
Este fin de semana en Santo Domingo, la Coordinación de Solidaridad con Venezuela y la Internacional Antifascista, Capítulo República Dominicana se pronunciaron y condenaron la presencia de buques de guerra de Estados Unidos en el Caribe, cerca de Venezuela, en el marco de la Jornada de Solidaridad Mundial por Venezuela y la Paz en América Latina y el Caribe.
En este sentido, hicieron una declaración donde proclamaron que ¡Venezuela no es una Amenaza, Venezuela es una Esperanza!, e instaron a los pueblos del mundo a solidarizarse con los países que enfrentan la agresión imperialista.
En esta declaración expresaron que los dominicanos y las dominicanas son amantes de la paz, la justicia y la libertad y alzan sus voces en solidaridad con la República Bolivariana de Venezuela, y repudian enérgicamente “la presencia de buques militares, incluidos submarinos nucleares de los países colonialistas Estados Unidos y Francia en nuestro mar Caribe, lo cual amenaza la soberanía de la Patria de Bolívar y de todas las naciones caribeñas”.
Asimismo, acotaron que actualmente el mundo atraviesa grandes dificultades y crecen las arremetidas imperialistas contra los pueblos revolucionarios, soberanos e independientes, “reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la paz, la autodeterminación y la independencia de las naciones”.
Reconocieron que Venezuela, al igual que Nicaragua y Cuba, “tiene el derecho inalienable a decidir su propio destino, a construir su propio modelo político y social, a disponer libremente de sus recursos naturales y a defender su soberanía sin injerencias extranjeras”.
Recordaron que la República Dominicana tiene una deuda histórica con Venezuela: “fue allí donde nuestro Padre de la Patria, Juan Pablo Duarte, encontró solidaridad y refugio, y donde descansan sus restos. Así también en distintos momentos de nuestra historia, el pueblo venezolano ha tendido la mano solidaria a las luchas democráticas y antiimperialistas de nuestro pueblo”.
Expresaron que desde la experiencia del pueblo dominicano de haber sufrido dos invasiones militares norteamericanas (1916-1924 y 1965), ellos reclaman con firmeza: “El retiro inmediato de los submarinos y tropas norteamericanas del Caribe y América Latina. El cese de toda amenaza militar, política y económica contra Venezuela. El respeto a la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”.
Las organizaciones exigieron a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y su Consejo de Seguridad, que se pronuncien y actúen contra las acciones intervencionistas y hegemonistas de los Estados Unidos. Entretanto, exhortaron al gobierno dominicano y a los gobiernos de América Latina y el Caribe, a levantar su voz en defensa de la paz, la unidad y la independencia de la región declarada “zona de paz y autodeterminación”.
Finalmente, la declaración reafirma que en Venezuela los Yankees no pasarán, jamás pasarán. La Revolución Bolivariana es hoy una trinchera de dignidad, soberanía y esperanza para todos los pueblos del continente.
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