Honduras: Libre no reconocerá legitimidad de Gobierno surgido del fraude

El Partido Libertad y Refundación (Libre) declaró este sábado en asamblea popular extraordinaria que no reconocerá la legitimidad del Gobierno que salga de las elecciones celebradas el pasado 30 de noviembre y el posterior escrutinio, y convoca al pueblo de Honduras a las calles a defender la democracia y rechazar el golpe electoral.

El partido «no otorga legitimidad política ni moral al Gobierno surgido de este proceso de restauración del narcoestado mediante la injerencia desvergonzada del Gobierno de Estados Unidos», señala el manifiesto aprobado en la asamblea, en el que se subraya que Libre «no reconoce el resultado electoral que divulga y proclama el CNE, porque conlleva el germen de la intromisión e injerencia de Estados Unidos y la clase oligárquica».

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La declaración de la agrupación política denuncia que el sufragio «no fue ejercido libremente en la elección de los candidatos a la presidencia» y que el golpe electoral «fue promovido desde Washington», al tiempo que condena «enérgicamente» la «injerencia e intervención» del presidente Donald Trump en las elecciones, a lo que se unió la intervención de «Gobiernos de derecha extrema en la región».

Además de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, «condenado a 45 años de prisión por narcotráfico, al introducir al menos 400 toneladas de cocaína a Estados Unidos», Trump «amenazó al pueblo hondureño y llamó a no votar por Rixi Moncada, la calificó como comunista y como la principal contendiente, expresando que la gente inteligente no debería darle el voto y pidió votar por el candidato del Partido de Juan Orlando, Nasry Asfura».

En el manifiesto, la asamblea de Libre subraya que el fraude del TREP, revelado en 26 audios, «develó el plan criminal del golpe electoral, sumado al asalto de las elecciones durante el silencio electoral por el presidente de Estados Unidos y a los mensajes amenazantes masivos, enviados a quienes reciben remesas en Honduras de forma personalizada implantando terror con detener las remesas de Estados Unidos».

«Las amenazas de eliminación de las remesas» en caso de que triunfara Moncada «constituyen un terrorismo electoral», apunta la declaración, recordando que esas acciones contra el libre sufragio «se dieron en las 72 horas previas al domingo 30 de noviembre, emboscando con coacción y amenaza masiva la libertad de los electores», en medio de una campaña mediática y psicológica contra la candidata de Libre y su propuesta.

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Al caracterizar políticamente las elecciones, que «no fueron una competencia entre proyectos de país», sino una «operación encubierta de restauración del poder del bipartidismo», Libre denuncia una «operación continental de miedo ideológico» que utilizó el «fantasma del “comunismo”» y «la estigmatización de Cuba y Venezuela, países bloqueados por EE.UU., para inducir el voto por temor».

A la par, asegura que se tienen las pruebas, ya presentadas a los organismos de justicia, de más de cuatro millones de mensajes de amenaza dirigidos a las familias de hondureños que reciben remesas.

Convocatoria contra el fraude, en las calles

Ante el contexto antidemocrático e injerencista que ha marcado las elecciones del 30 de noviembre, Libre convoca al pueblo hondureño al pueblo «a las calles a partir de este manifiesto», especialmente para apoyar la lucha de Jorge Aldana, alcalde capitalino, «quien se encuentra en un plantón frente al INFOP en Tegucigalpa, y otros candidatos alcaldes, regidores y diputados que están luchando contra el fraude del TREP».

Libre –recalca el documento– «exige voto por voto, acta por acta» y confirma su posición junto al pueblo, incluidos los hondureños que votaron «por la derecha agazapada en el bipartidismo».

En este punto, el partido reafirma su «respeto absoluto» al pueblo y el rechazo a valoraciones que intenten culparlo. «El pueblo no traiciona, el pueblo decide bajo condiciones concretas. Esta vez votó desde la coacción, la amenaza, el miedo, la precariedad, la dependencia económica y la manipulación», subraya.

Tras señalar que asume su deber de «continuar organizando, formando y protegiendo a nuestro pueblo de quienes lo amenazan y coaccionan», el partido progresista se declara en «oposición firme, ética y popular», que ejercerá en todas las instancias, desde las calles y territorios de todo el país al Congreso y las instancias internacionales, contra «el saqueo fiscal, la entrega de la soberanía, la reelección ilegal, la corrupción público-privada, el extractivismo de nuestros recursos naturales y bienes comunes, las privatizaciones de las empresas y bienes públicos», al tiempo que expresa la «la convicción, la voluntad de los principios de la Refundación Nacional».

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