y lanzar sus intenciones de postularse a la presidencia. Ha iniciado el proceso para inscribir su propio partido político. El “bebito fiu fiu” ha contraatacado. Las elecciones presidenciales son todavía en 2026, pero con la inestabilidad del gobierno de Pedro Castillo no se descarte que los comicios se adelanten.

T/Página 12/LRDS

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