
El Papa León XIV pronunció este jueves su Mensaje de Navidad, urgiendo una búsqueda responsable de la paz global por medio del diálogo y la reconciliación. Sus palabras, impartidas antes de la tradicional Bendición Urbi et Orbi frente a miles de personas en la Plaza de San Pedro, enfatizaron que “este es el camino de la paz: la responsabilidad”.
El Santo Padre afirmó que el mundo experimentaría un cambio significativo si cada individuo, en todos los niveles, «en lugar de acusar a los demás, reconociera ante todo sus propias faltas y al mismo tiempo se pusiera en el lugar de quienes sufren, y fuera solidario con los más débiles y oprimidos”. En este sentido, recalcó que “cada uno de nosotros puede y debe hacer lo que le corresponde para rechazar el odio, la violencia y la confrontación, y practicar el diálogo, la paz y la reconciliación”.
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En marco de su discurso, el Santo Padre se refirió de manera específica a la compleja situación en Oriente Medio, implorando “justicia, paz y estabilidad» para la región. León XIV denunció las condiciones críticas que enfrenta la población palestina en la Franja de Gaza, expresando su preocupación por las miles de personas que permanecieron en tiendas de campaña expuestas a la lluvia, el viento y el frío.
Durante su intervención, el líder de la Iglesia católica recordó la obligación que establece el derecho internacional de proteger a la población civil y enfatizó que está prohibido aplicar castigos colectivos, emplear la fuerza de manera indiscriminada o forzar el desplazamiento de personas. En ese contexto, instó a los fieles a promover la reconciliación y la paz en sus comunidades.
En este contexto, el Pontífice reiteró su llamado al fin de la guerra en Gaza y a la entrada segura de ayuda humanitaria, en medio de la ya agravada situación humanitaria en el enclave, ante la llegada del invierno.
El Obispo de Roma también lamentó los sangrientos choques en Sudán, Sudán del Sur, Malí, Burkina Faso y la República Democrática del Congo. Extendió su preocupación por los graves problemas que aquejan “al querido pueblo de Haití”, demandando el cese de “toda forma de violencia” en ese país. Convocó a los responsables políticos en América Latina para que, al enfrentar los numerosos desafíos, prioricen el diálogo por el bien común.
El Sumo Pontífice se pronunció a favor de que en Myanmar se devuelva la esperanza a las generaciones jóvenes por los caminos de la paz. Además, en su mensaje navideño, deseó que “se reactive la antigua amistad entre Tailandia y Camboya, y que las partes implicadas continúen esforzándose por la reconciliación y la paz”. El Papa lamentó las devastadoras catástrofes naturales recientes que afectaron gravemente a poblaciones enteras del sur de Asia y de Oceanía, invitando a todos “a renovar con convicción el compromiso común de socorrer a quienes sufren”.
León XIV se solidarizó con los habitantes de Gaza, donde debido a los ataques de Israel murieron más de 70 mil palestinos. También expresó su apoyo a “quienes padecen hambre y pobreza, como el pueblo yemení”, y a “los numerosos refugiados y migrantes que cruzan el Mediterráneo o recorren el continente americano”.
Previamente, en la Misa de Navidad efectuada a las 10:00 hora local en la basílica de San Pedro, el Papa León XIV había expresado que “cuando la fragilidad ajena nos traspasa el corazón, cuando el dolor ajeno destroza nuestras certezas inquebrantables, entonces la paz ya comienza”. Enfatizó que “la paz nace entre ruinas que claman por una nueva solidaridad, nace de sueños y visiones”.
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