El 30 de septiembre Deja Stirlings, una mujer afroamericana con nueve meses de embarazo, residenciada en Kansas City (Misuri, EE.UU.), fue víctima de la brutalidad policial.
La detención en cuestión se efectuó la noche del 30 de septiembre cerca de una gasolinera, y un video difundido en redes sociales evidenció que un policía blanco se arrodilla sobre la espalda de Deja. Esto ha causado una ola de indignación que ha desembocado una protesta organizada en el césped frente al Ayuntamiento que pronto cumplirá una semana de duración.
Pregnant police brutality victim and her unborn baby headed back to the hospital due to complications from this BRUTAL @kcpolice TREATMENT!! #BLM #retweet @shaunking @cnnbrk @KCStar @kmbc @rolandsmartin @RollingStone @nytimes @washingtonpost #kcprotests pic.twitter.com/d301li9YpB
— Attorney Stacy Shaw (@StacyShawLaw) October 2, 2020
Alrededor de unos 100 activistas indignados por el arresto de la mujer se establecieron frente al Ayuntamiento y aseguran que planean quedarse hasta que el oficial involucrado y el jefe de Policía de la ciudad sean despedidos.
Además, exigen que el financiamiento del Departamento de Policía de Kansas City se reduzca un 50% y se reinvierta en «instituciones que promulguen la vida».
RIGHT NOW: People are gathered outside of @kcpolice HQ for a demonstration against police brutality. A viral video showed the arrest of a pregnant woman Wednesday. An officer put his knee to her back when he handcuffed her. pic.twitter.com/2NnFoW43Uv
— Bianca Beltrán (@KMBCBianca) October 2, 2020
Por su parte, el Departamento de Policía de Kansas City publicó un video de media hora que, según las autoridades, cuenta toda la historia que precedió al arresto de la mujer.
En un comunicado las autoridades indicaron que los agentes fueron llamados al lugar a las 22:49 por el vigilante de una gasolinera quien dijo que había «15-20 individuos peleando en la propiedad del negocio».
El video, captado por una la cámara de seguridad, efectivamente muestra hasta una docena de personas reunidas en varios puntos del negocio, algunas empujándose unas a otras.
El documento reseña que uno de los hombres presentes interfirió físicamente con la investigación de los agentes y se negó a irse. Los oficiales intentaron arrestarlo, pero la multitud impidió físicamente que el agente detuviera al hombre, quien luego echó a correr, tropezó y los policías intentaron detenerlo.
«En ese momento, una mujer (que se ve en el video) y un hombre intentaron alejar al sospechoso de los oficiales», lo que causó la detención de Stallings».
En el video de la cámara de seguridad no quedó captado el momento del arresto de la mujer embarazada, solo se ve el momento en que ya está sentada en el césped con las manos esposadas. El comentario del video policial dice que una ambulancia no tardó en llegar y llevo a la embarazada a un hospital, donde su estado fue evaluado y le dejaron ir.
La abogada de la mujer, Stacy Shaw, cuestiona la afirmación de la Policía de que su clienta trató interferir en el arresto del sospechoso. Además, este 3 de octubre declaró que la «embarazada, víctima de brutalidad policial, y su bebé nonato regresaron al hospital debido a complicaciones a causa de este brutal tratamiento de la Policía de Kansas City».
RT/La Radio del Sur